27 de Septiembre de 2023 - 12:40

El fiscal Marijuan imputó a Batakis por contratar familiares y a "Pitty" la numeróloga en el Banco Nación: los detalles del escándalo que anticipó Minuto de cierre

El fiscal federal Guillermo Marijuan imputó a Silvina Batakis, presidenta del Banco Nación, tras el escándalo por la contratación de familiares y de “Pitty”, la numeróloga. Los detalles de este caso y de otras irregularidades y gastos discrecionales de Batakis fueron revelados por Minuto de cierre en varias notas periodísticas. Este miércoles, el funcionario acusó a la exministra de Economía por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta y peculado. También fue imputada María del Carmen Barros, la gerenta general del Banco Nación.

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De acuerdo a la denuncia, Batakis y Barros, sin contar con el aval del directorio, habrían intervenido en el ámbito de sus funciones para la contratación de Verónica Laura Asad, conocida como ‘Pitty, la numeróloga’ para un “un curso de coach” por la suma de $1.800.000. Asimismo, se señala la designación de Héctor Javier Silva, exmarido de Silvina Batakis, en el cargo de Gerente de Sistemas del BNA, y el nombramiento de Juan Pablo Pedemonte, hijo de la gerenta, al frente de una gerencia en la casa matriz del BNA.

Los detalles del escándalo de Batakis al frente del Banco Nación anticipados por Minuto de Cierre

La contratación de "Pitty" la numeróloga fue la punta del iceberg que hizo que todos pusieran el foco en Batakis, pero los gastos discrecionales de la presidenta del BNA fueron expuestos y revelados por este medio antes que cualquier otro en varias notas periodísticas.

En abril pasado, Minuto de cierre reveló que se usaban fondos del BNA para financiar la campaña de Eduardo "Wado" de Pedro, el precandidato presidencial que nunca convenció y finalmente se bajó. El 16 de febrero, sin justificaciones ni programación previa, la entidad bancaria le hizo una transferencia por más de $ 4,8 millones al Ministerio del Interior. Según distintas fuentes del BNA, se trataba de una acreditación “atípica”. Justo esa semana, aparecieron afiches que inundaron el centro porteño con una tapa de Revista Noticias que proponía a Eduardo “Wado” de Pedro, ministro de Interior, como el “inesperado candidato K” a la Presidencia de la Nación.

En otro artículo publicado en agosto, se informó que a poco de abandonar el cargo por el cambio de gobierno, Batakis realizó nombramientos en dólares y euros, movidas a expensas de las cuentas del BNA, sobre las cuales este medio venía advirtiendo desde diciembre, cuando para calmar una interna gerencial, pensaba premiar a dos subgerentes de la entidad bancaria con cargos en Miami y en Madrid, los cuales se pagan en moneda extranjera. La movida se efectivizó en marzo, cuando la presidenta firmó el traslado a Cristian Lestani, desde la porteña subgerencia general de Tecnología hacia la sucursal del Banco Nación en la ciudad costera de Estados Unidos, con un sueldo que pasó de aproximadamente $3 millones a otro de 9.000 dólares. De la misma manera, procedería con Gastón Álvarez, cuyo traslado a la capital española autorizada por Batakis lo beneficiaría con un sueldo cercano a los 8.000 euros, e incluso la mudanza cotizada en unos 50.000 dólares, sería también cubierta por el banco. 

En el caso de las contrataciones de familiares y la conocida "numeróloga", la gerente general del banco, María Barros, también privilegió -y con trabajo en relación de dependencia, no contratos como el de Pitty- a su hijo, su novio, y uno de los mejores amigos de este último, con cargos más allá de su capacidad y experiencia, y sueldos en algunos casos millonarios. En primer lugar, Pedemonte, el hijo, que tuvo dos ascensos en un año aunque no están permitidos. Luego está, Juan Manuel Romero, novio de Barros, que pasó de chofer a Jefe de Servicios y cobra un sueldo de aproximadamente $700.000. 

Pero en el BNA también hay lugar para los amigos del joven novio de la gerenta. Maximiliano Piantanida, al igual que "el hijo" Pedemonte, también disfrutó de un ascenso veloz que lo llevó a ser gerente de Recursos Humanos, con un sueldo de $ 2,5 millones. El gerente y el chofer se hicieron amigos en una clínica de recuperación de adictos a la droga -en el caso de ellos sería la cocaína- ubicada en Almirante Brown. Piantanida es el mandadero de Barros para hacer todos los "menjunjes" de Recursos Humanos en la institución: nombramientos de amigos, pase a planta permanente de políticos, promociones/ascensos por acomodo (nepotismo) y nunca por competencias/aptitudes del empleado. Entre otras delicias de la gestión Batakis-Barros.

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