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La sonrisa, la compañía y el lugar no dejan lugar a dudas. Héctor Darío Laurenzi a la izquierda, Patricia “Pato” Bullrich en el centro, González Álvarez Costante a la derecha; los tres en el Museo del Bicentenario, ubicado en el subsuelo de la Casa Rosada. Es decir, para el momento de la selfie feliz, Bullrich era la ministra de Seguridad de Mauricio Macri. 

Más allá de sus simpatías partidarias (¿quién se sacaría una foto con “Pato” si no es de Cambiemos?), Álvarez Costante y Laurenzi no sólo se adaptaron bien al cambio de gobierno, sino que además fueron ascendidos en la era de Silvia Brunilda Traverso y Mercedes Marcó del Pont, titulares de la Aduana y AFIP respectivamente. No es el primer caso de “cambiemitas” que se vieron favorecidos en la gestión “Marcó del PRO”, como irónicamente la llaman los kirchneristas más cercanos a Cristina. En esta lista también se cuenta a Juan Capello, subdirector general de Coordinación Técnica Institucional; los Demartini (Hernán y Diego, yerno de Traverso y su hermano); entre tantos otros. 

El caso de Laurenzi es emblemático del estilo Marcó del Pont. Se desempeña como “Administrador de Aduana Domiciliaria” en Volkswagen, donde es jefe; mientras que a pocos kilómetros de allí, en Ford, trabajo Ricardo Echegaray como “Operador de Control Aduanero” o “Guarda”, un cargo raso. Para la administradora federal de Ingresos Públicos, un fan de Patricia Bullrich merece tener jefatura; mientras que alguien de su propio espacio político, que tuvo buenos resultados al frente del organismo, y es de carrera del mismo, debe desempeñarse como simple guarda. 

Por otra parte, según fuentes de la Aduana, antes de recalar en Volkswagen, Laurenzi tenía un sistema de contacto permanente con depósitos fiscales, a los cuales visitaba una vez por mes. En esta faena, su socio  o compadre era Rubén Fortunato Chahin, jefe de Depósitos Fiscales en la Sección Sur, que sigue firme en su cargo.  

Álvarez Cosntante: de los pollos podridos a Jefe de Resguardo

El otro aduanero sonriente junto a “Pato” Bullrich tuvo importantes responsabilidades durante la presidencia de Mauricio Macri. Juan José Gómez Centurión lo nombró jefe de sección en la Gestión de de Rezagos a comienzos del 2017. Como tal, se le escapó que la Aduana deje ir -desde el Puerto de Buenos Aires hasta un depósito fiscal del Ejército en Quilmes- dos contenedores con pollos importados por Cresta Roja. Al ser desconectados esos contenedores, ese alimento se pudrió. La historia fue anticipada por Minuto de Cierre en una nota de abril del 2018: https://www.minutodecierre.com/nota/2018-5-25-12-42-0-como-los-pollos-de-mazzorin-cresta-roja-tiene-dos-contenedores-pudriendose-en-un-deposito-fiscal-de-quilmes 

Tras casi dos años pudriéndose allí, y despidiendo líquido que contaminaba el suelo, una vez realizadas las Primeras Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 2019, en agosto de ese año, los contenedores sencillamente desaparecieron, así como la documentación de su traslado a Quilmes. En todo este proceso, el jefe del área responsable del tema -Rezago- fue Álvarez Costante. Todo ello fue consignado en otra nota de este medio: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-1-16-17-27-0-las-fotos-de-contenedores-que-gomez-centurion-envio-a-depositos-fiscales-sin-papeles-y-que-luego-desaparecieron

A pesar de estos antecedentes, Traverso y Marcó del Pont decidieron premiar a Álvarez Costante, con el cargo de Jefe de División de Resguardo 2, un área clave de la Aduana de Buenos Aires, obviamente la más importante del país. Allí sigue actualmente, mientras que algunos funcionarios de carrera se quejan de “listas negras de transmisión oral” para quienes acompañaron a Echegaray en la Aduana y luego como administrador federal.