16 de Diciembre de 2019 - 23:26

Jefe de la Aduana de Campana, acusado de facilitar el contrabando, nombró allí a hijos de militares para “cobijarlos”

Gerardo Esquivel, quien llegó a una jefatura de Departamento en la Aduana de Campana por Juan José Gómez Centurión, aprovechó los últimos días de Leandro Cuccioli en la AFIP para llevarse consigo a hijos de militares. “Los quiero proteger”, les apuntó, como si el nuevo gobierno fuera a tomar medidas contra ellos. “Es una muestra de prejuicio inédita”, dice un histórico aduanero de Campana que sufre la gestión de Esquivel a diario.

Para ser un ex militar que se jacta de tener una especialidad en “temas de control”, a Gerardo Marcelo Esquivel le pasaron muchos elefantes por delante de su vista. Fue designado como jefe de Departamento de la Aduana de Campana el 14 de marzo del 2017, mediante la Disposición 48. Y desde ese momento se produjeron escándalos diversos, todos concentrados en menos de un año. 

En marzo del 2018, Ford exportó 14 camionetas de contrabando, como reveló una nota de Minuto de Cierre (https://www.minutodecierre.com/nota/2018-9-2-21-31-0-ford-exporto-camionetas-de-contrabando-a-traves-de-la-aduana-de-campana); el 14 de agosto del mismo año se detectaron 1.322 kilos de cocaína en el puerto brasileño de Santos, provenientes justamente de Campana. Algunas semanas después, Gendarmería y la Agencia Federal de Inteligencia detectaron un terrible contrabando de armas (https://www.minutodecierre.com/nota/2018-11-2-15-14-0-la-aduana-de-campana-el-punto-ciego-del-contrabando-de-armas-detectado-por-inteligencia-y-gendarmeria-nacional); y en la Justicia se detectó que la Aduana de Campana era una especie de paraíso o punto ciego del contrabando (https://www.minutodecierre.com/nota/2018-11-12-9-39-0-acercaron-una-prueba-judicial-que-confirma-al-puerto-y-aduana-de-campana-como-un-paraiso-del-contrabando).

Todos estos antecedentes se agravan tomando en cuenta la antigüedad de Esquivel en la Aduana. Llegó a comienzos de los 90, gracias a los contactos de su padre, que era comandante general de Gendarmería; y la llegada de Gómez Centurión lo catapultó a uno de los cargos más importantes que tuvo. Cuando el ex carapintada renunció a la Aduana, dos razones lo sostuvieron en el cargo: una supuesta amistad con Elisa “Lilita” Carrió, y la pasividad con la que Diego Dávila dirigió el organismo.

En los últimos dos años, formó parte del grupo de los “lilitos”, ex militares (Esquivel fue marino) bancados por Carrió, impulsados antes por Gómez Centurión, y tolerados luego por Dávila, que se jactaban de controlar con “manu militari” una Aduana en la que pasó de todo. En ese grupo estaban (están todavía en el organismo) el ex comisario Oscar Giménez, el coronel (R) René Squettino o Jorge Lenard Vives:https://www.minutodecierre.com/nota/2019-3-19-17-48-0-el-plan-de-los-lilitos-para-avanzar-sobre-la-aduana-el-puerto-de-buenos-aires-ezeiza-y-la-subdireccion-de-control.

Esquivel y sus protegidos

En los últimos meses de la Era Macri, con un resultado electoral que se veía venir, Esquivel llamó a varios hijos de militares ubicados en distintas áreas de la Aduana, y les ofreció cobijarlos en Campana. En una especie de razonamiento de casta o clan, típico de las familias con militares de diversas generaciones, Esquivel les propuso “cobijo” y "refugio" (sus textuales palabras) frente al gobierno que se venía.

Con un nivel de prejuicio y desconocimiento importante, 18 de ellos dijeron que sí. Algunos son hijos o descendientes de militares y otros, pero todos leales a Esquivel. En la lista se destacan apellidos como Echegoyen (hay un sobrino del histórico militar que denunció la Aduana paralela y después se suicidó), Oliverio, Muiño, Louyer, Ghioni o Bertello Molinelli. Con la dosis de paciencia y documentalismo que los caracteriza, los aduaneros que están fuera de esa lógica anotaron uno por uno a los “protegidos” de Esquivel. Y hace horas hicieron llegar ese listado a Minuto de Cierre.

“Casi todos son hijos de militares de Zona Norte del Gran Buenos Aires”, apuntaron a este medio dos fuentes distintas. “Esquivel se los fue mandando a Cuccioli, quien los iba nombrando”, agregó un tercer consultado. Todos ello coinciden que en la política de Esquivel no hay solo prejuicio político, sino también la intención de blindar una matriz de negocios ilegales. 

 

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