28 de Febrero de 2024 - 10:24

Santiago Caputo, Ramiro Marra y Eugenio Casielles, el trío del Colegio Manuel Belgrano que pretende quedarse con la Aduana

El asesor clave, el casi administrador federal y el legislador porteño manifiestan ambiciones extremas. Pretenden nombrar al director de Aduanas, pero se conformarían arrancando por la estratégica subdirección de Control. La puja con la “línea Villarruel”: un coronel de Inteligencia y los militares al acecho.

Entre la victoria de Javier Milei en el balotaje, y su asunción como presidente, Ramiro Marra sonó para administrador federal de Ingresos Públicos y Eugenio Casielles pretendió quedarse con la Aduana. Sin embargo, la elección presidencial fue continuar con una línea profesional y de carrera: Florencia Misrahi -administradora federal- proveniente del sector privado y Rosana Lodovico -directora general de Aduanas- con trayectoria en el organismo.

Sin embargo, en las últimas semanas Marra y Casielles retomaron sus ambiciones, a caballo de su relación de amistad con Santiago Caputo, el asesor presidencial clave. Los tres fueron compañeros en el Colegio Manuel Belgrano, de Capital Federal. Como anticipó Minuto de Cierre, el aduanero Santiago Vergara Rossi fue sondeado para hacerse cargo de la subdirección general de Control Aduanero (https://www.minutodecierre.com/nota/2024-2-2-20-14-0-inquietud-en-la-aduana-porque-suena-para-un-cargo-clave-santiago-vergara-rossi-uno-de-los-funcionarios-a-los-que-se-le-escaparon-23-kilos-de-cocaina), o se propuso él aprovechando su llegada a Caputo y/o el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, según la versión que se escuche.

La apuesta del trío Caputo-Marra-Casielles, ahora más ambiciosa, en principio es por la subdirección general de Control Aduanero, hoy a cargo de Diego Figueroa. Para reemplazarlo, por el impulso de los mileístas, sonaron el ya mencionado Vergara Rossi y el abogado Juan María Okecki. Este último trabaja en el Departamento de Procedimientos Legales Aduaneros.

Más allá de sus intenciones, y de la fuerte influencia de Caputo, sus ex compañeros de colegio tienen algunas desventajas para hacerse cargo de la Aduana. En principio, el desconocimiento del organismo y los asuntos de comercio exterior en general. Por otra parte, con respecto a sus comportamientos, Marra es reconocido como un interlocutor respetuoso. Pero no pasa lo mismo con Casielles. En la negociación con el gobierno porteño de Jorge Macri quiso hacer valer los 9 legisladores de La Libertad Avanza (LLA), pero pidió tanto que no se quedó con casi nada. 

Con respecto al comercio exterior, cuentan que le fue muy bien con la autorización de importaciones al tipo de cambio oficial, aprovechando su buena llegada a algunos funcionarios de Sergio Massa. Pero también abundan anécdotas sobre malos modos con actores privados vinculados a la importación y exportación. 

 

Villarruel, un coronel de Inteligencia y la línea militar

 

Si dejar la Aduana en manos de inexpertos con ambiciones económicas es riesgoso, más aún lo es el manejo por militares. La experiencia de Juan José Gomez Centurión, involucrado en la causa Mafia de los Contenedores -aunque finalmente sobreseído-, para ser suspendido en el cargo, luego restituido y finalmente designado vicepresidente del Banco Nación (otro cargo para el cual no tenía ninguna experiencia), debería generar un aprendizaje de lo que no conviene hacer. Sin embargo, tanto la vicepresidenta Victoria Villarruel, como el trío Caputo-Marra-Casielles empujan la llegada de hombres con formación militar.

La propuesta de la presidenta provisional del Senado, de militarizar la Aduana, fue tan pública como cuestionada y luego descartada por el presidente Milei. Sin embargo, más allá de estar políticamente distanciada del primer mandatario, no pierde las esperanzas. “Los vínculos de Victoria son con militares, tiene pocas relaciones fuera de ese círculo. Y me consta que reeditó su esfuerzo para nombrar gente propia en la Aduana”, relata un ex agente de Inteligencia que talló fuerte en la Aduana durante la presidencia de Mauricio Macri.

Además, por el lado de los Caputo (Santiago, pero también tendría vínculos con Luis “Toto”, el ministro de Economía) viene tallando el coronel mayor (retirado) Celestino Mosteirín, que en 1998 fue desplazado en comisión transitoria a Arizona (Estados Unidos) por 245 días para realizar un “curso avanzado de Inteligencia”, según se reconoce en el decreto 1632/2004 para otorgarle al entonces mayor de Infantería, Celestino Mosteirín, DNI 14.984.959, una asignación por “cambio de destino”. Es decir, una especie de recomposición salarial retroactiva, reconociéndole el curso de inteligencia realizado en Estados Unidos durante ocho meses.

Según diversas fuentes, este militar de Inteligencia es el que habría operado fuerte para nombrar a un subdirector de Control nuevo. Mosteirín, que aparece además en una nota de youtube (ver al final) tendría llegada a Silvestre Sívori, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El vínculo se da a través de un abogado de Aeropuertos Argentina 2000, amigo tanto de Silvestre como de Mosteirín.), t

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