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Cristina Kirchner comenzó a cumplir su condena a seis años de prisión por la causa Vialidad. La Justicia otorgó la prisión domiciliaria a la ex presidenta y dispuso que le coloquen la tobillera electrónica. Por otro lado, autorizó a la líder kirchnerista a salir al balcón de su departamento en el barrio de Constitución, algo que había generado polémica en las horas previas.  

La exmandataria se encuentra recluída en su casa desde este miércoles, y en su segundo día presa ya tiene la tobillera puesta, mientras en la calle recibe apoyo masivo de sus seguidores que consideran la decisión de la Justicia una proscripción. 

La autorización de la Justicia para que Cristina Kirchner salga al balcón

El Tribunal Oral Federal en lo Criminal N°2 (TOF2) autorizó a Cristina Fernández de Kirchner a utilizar el balcón de su departamento en San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad. La ex presidenta podrá salir al exterior del inmueble siempre y cuando no altere la tranquilidad del vecindario.

“La utilización del balcón no se encuentra prohibida”, aclararon los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu en una resolución firmada este jueves. Sin embargo, advirtieron que el uso del espacio deberá ajustarse a ciertos parámetros de convivencia.

“En cuanto al comportamiento, se espera el criterio, la prudencia y el sentido común suficientes para discernir en qué contexto el uso resultará una acción inocua y en cuál podrá implicar una perturbación para la tranquilidad y la convivencia pacífica del vecindario”, señalaron los magistrados en el escrito.

De esta forma, la Justicia dejó en claro que el Tribunal “no ha vedado el uso y goce de ningún espacio específico de la arquitectura del inmueble en el que habita” la ex mandataria, aunque sí apeló a su responsabilidad como figura pública en un contexto de condena judicial.

Prisión domiciliaria y tobillera puesta: así cumple su condena Cristina Kirchner

Además de ratificar su arresto domiciliario, el TOF2 dispuso la implementación de un sistema de control mediante una tobillera electrónica, que ya fue colocada por personal del Servicio Penitenciario Federal en la tarde del jueves. La decisión se adoptó luego de que el juez Gorini recibiera un informe favorable del Ministerio de Seguridad.

El sistema de monitoreo funciona a través de una unidad transmisora, que tiene una vida útil de dos años y se vincula a un dispositivo instalado en el domicilio de Cristina Kirchner. Esta unidad, similar a un teléfono móvil, permite la localización constante mediante GPS y genera una alerta si se detecta que la persona monitoreada se aleja más de cinco metros del punto de referencia.

El sistema de vigilancia electrónica quedó asociado formalmente a los datos personales de la ex presidenta y opera en tiempo real, con capacidad de emitir señales de alerta ante cualquier incumplimiento del perímetro permitido.

La polémica por la autorización para salir al balcón

Días atrás, el equipo legal de Cristina Kirchner había presentado un escrito ante el TOF2 para solicitar precisiones sobre los alcances de su prisión domiciliaria, particularmente en relación al uso del balcón. La consulta fue motivada por la falta de claridad sobre si se encontraba permitido o no permanecer en ese sector del departamento.

“Parece joda, pero no. Por eso le preguntamos al Tribunal que aclare, por favor, qué comportamiento se encuentra prohibido”, publicó la ex mandataria en su cuenta de X (ex Twitter), al difundir la presentación judicial.

La aclaración por parte del Tribunal se conoció un día después de que CFK hiciera mención al tema en su mensaje durante la movilización del Partido Justicialista a Plaza de Mayo. “Estoy firme y tranquila aquí, en San José 1111, con prohibición de salir al balcón. Menos mal que no tengo macetas con plantas porque ni siquiera las podría regar. ¡Qué cachivaches que son!”, ironizó en un audio que fue reproducido en el acto.

Con la confirmación judicial, Cristina Fernández de Kirchner continuará cumpliendo su condena por corrupción en el marco de la causa Vialidad en su domicilio, con custodia permanente, tobillera electrónica y con la posibilidad de salir al balcón, siempre y cuando no altere la tranquilidad del entorno.