04 de Junio de 2020 - 09:22

Live Nation suspendió recitales hasta el 2021, mientras que su socio local anuncia el Lollapalooza para noviembre

La filial argentina de LN, del empresario Diego Finkelstein, va a contramano de la matriz. Hay sospechas de manejo de dinero con una financiera que arrastra problemas judiciales. Dudas sobre la reacción de los estadounidenses si esta información se hace pública. El doble estándar de LN a nivel mundial y con su socio argentino.

La pandemia del COVID-19 clausuró la industria de los espectáculos masivos para este año. La productora más importante a nivel mundial, rápidamente tomó nota y anunció devolución del dinero de las entradas, canjes por futuros recitales al 150% del valor, o la posibilidad de donar a una fundación que combate el coronavirus. Así lo hizo en Estados Unidos, anunciándolo a fines de abril, un mes después instalada la cuarentena obligatoria en la Argentina.

Sin embargo, su filial local, del empresario Diego Finkelstein, en un principio negó que se suspendería el recital de Maroon5, lo que finalmente ocurrió, y no aclaraba que lo mismo iba a pasar con el de Metallica. Esto fue anticipado por Minuto de Cierre: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-3-19-14-35-0-enojo-de-los-fans-de-maroon5-el-recital-se-suspendio-abruptamente-y-no-les-devolvieron-el-valor-de-las-entradas-lo-mismo-pasaria-con-metallica

Mientras tanto, Live Nation seguía vendiendo entradas. Y se hizo de una masa de dinero importante, que pudo manejar como quería, pues sólo el 10% de los usuarios pidieron devolución del dinero. Todo ello también fue contado en una nota de este medio: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-4-21-17-46-0-recitales-suspendidos-live-nation-devuelve-hasta-150-de-las-entradas-en-estados-unidos-mientras-su-socio-argentino-trabaja-la-plata-y-sigue-vendiendo-entradas.

En aquel momento, quedó instalada la sospecha que Diego Finkelstein “trabajaba” el dinero de los recitales en una financiera que hace algunos años fue la más famosa, y no por algo positivo, sino debido a sus problemas judiciales. En diálogo con Minuto de Cierre, Finkelstein negó que su recaudación desde comienzos de año fuera de u$s 45 millones, aunque no especificó cifras.

El dato que manejaba la City es que Finkelstein “operó” algo más de la mitad de ese valor, con la gran ventaja que ofrece un dólar blue que arrancó el año cerca de $ 80 y trepó hasta casi $ 130. Por otra parte, la incógnita es que harían los dueños de Live Nation a nivel mundial si todo esto se supiera. La imagen que cultivan las firmas estadounidenses difícilmente soportaría que un socio local maneje su dinero fuera de los circuitos oficiales, y con una financiera de cuyos dos dueños no hay imágenes públicos.

“Sigue girando”: anuncian y facturan con el Lollapalooza

Como el estribillo de Los Ratones Paranoicos, la rueda del negocio “sigue girando” para DF Entertainment, la firma de Finkelstein que maneja LN en la Argentina. A tal punto que, en su página web (www.livenation.lat) se promociona el recital de Metallica para el 4 de diciembre en Buenos Aires, siguiendo durante ese mes Santiago de Chile, Porto Alegre o Curitiba, entre otras ciudades de América Latina. A contramano de la propia Live Nation, que ya el 13 de mayo anunció la suspensión de todos los shows para el 2021: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-5-13-17-34-0-live-nation-suspendio-todos-sus-shows-hasta-2021-por-el-coronavirus-mundial

La incógnita es por qué esta compañía, la más importante a nivel mundial en organización de eventos, permite un doble estándar con su socio argentino. Que, por otra parte, sigue prometiendo que el festival Lollapalooza se hará en la Argentina a fines de año. 

Sobre el comportamiento comercial de Live Nation Latinoamérica, el ex diputado y titular de la Asociación de Consumidores Libres, Héctor Polino, señaló que habría que estudiar el caso para evaluar si existe “publicidad engañosa”, y, en ese caso, de acuerdo a la ley de Defensa del Consumidor, hacer una denuncia que podría derivar en una sanción económica o la clausura de la empresa. Si los recitales o festivales prometidos -como Metallica o el Lollapalooza- no se realizaran, y el dinero de las entradas no fuera devuelto, podría encuadrarse como una estafa contra miles de consumidores.

 

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