29 de Noviembre de 2017 - 20:20

Dietrich sostiene en cargo estratégico a camporista nombrada por De Vido

Ana Pamela Suárez llegó al Gobierno Nacional durante la gestión de Julio de Vido, se declaraba camporista ferviente, y no tiene experiencia para su cargo. Pero el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la sostiene a pesar de las críticas y los problemas de gestión. Además la promovería para un organismo internacional. 

Si la improvisación y el amiguismo son males del país, el Ministerio de Transporte se va transformando en un emblema de esas argentinadas. Con un detalle preocupante: dentro del ministerio que conduce Dietrich, una de las aéreas donde más se nota esa lógica es el transporte aerocomercial, donde la improvisación puede producir accidentes con resultados irreversibles.

Y el gran ejemplo de ello es Ana Pamela Suárez, una contadora que en su currículum se declaraba experta en “teneduría de libros”, pero que tiene a su cargo la importante tarea de investigar los accidentes aéreos producidos en el país. Desde aquellos con fin trágico, como la avioneta de Andrés “Andy” Deutsch, que cayó sobre Nordelta; hasta algunos menores que no trascienden a la prensa, pero que son caldo de cultivo de futuras desgracias.

Por ejemplo, el que ocurrió hace 15 días en el aeropuerto de San Fernando. YPF le cargó nafta de 120 octanos a dos aviones que debían recibir JP1, el combustible más usado en la aviación. Por eso, los dos jets tuvieron problemas en sus turbinas. La encargada de investigar estos temas es la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), cuya presidente es Ana Pamela Suárez.

Esta contadora de Iriondo (Santa Fe) llegó a la Secretaría de Transporte en 2012, con el empujón de Alejandro Ramos, titular de esa área, protegido político de Julio de Vido y ex intendente de Granadero Baigorria. Luego pasó al Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), y desde 2014 preside la JIAAC.

La inexperiencia y gestión de Suárez en esa área ya le ocasionó una denuncia por asociación ilícita, que realizó la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). La causa, cuyo número es el 12.183/13, y que tramita en el juzgado federal de Servini de Cubría, comenzó con la denuncia por “gozar de la impunidad en una serie de hechos delictivos independientes, que van desde las designaciones ilegales hasta la falsedad ideológica, el incumplimiento de los deberes de funcionario público, la administración fraudulenta y el encubrimiento”.

A pesar de todo ello, Suárez no sólo sigue en funciones, sino que además Dietrich quiere promoverla ante la sede regional de la Oficina de la Aviación Civil Internacional, conocida por su sigla internacional OACI, con sede en Lima (Perú). En Transporte nadie quiere explicar cómo Suárez sobrevivió al cambio de Gobierno y cultivó una buena relación con Dietrich. Aunque todos suponen que es más un tema de afinidad personal que cercanía ideológica o criterio profesional.

Comentarios