03 de Junio de 2025 - 10:34

El courier RSI sostiene que colaboró con la Justicia en el caso del hachís, y espera la pronta decisión del juez Alejandro Cattania

Aunque hay secreto de sumario, trascendió que el dueño de RSI, Ignacio Peré, presentando un escrito, afirmando que sus empleados Roberto y Facundo Bouza colaboraron con la Justicia y la inspección de la Aduana. Esperan la decisión del juez Cattania, que debería producirse esta semana o la próxima. Si le resulta favorable, pretende seguir operando y presentarse a licitaciones. 

Los 130 kilos de hachís, encontrados dentro de filtros de agua, conmovieron a toda la Aduana y generaron una causa que investigaron los fiscales Gabriela Ruiz Morales y Emilio Guerberoff, mientras que tomará las decisiones el juez Alejandro Cattania. Los actores involucrados son los empleados del courier RSI, los importadores Miguel Klug y Leandro González Damiani, como también la familia Santella (Leandro y Ángel, detenidos; además del prófugo Diego). 

En todos los casos, la decisión del juez, que deberá emitirse esta semana o la próxima, concluida ya la etapa inicial de instrucción, podrá tomar tres caminos: auto de procesamiento, sobresimiento o falta de mérito. Los dos primeros parecen los más probables en cada caso. Mientras tanto, los únicos detenidos -por ahora- son Leandro Santella y su hijo Ángel Alejandro, con el mismo apellido pero que sería adoptivo. En tanto que el hijo del primero y hermano del segundo, Diego Sant (se cambió el apellido) sigue prófugo en los Estados Unidos.

Por ahora no hay más detenidos, y tampoco se sabe si los habrá, aunque Minuto de Cierre reveló que un joven importador, de 23 años, es clave en esa trama (https://www.minutodecierre.com/nota/2025-5-27-8-40-0-los-secretos-detras-del-hachis-via-ezeiza-choferes-presos-el-importador-oculto-e-impune-y-el-dueno-que-se-recicla-en-un-deposito-fiscal). Además del mayor importador de los filtros de aire, Miguel Klug, mencionado en la instrucción de la causa.

Desde RSI consideran como un indicio positivo que Roberto y Facundo Bouza no estén detenidos, además de haberse presentado y mantenerse sujetos a derecho. El dueño del courier habría presentado un escrito en el cual desgranó varios argumentos, con los cuales espera una resolución judicial favorable, tras lo cual pretende recuperar su operatoria comercial.

Los argumentos serían los siguientes:

-El courier le pidió al transportista que vuelvan a Ezeiza nueve filtros que habían salido con canal verde de Ezeiza. Volvieron al aeropuerto, para la inspección aduanera, y se constató que todos esos filtros tenían droga. El transportista después declaró como testigo. 

-No existieron irregularidades de parte del Courier, que cumplió con todos los pasos administrativos, aduaneros y legales correspondientes para que la mercadería transportada sea correctamente despachada a plaza. En todos los casos, esa mercadería tuvo canal verde, rojo y/o  amarillo,  por lo cual siempre existió verificación aduanera y siempre la mercadería fue liberada sin novedades.

-Facundo y Roberto Bouza prestaron colaboración en todo lo solicitado por las autoridades aduaneras. Como ejemplo de ello, señalan que cuando el verificador observó algo extraño en la mercadería e indicó que se pasara por el escáner, tomó la decisión de abrir los filtros de agua. Y que, luego de ello, los Bouza hicieron todo lo posible para encontrar las llaves que abrieran los filtros y hacerlas funcionar.

-Además, a pedido del personal de Drogas, Roberto Bouza se comprometió a informar cualquier novedad sobre la carga en Argentina o en el exterior. Así lo habría hecho.

-Por otra parte, RSI sostiene que sus empleados no tienen contacto con ninguna mercadería enviada hasta que personal de la Terminal de Cargas Aeroportuaria -TCA- deja la carga a disposición en el box asignado a RSI en la terminal de Carga Aeroportuaria en Ezeiza. El único conocimiento acerca de la mercadería que llega en cada envío es por las facturas comerciales enviadas por cada cliente.

Por todo lo anterior, entre otras razones, sostiene que la actitud de Roberto y Facundo Bouza fue un “ofrecimiento de colaboración”. De acuerdo a la instrucción inicial de la fiscal Ruiz Morales, que subrogaba la causa, y de Guerberoff posteriormente, el juez Cattania decidirá si es así o no.

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