El sainete del super-peso
La trastienda de un veranito financiero sórdido en provecho de unos pocos y en detrimento de las clases bajas que cada día se vuelven más pobres.
Por Marco Esdras
Se habla de un “superpeso” que sabe que tiene a la “kriptonita” a la vuelta de la esquina.
La dinámica de la apreciación del peso se explica por la contracción de la oferta monetaria. El dólar no estaba caro, sino que el peso estaba regalado.
Eliminando al déficit fiscal, el flagelo inflacionario debería reducirse drásticamente aún con los rezagos y la inercia heredada. Sin embargo, de momento la situación dista mucho de lo deseado, siguen aumentando los precios y cada vez más personas se subsumen en la pobreza.
LA PANTOMIMA DE TOTO y EL “LAISSEZ FAIRE” DE MONDINO
En lugar de haber devaluado un 250 % en diciembre de 2023, lo que verdaderamente hubiera configurado un overshooting de manual en conjunción con una actividad expansiva de negocios generados por la Cancillería (ampliando mercados y eficientizando la estructura de precios de la economía real), el Gobierno prefirió una devaluación programada en el orden del 120 % con el simplista objetivo de buscar que los agroexportadores liquiden las divisas ya atesoradas por mercadería ya vendida desde antaño.
Mientras tanto el Gobierno liberó y quitó los controles de precios en el resto de los bienes y servicios favoreciendo a oligopolios. Es decir, solamente le fijó precio al dólar.
Además, el Gobierno apeló al carry trade y al endeudamiento. Lo único rescatable fue la contracción de los agregados monetarios (desmonetización de la economía) y cierta mejora en la hoja de balance de la autoridad monetaria. Sumó reservas, redujo los saldos reales y trocó pasivos remunerados del BCRA por Bonos del Tesoro (cambio titularidad de deuda y la sigue aumentando). Todos aspectos de orden financiero, ninguno de la economía real.
Desde lo social el modelo económico generó beneficios exclusivos para la clase alta y a los deciles más privilegiados de ingresos. Por contrapartida, empeoró el poder de compra de los ingresos del resto de los deciles, los más debilitados.
EL FIN DEL CEPO CAMBIARIO: DIATRIBAS O VERDADES.
En estos días se pudo observar a la brecha cambiaria deambular en los andariveles del 20 % y hasta por debajo. Esto no conlleva razones estructurales sobre las que se pueda afirmar que la solución al problema se halla próxima ni mucho menos.
La única manera de bajar la brecha genuinamente, esto es sin especulaciones financieras (apuestas a tasa mensual en dólares del 9%) ni por razones de coyuntura (suscripciones del Bopreal), es reduciendo verdaderamente la inflación anual esperada, mitigando la inercia y frenando la licuación del salario real. Si bien es cierta la existencia de una correlación entre la desinflación y la reducción de la brecha cambiaria, la compresión de los márgenes de utilidades de empresarios dista mucho de la esperada.
Respecto a fechas comprometidas, el programa con el FMI fijó el deadline del dólar blend (valor de divisa para la liquidación del 80 % en el MULC y el 20 % en CCL) para los exportadores: 30 de junio. ¿Qué pasará luego?.... Aquí jugarán un rol relevante las expectativas de la devaluación pretendida por los agroexportadores y de ello dependerá el éxito en la recomposición de reservas de la BCRA, más allá del nuevo programa del FMI. Hoy día el tipo de cambio de equilibrio se está estacionando en $ 1.200 y de $ 1.700 para fin de año. Al respecto, las veleidades del mercado de futuros se deslucen como parámetro efectivo. El riesgo cambiario sigue vivo.
En lo que refiere a la eliminación del cepo, se estableció que el gobierno argentino debe desarrollar y publicar un roadmap para la flexibilización gradual de los controles cambiarios (a fines de marzo y restablecerlo con asesoría del FMI para fines de junio). Ergo, se prevé un desarmado progresivo de las normas que regulan el mercado cambiario y no abrupto tal como el que llevó a cabo oportunamente Alfonso de Prat Gay en 2015. Es una falacia afirmar que debido a que la brecha cambiaria esté en torno al 10 % se puede levantar el cepo cambiario.
Hay una controversia fiscal respecto al verdadero valor del peso en el mercado del dinero y cambiario. Cabe recordar que el valor de una moneda está determinado por la productividad de una economía. Luego de estabilizar la economía, se avizora la adopción de un tipo de cambio flexible y cierta redefinición de la tasa natural de interés (sobre el particular es recomendable la lectura del reporte que publicó la semana pasada la Reserva Federal de New York). Justamente se observó hace horas como Egipto, el segundo deudor del FMI en orden de importancia, ha tenido que dejar flotar al valor de su moneda e incrementar los tipos de interés en 600 puntos básicos luego de que el Organismo le extendiera su salvataje a Usd 8.000 millones.
PERFIDIA EN EL PLAN DE ESTABILIZACIÓN
Para quienes dicen que no hay plan de estabilización, el mismo ya está en marcha. No es el Plan Austral ni el Plan Primavera, es el Plan de Vladimir Werning, el albaceas del equilibrio monetario.
Cabría preguntar si la tasa de variación de los agregados monetarios se encuentra en relación con alguna tendencia de crecimiento de la economía. La evidencia empírica ha exudado que la mala medición de la tasa natural de crecimiento por parte de los formuladores de políticas puede causar un deterioro significativo en la estabilización macroeconómica. Dicho en otros términos, si no hay un cotejo permanente entre el crecimiento de la economía y la tasa de interés ello probablemente desbarranque al plan de estabilización. Una vez que los shocks transitorios se hayan disipado, la autoridad monetaria deberá conciliar estos tópicos pendientes de definición a la fecha. A la vez también dentro de la fase recesiva poder explicitar la descomposición del PIB en componentes tendenciales y cíclicos. En ese sentido vale destacar que la caída del PIB en lugar del 2,8% para el año 2024 sería del 5,2 % si se descontara el aporte del sector agrícola tal como lo señala la Séptima Revisión del FMI del Programa de Facilidades Extendidas vigente.
Mientras tanto, huelgan las definiciones políticas. Los gobernadores siguen en la riña de gallos, los sindicalistas están atrincherados y el círculo rojo, imbuido de incertidumbre, merodea entre Macri y el Presidente de la Nación. Mientras estos personajes se “llevan la marca”, Victoria Villarruel se erige como una figura que despierta interés.
Desde Washington y Wall Street están atentos esperando mayores certidumbres. Hoy Argentina luce como una sociedad distópica.
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