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La reunión de Massa con su equipo comenzó más tarde de lo esperado, y en un escenario diferente (San Fernando, no en el Ministerio de Economía). Pero los pedidos que el presidente electo -Javier Milei- le realizó al actual primer mandatario -Alberto Fernández- ya está claros: devaluación, quita de subsidios y llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso. Un combo que podría acelerar la inflación, ya en niveles superiores al 140% anual.

Con un Alberto tendiente a conceder los pedidos, Massa por ahora se negó. El ex candidato y todavía ministro (mientras no pida licencia) está reunido con su equipo económico, desde los mencionados para la transición, Miguel Ángel Pesce (presidente del Banco Central) y Raúl Rigo (secretario de Hacienda), hasta Guillermo Michel (director de Aduanas), Eduardo Setti (Finanzas), Flavia Royón (Energía) o Germán Cervantes (Política y Gestión Comercial). Entre otras cosas, se discute allí si este martes 21 de noviembre se establece un feriado cambiario y bancario. "Estamos tratando de evitarlo, no es una buena señal", dice uno de los asistentes al cónclave.

Las exigencias de Milei, que pretende que Massa tome esas decisiones antes del 10 de diciembre, son de fondo. La primera de ellas es una devaluación del 40% al 60%, que se sumaría al 20% establecido tras las PASO. El FMI había pedido 100%, con el pedido de Milei casi se llegaría a este número. Pero el impacto sobre la inflación es difícil de prever, aunque seguramente será alto.

Por otra parte, el presidente electo pidió una quita de subsidios generalizada. Tanto al Transporte, uno de los caballitos de batalla de la "campaña del miedo", como también en energía y servicios. Según dijo el propio Milei durante el último debate, el boleto de colectivos costaría 700 pesos, contra los menos de 100 actuales. Sumado a la devaluación, más inflación todavía, considerando las facturas de luz, gas, agua y otros servicios congelados o con pauta mensual menor a la inflación.

Por otra parte, Milei solicitó el llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso. Así, aprovechando su momento de mayor popularidad tras ganar las elecciones, podría sancionar leyes que considera clave, como la necesaria para la estatización de YPF. Más allá de eso, también puede ser necesario para un objetivo básico: sancionar el Presupuesto Nacional 2024. De lo contrario, Milei se expone a un primer año de gobierno sin presupuesto, en el cual debería plasmarse su plan de ajuste o "motosierra".