Dolor entre los aduaneros por el suicidio de un guarda que era objeto de una investigación considerada injusta
Un empleado de la Aduana, acusado -para la mayoría con pruebas débiles- por un superior del organismo, se terminó suicidando. El episodio del despachante que encontraron con sellos de aduaneros -probablemente apócrifos- en la mochila. Las responsabilidades apuntan a Germán Muiño, subdirector del área Técnico Legal; mientras que todos eximen a las máximas autoridades de la Aduana y la AFIP.
Un inmenso dolor y conmoción recorre a todos los empleados de la Dirección General de Aduanas, que forma parte de la AFIP, ya que uno de sus guardas -uno de los puestos laborales de base- se suicidó en el día de hoy. Por respeto a sus familiares y seres queridos, Minuto de Cierre no dará a conocer su nombre. Pero está confirmada la historia que llevó a tan trágica decisión a esta persona, que se desempeñaba en la subdirección de Operaciones Aduaneras del Interior.
Hace dos semanas, cuando el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, visitó la Aduana, una inspección policial detectó un bolso con sellos de empleados aduaneros de distinta jerarquía. El mismo estaba en poder de un despachante, que no supo o no quiso explicar el origen de estos sellos. Uno de los mismos tenía el nombre y cargo de la persona fallecida.
De un modo que todas las voces consultadas consideran apresurado, el subdirector de Legal y Técnica, Germán Muiño, instruyó a sus subordinados para que realicen una renuncia. "No queremos buscar culpables, pero el sentido común indica que un sello se puede hacer en cualquier librería y ser apócrifo", confió a este portal un conocido de la persona que falleció hoy. "Era una persona de condición humilde, vivía en un barrio del sur del Gran Buenos Aires, nada en él denotaba conductas sospechosas", agregó.
Más allá de la decisión jerárquica de Muiño, todos eximen de responsabilidad a cualquier otra autoridad. Muiño, que entre otras cosas abrió un expediente de investigación para saber quiénes eran las fuentes de Minuto de Cierre, suele actuar con autonomía. Llegó a la Aduana con este gobierno, no tiene experiencia en el organismo, y no responde políticamente a la directora general -Silvia Traverso- ni a la administradora federal, Mercedes Marcó del Pont.
"Nadie culpa a Muiño ni a alguna persona en particular de lo que sucedió, pero hacer una denuncia en la Justicia fue apresurado", agregó un compañero de trabajo del fallecido. Este, además, era delegado del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA), donde el dolor es inmenso aunque nadie -ni su secretario general, Carlos Sueiro, ni otra persona- quiso emitir palabras sobre lo sucedido.
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