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Bruno Screnci fue uno de los ministros más poderosos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). A tal punto, que arrancó en la cartera de Gobierno durante el primer mandato de Horacio Rodríguez Larreta y siguió allí hasta su reemplazo por Jorge Macri, en diciembre al año pasado.

Empresas de tecnología, proveedoras del Ministerio de Salud y consultoras varias peregrinaban hasta su despacho para ganar licitaciones o -uno de los secretos mejor guardados de la administración porteña- jugosas contrataciones directas. La personalidad de Screnci, con gran orientación a los negocios, y el tándem que siempre formó con Diego Santilli, hacían que algunos se fueran contentos y otros muy enojados.

En el equilibrio que siempre intenta Rodríguez Larreta, la dupla Santilli-Screnci operó como un contrapeso al siempre poderoso Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la administración capitalina.

El rumor de que Screnci era considerado un prescindible por “el Pelado” tiene más de un año, pero el salto de “El Colo” a la arena bonaerense terminó de confirmarlo. Para colmo de males, a Screnci lo comparan con su sucesor, Jorge Macri; destacando que el ex intendente De Vicente López es prolijo y piensa en modo político todo el tiempo. Una forma de comparar negativamente a Screnci sin nombrarlo.

 

El desembarco en el Banco Provincia, incierto

 

Como premio consuelo, hace dos meses circula que Screnci será director en el Bapro por la oposición. Más allá que su único antecedente bonaerense sea una casa en el countrie Highland de la cual -según cuentan- habría pagado la mitad o menos. Hasta se habla de un diferendo privado, y nunca resuelto, por 1.500.000 dólares.

El problema, para la llegada de Screnci al Provincia, es que no encuentra apoyos propios ni ajenos. Del lado PRO, o Juntos por el Cambio, hay una auditoría -de máxima, de mínima una revisión de contratos heredados- en marcha dentro del ministerio que hoy conduce “Jorgito”. Por ese motivo, y con los antecedentes de Screnci en el vínculo entre la cosa pública y los negocios privados, nadie levanta la mano para empujar su designación. Ni siquiera Santilli.

Pero, además, circula que el presidente del banco, el kicillofista Juan Cuattromo, resiste su desembarco. Sin embargo, cerca del presidente del Banco Provincia, desmienten eso, inclusive bajándole el precio a Screnci. “No tenemos confirmado si viene o no. Y Juan (Cuattromo) nunca me habló de él”, apunta una fuente calificada.