El accidente en la terminal portuaria de Maersk ocurrió porque las oficinas lindaban con el depósito, sin pared de protección en el medio
La falla estructural fue confirmada a Minuto de Cierre por testigos del hecho y de la inspección que se realizó posteriormente. Cuestionan por la falla de seguridad a Maersk, que maneja la Terminal Portuaria 4, y también a la ART de Swiss Medical.
El movimiento de contenedores que pesan toneladas, a pocos metros de la oficina donde los verificadores de la Aduana hacía su trabajo en la Terminal Portuaria 4, no contaba ni siquiera con una pared de protección entre movimiento de mercaderías y el trabajo de los aduaneros. La Terminal 4 pertenece a la multinacional Maersk, enmascarada para la operación de puertos en la firma APM Terminals. Una firma poderosa y de alcance mundial, que no alcanzó a ver la falla estructural que -como se vio- ante el primer error podía provocar daños y hasta pérdida de vidas, algo que no ocurrió sólo porque en ese momento -este lunes- la oficina estaba vacía. Los daños materiales pueden verse en el video publicado por Minuto de Cierre en la siguiente nota: https://www.minutodecierre.com/nota/2021-3-23-0-47-0-la-terminal-portuaria-4-se-vende-como-segura-pero-un-accidente-casi-mata-a-empleados-aduaneros
Sólo la fortuna, pues la oficina estaba vacía en ese momento, evitó que el hecho terminara en pérdida de vidas humanas o lesiones graves. Las toneladas, el material y la fuerza de un contenedor, contra la comparativa fragilidad del cuerpo humano, no podría haber producido otro resultado. Hace apenas 6 meses, en octubre pasado, los directivos de la Terminal 4 se jactaban de no haber tenido accidentes laborales a lo largo de dos años. De acuerdo al portal especializado Nuestro Mar, “la Terminal 4 ha sido reconocida por sus excelentes prácticas de salud ocupacional”.
En esa nota, que todavía puede leerse en https://www.nuestromar.org/puertos/apm-terminal-4-del-puerto-buenos-aires-bate-el-hito-de-2-anos-sin-incidentes-de-seguridad-e-higiene/, el director de Salud y Seguridad de la Terminal 4 -Juan Pablo Lloret- afirmaba que “la seguridad es uno de nuestros principales valores, ya que es primordial que garanticemos el bienestar de todas las personas que trabajan en la terminal”. En tanto que la ejecutiva Silvia Iglesias afirmaba que “nuestra industria presenta constantemente desafíos nuevos, que requieren de disciplina y determinación, por eso me complace ver los resultados de un trabajo arduo para fortalecer las medidas de seguridad dentro de nuestras instalaciones”.
. Maersk, la favorita de “Guillo” Dietrich, frente a una concesión provisoria
Apenas se produjo la destrucción de paredes por parte del contenedor, una comisión de Seguridad e Higiene del Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) fue a inspeccionar las condiciones de trabajo de la Terminal Portuaria 4, junto a personal de la misma especialidad de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Allí constataron la inseguridad en la cual desempeñaban sus funciones los verificadores de la Aduana.
“Las oficinas están lindantes al depósito de contenedores, eso ocasionó el accidente”, confirmaron fuentes de esa comisión a Minuto de Cierre. “La falla es tan evidente, que apenas los visitamos comenzaron a armar una pared perimetral para separar las oficinas del depósito”, agregó. “Los trabajos avanzan rápido y en los próximos días habrá una nueva inspección”, concluyó.
Maersk, mundialmente conocida por su nombre impreso en gran parte de los contenedores del comercio mundial, es la principal responsable del siniestro laboral que terminó con suerte. Se trata, además, de la firma preferida de Guillermo “Guillo” Dietrich para “ordenar” (otros decían monopolizar) el sistema de puertos de Buenos Aires, hoy repartido en tres jugadores (Maersk entre ellos).
La concesión de esta Terminal 4, donde ocurrió el accidente, iba a terminar en febrero del 2019, mientras que la de Terminales Río de la Plata (TRP) lo haría en noviembre de ese año y la Bactssa en mayo del 2020. Sin embargo, en diciembre del 2018, cuando Dietrich imaginaba un Macri reelecto, y él era apodado “El Faraón”, firmó la Resolución 1064/2018, que prorrogó todas las concesiones hasta mayo del 2020. Como la de Maersk era la primera en vencer, el mercado interpretó esa decisión como un gesto destinado a favorecer a la multinacional de origen danés.
Cuando llegó el fin de la concesión para todos, ya con nuevo gobierno, el Ministerio de Transporte y la Administración General de Puertos (AGP) decidieron prorrogar todas las concesiones por dos años más. Mientras la política y la economía se acomodan, tanto Maersk como los demás operadores ganaron tiempo. Su firma para puertos, APM Terminals tiene oficinas centrales en La Haya, Holanda, que es una especie de paraíso fiscal, mientras que sus operaciones se extienden a Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y Perú. En su terminal de Buenos Aires se manejan embarques en contenedores; además de una serie de otro tipo de carga como fruta, equipos pesados, ganado, maquinaria, papel, placas y tuberías de acero, productos a granel y carga para proyectos.
. El rol de la ART
Además de la responsabilidad primaria de la empresa que maneja el puerto, también tiene parte de la misma la aseguradora de riesgos del trabajo (ART) contratada para Terminal 4. Se trata de Swiss Medical ART, conocida por su marca comercial SMG. De acuerdo al ranking de aseguradoras a fines del año pasado, ocupa el lugar 21º con casi 1,5% del mercado.
No se trata de una ART líder sino de un negocio subsidiario del “core” de su grupo, nada menos que la prepara Swiss Medical, una de las más importantes del mercado. Por ello, la ART tiene mayoría de clientes en el mercado de la salud privada, especialmente clínicas y sanatorios.
La obtención de Terminal 4 como cliente pudo haber llegado a través de algún acuerdo corporativo entre la prepaga y los reyes de los contenedores. Entre la comisión que investigó el accidente del lunes pasado campeó cierta opinión sobre la “falta de expertise” de SMG en un tema tan delicado como el movimiento de mercadería portuaria. Por otra parte, habrá que ver si la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) toma medidas con respecto a la aseguradora. La falta de una pared entre el depósito y la oficina, que pudo haber sido mortal, le deja poco espacio para la inacción o el “siga siga” que son marca registrada de un gobierno con muchos “funcionarios que no funcionan”.
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