02 de Diciembre de 2021 - 12:37

Moody’s, Argentina tiene un alto riesgo de volver a caer en default y devaluar

Lo dijo el vicepresidente de la agencia estadounidense, Gabriel Torres, en una conferencia de prensa virtual e indicó que la inflación subirá en 2022 y que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una medida “necesaria pero no suficiente” para recuperar la credibilidad.

La calificadora Moody's indicó en un nuevo informe que la Argentina está en riesgo de volver a caer en default de su deuda soberana y tener un salto cambiario importante. El jefe de analistas de riesgo soberano para Argentina, Gabriel Torres, brindó una conferencia de prensa virtual e indicó que la inflación subirá en 2022 y que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una medida “necesaria pero no suficiente” para recuperar la credibilidad.

“El mercado da por descontado es que Argentina va a tener que reestructurar su deuda y estamos de acuerdo; nuestra nota es consistente con un default. Ningún país del mundo paga su deuda, todos lo refinancian, si argentina no cambia su spread, va a entrar en default”, comenzó.

La Argentina está en 50 o 52 por ciento y eso es con varios precios congelados: electricidad, energía, el dólar oficial; es la historia de las crisis. se busca limitar la inflación pero con un ancla del tipo de cambio, hasta que llega u momento que no se puede sostener, habrá una devaluación abrupta y lleve a un salto inflacionario”, comentó.

Respecto al acuerdo con el FMI, dijo: “Cumplirá dos funciones: arreglar los pagos con el FMI porque si entra en default, eso llevará a que otros organismos como el Banco Mundial no le presten. Y lo otro es que obliga a la Argentina a decir qué va a hacer en los próximos años con el plan plurianual. un acuerdo le va a dar una oportunidad, por supuesto si se cumple”.

“Desde la perspectiva de crédito, el Gobierno debe darle prioridad a pagar la deuda, y eso exige acceder a los mercados y eso no está. Lo concreto es reducir algunas de las vulnerabilidades económicas. pero hay otro elemento: la confianza, porque los números fiscales mejoraron y bajó la asistencia del Banco Central al Tesoro, pero como no hay confianza de que el Gobierno va a continuar con esta reducción del déficit, no se traduce en mejores expectativas”, remarcó.

Argentina repite sus crisis una y otra vez; solo trata de solucionarlas anclando su tipo de cambio, pero llega un momento que bajan las reservas, devalúa, explota y todo vuelve al comienzo. Si fuera fácil, ya se hubiera solucionado. Así que se requiere que haya continuidad en ciertas políticas más allá de un solo gobierno. Por ejemplo, que la prioridad del Banco Central sea bajar la inflación. Ya hoy en todo el resto de América latina hay un acuerdo en todos los partidos políticos, por derecha y por izquierda, que la inflación no puede superar el 10 por ciento”, dijo.

A lo que respecta a la devaluación, fue tajante: “Es muy difícil que no haya un salto cambiario; los diferentes dólares, paralelos y oficiales están en 200 pesos, así que si liberás el tipo de cambio, posiblemente llegue a 150 el tipo de cambio oficial. Los gobiernos que se encuentran en esta situación tratan de hacerlo en forma gradual, pero eso es imposible sin políticas que generen confianza”.

“La meta del 3,3% del PBI es una decisión política. Esto asume que la situación del Covid continúa mejorando, pero sin ese problema, el problema de Argentina no es tanto el número, sino la credibilidad. No sería grave si llegara al 3,5% si mantiene un plan. Hoy no lo vemos como un escenario. Argentina tiene un riesgo país de 1900 puntos básicos y Honduras, un país con extrema pobreza y una nueva presidenta de izquierda, tiene 400 puntos. Argentina debería llegar a 400 o 500 puntos para volver y eso requiere un cambio abrupto sobre cómo implementa sus políticas públicas”, resumió.

“Definitivamente la mejor expectativa ayuda; nuestro último pronóstico era del 7,5% y más ingresos ayudarán. Pero los problemas no se resuelven con crecimiento de uno o dos años, aunque claramente puede ayudar en el corto plazo a reducir el déficit fiscal”, contó.

“Están las reservas totales y las netas, que son de unos 5000 millones de dólares. Este dato refleja -y sobre todo su tendencia- que no se puede sostener el tipo de cambio en el mediano plazo. Esto ya se vio en el pasado: cuando las reservas a cierto nivel, al Banco Central no le queda otra que devaluar”, sentenció sobre las reservas del Banco Central.

“Si no se llega a un acuerdo -con el FMI-, hay que ver qué significa; si se posterga o quiere decir que no le va a pagar al FMI, un escenario que en general no existe en el mundo. Te cerraría todo tipo de fondeo y empeoraría mucho la situación de Argentina”, cerró.

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