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Con más de cuatro hojas de argumentos, la presidenta de la Cámara de Senadores, Cristina Fernández de Kirchner, estableció en la resolución DP 15/20 que a partir del 14 de septiembre de 2020 "en el H. Senado de la Nación, la nómina de personal deberá ser ocupada en una proporción no inferior a UNO POR CIENTO (1%) de la totalidad de la misma por personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo."

Para garantizarlo, "se deberán establecer reservas de puestos de trabajo" y asimismo, deberán "reservarse las vacantes que se produzcan en los cargos correspondientes a los y las agentes que hayan ingresado bajo el régimen del presente decreto para ser ocupadas en su totalidad por personas travestis, transexuales y transgénero.

Estos cambios se producirán sin modificar las condiciones laborales existentes de quienes actualmente trabajan en el organismo estatal. 

El decreto reconoce la gravedad de la situación en la que se encuentra esta población, aún más vulnerabilizada en el contexto de la pandemia: "la importancia de estas normas de protección deriva de la situación de grave desventaja en la que vive la población transexual, travesti y transgénero, la que ha sido observada tanto a nivel regional como nacional."

Uno de los argumentos más fuertes radica en la corta esperanza de vida que tiene este colectivo: "las personas travestis, transexuales y transgénero tienen una expectativa de vida de entre TREINTA Y CINCO (35) y CUARENTA (40) años aproximadamente, lo cual demuestra la cruel y desigual situación social frente al resto de la sociedad argentina. 

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