21 de Febrero de 2020 - 13:35

El subdirector de Fiscalización de la AFIP fue nombrado en el cargo, y de modo inmediato se fue de vacaciones a Disney

José Antonio Bianchi fue designado en un cargo clave el 5 de febrero pasado, con un sueldo cercano a los 500.000 pesos. Tras su nombramiento, se fue rápidamente de vacaciones a Disney, donde está actualmente. Todo ello en un contexto donde la recaudación perdió 8 puntos contra la inflación en enero, y se espera también un número negativo para febrero. Mientras que el FMI recomienda estar 5 puntos por encima de la inflación.

Algunos funcionarios del Gobierno Nacional, inclusive muchos que no fueron formalmente designados, dejaron de lado sus vacaciones para cumplir la nueva función que les asignaron. Sin embargo, no fue este el caso de José Bianchi, que fue premiado con el puesto clave de subdirector general de Fiscalización de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Un lugar codiciado, ya que los subdirectores del organismo recaudador cobran un sueldo cercano al medio millón de pesos, y por supuesto que todo en blanco. Sin embargo, Bianchi no se quedó a fiscalizar y recaudar, sino que tras ser designado se fue inmediatamente de vacaciones a Disney, según averiguó Minuto de Cierre. Bianchi sigue en la tierra de Pluto y Mickey Mouse, mientras que la recaudación del organismo no reacciona positivamente.

En enero, la recaudación impositiva creció 44,9%, contra una inflación del 52,9%. Es decir, bajó 8 puntos en términos reales, a pesar de la implementación del impuesto PAIS o “dólar solidario”, que hace un año no existía. Ante el mal resultado, cerca de Mercedes Marcó del Pont argumentan que este se explica como “como rezago de la gestión macrista”. 

Durante febrero, en cambio, se verá si finalmente la gestión del Marcó del Pont puede acercar el crecimiento de la recaudación al de los precios, o sigue por debajo. Una actividad económica estancada no ayuda, pero el objetivo de recaudar más siempre es importante, más aún cuando el ministro de Economía -Martín Guzmán- dijo que achicar el gasto público durante un ciclo económico recesivo no es recomendable, y además hay que mostrar capacidad de pago mientras se renegocia la deuda externa.

En su reciente y extensa visita al país, ese fue uno de los puntos que -aunque de modo informal- remarcaron los directivos del Fondo Monetario Internacional, según se explicó con todo detalle en una nota de Ámbito Financiero: https://www.ambito.com/economia/fmi/primera-observacion-del-fmi-brecha-ipc-y-la-recaudacion-n5082871. Allí se marcó que el organismo internacional recomienda que los ingresos tributarios trepen 5 puntos por encima de la inflación, un objetivo del cual hoy la AFIP está nada menos que a 13 puntos.

Por todo ello, en toda la AFIP llamó la atención que Bianchi se tomara vacaciones apenas asumido un cargo clave para elevar la recaudación. De este forma, dejó tal responsabilidad en manos de Patricia Vaca Narvaja, que ocupa la subdirección general de Servicios al contribuyente. Vaca Narvaja es un cuadro político respetado dentro del kirchnerismo y peronismo en general, pero esta es su primera experiencia en la AFIP. 

Bianchi: con el apoyo de Capello y “Judas” según Echegaray

José Bianchi ya fue subdirector de Fiscalización, durante la gestión de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP. Sin embargo duró apenas seis meses en el cargo, según recuerdan diversas fuentes, porque sufría frecuentes ataques de pánico. Frente a ello, Echegaray lo hizo volver al área de Sistemas.

A pesar de ello, Bianchi se vio favorecido con el nombramiento de su ex mujer, su actual esposa, y también su hija, dentro de la AFIP, donde los sueldos generalmente superan los 200.000 pesos. “Es casi una pyme familiar. Durante la gestión de Echegaray fue cuidado y respetado, y luego de eso se dedicó a “marcarnos” como durante la dictadura, para que nos persigan”, le confió a este medio un actual colaborador de Virginia García, actual titular de la Dirección General Impositiva (DGI, el cargo más importante luego del administrador/a federal).

Una de las noticias políticas de la semana fue el cumpleaños de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Virginia García estuvo allí, y la ocasión pareció poco propicia para hablar los temas de AFIP. Pero García, personal de carrera del organismo y ex cuñada de Máximo Kirchner, ya habría tomado nota de la actitud de Bianchi.

Este, además, llegó al cargo gracias al apoyo de Juan Capello, una especie de niño mimado de Marcó del Pont, que actualmente es el subdirector general de Coordinación Técnico Institucional. Los más memoriosos apuntan que Capello fue clave en el “Lawfare” ejercido contra el grupo de Cristóbal López y Fabián De Sousa. En definitiva, la AFIP fraguó que debían $ 8.000 millones, y una pericia del año pasado determinó que eran $ 2.200 millones, de los cuales habían pagado $ 1.600 millones. 

En el medio del proceso que llevó al número verdadero, López y De Sousa estuvieron presos. Esta semana, Minuto de Cierre apuntó que una de las responsables de la AFIP en ese proceso, Marina Lamagrande, fue corrida de su cargo por pedido directo de un ministro: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-2-17-16-18-0-marina-lamagrande-la-jefa-de-afip-que-emitio-el-dictamen-contra-cristobal-lopez-fue-desplazada-de-su-cargo. Capello, en cambio, por ahora sigue firme en su cargo. 

En cuanto a las razones del apoyo de Capello a Bianchi, algunos apuntan al rol que desempeñó durante la instrumentación del cepo cambiario, a fines del 2011. En las oficinas del administrador federal -Ricardo Echegaray en ese entonces-, el tema se hablaba entre 5 personas, entre las cuales estaba el propio Bianchi. Y de algún modo, la presidenta del Banco Central -Mercedes Marcó del Pont- se enteraba de lo que iba a ocurrir.

La historia siguió. En noviembre de 2013, Marcó del Pont fue desplazada del Banco Central, y siempre le echó la culpa de eso a Echegaray. Mientras que en enero de este año se reencontraron, ella como jefa y él como funcionario de carrera suspendido en su función y sueldo. Esto se solucionó con el restablecimiento de Echegaray a la carrera de la Aduana. Pero la sensación de la AFIP es que a la historia de desamor y enfrentamiento entre el abogado y la economista le faltan capítulos. Mientras tanto, todo el Gobierno Nacional -y el país en definitiva- necesita que la AFIP recaude por encima del crecimiento de la inflación. Algo que no está ocurriendo. 

 

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