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EL 15 de octubre de 2016, un llamado al 911 alertó que el presidente, Mauricio Macri, había sido secuestrado en una fábrica de chocolates en la localidad bonaerense de Los Polvorines.

León Kennedy, así se identificó, pidió a cambio de la liberación de Macri 250.000 pesos y exigió que bajara los precios “sino lo iban a matar”.

El diálogo

911: Hola
L1: Hola somos nosotros, queremos a la Policía porque secuestramos al Presidente y queremos 250.000 pesos queremos loco, en una fábrica de chocolate. Lo secuestramos porque aumenta todas las cosas y la nafta.
911: ¿me pasás con un mayor por favor?
L1: Yo soy mayor, y queremos 250.000 pesos
911: ¿En dónde lo tienen?
L1: En una fábrica de chocolate
911: Y cuáles sería la razón del secuestro
L1: Lo secuestramos porque es un pelotudo y un maldito y también porque paga mucho. Aumenta mucho, por eso, aumenta todas las cosas y la nafta, por eso lo vamos a secuestrar.
911: ¿Lo van a secuestrar o lo secuestraron?
L1: Lo secuestramos mejor dicho.

La identificación de la línea telefónica determinó que el llamado fue hecho desde un celular particular de un habitante de Los Polvorines, pero al haber sido tan ridículo y “burlón” la causa fue archivada ya que la fiscalía consideró que no generó alarma ni susto lo que sí habría configurado un delito.

La fiscalía, a cargo de Ramiro González, evaluó que fue incluso hasta “contradictorio” el llamado y, basado en jurisprudencia, pidió el archivo de la misma.