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El viernes, cuando la mayoría de los argentinos estaban pensando en la fiesta de Navidad, el presidente Mauricio Macri llamó de urgencia a Alberto Abad, titular de la AFIP. 

El primer magistrado interrumpió sus vacaciones de 15 días, antes de viajar al casamiento de Carlos Tévez, porque había recibido una queja de las autoridades del Rally Dakar, que en días iniciará su capítulo sudamericano. El problema surgió en la Aduana de Campana, donde el director administrativo, Claudio Sánchez, decidió realizar una inspección integral sobre los automóviles del famoso rally que estaba en tránsito rumbo a Bolivia. 

Sánchez, de apenas dos años en la Aduana, tomó una medida lógica si se considera que en 2014 se detectaron 1.400 kilos de cocaína en las ruedas de un camión que participó del Rally Dakar, y que iba desde Chile a España. Sin embargo, en la actual situación política de la Aduana argentina, el exceso de celo profesional le habría costado el cargo a Sánchez.

Pero el capítulo más interesante de esta historia es cómo puede aprovechar Alberto Abad para dejar a Gómez Centurión más solo de lo que ya está. El titular de la AFIP, fortalecido desde que el viernes apareció su nombramiento en el Boletín Oficial hasta el 2020, se cobraría otra cabeza tras el enojo del presidente Macri por haber quedado mal con el Rally Dakar.

Se trata de Pedro Luis o -Pierre Louis- Chapar, un funcionario franco-argentino que tuvo denuncias por estafa en 1999, a través de la aseguradora Indio; y que acompañó a Gómez Centurión en la porteña Agencia Gubernamental de Control, donde se lo acusó de malos tratos. 

Chapar sería un eslabón más en la lista de "impresentables" de los que se rodeó Gómez Centurión, que incluye al "Cuki" Barreiro Laborda, que está a punto de "entregarlo" con sus declaraciones judiciales. Pero Chapar no es un eslabón más, sino el más clave desde su función operativa en la Aduana. Es el subdirector de la Aduana Metropolitana, desde donde manejaba la liberación de containers que disparó el caso de la "Mafia de los Contenedores". 

Con la salida de Chapar, que estaría por publicarse en el Boletín Oficial, Gómez Centurión está cerca de pasar -en términos de la batalla naval- de tocado a hundido.