18 de Julio de 2025 - 18:03

El efecto Bitcoin y la mafia rusa en la Argentina

El presidente Alberto Fernández le ofreció a Vladimir Putin que Argentina sea la “puerta de entrada para que Rusia ingrese a América Latina de modo más decidido”. Pasaron más de 3 años y medio desde aquella invitación y el Bitcoin explotó en su cotización. La criptomoneda le vino al Kremlin como anillo al dedo para sortear los embargos de Occidente. La fortuna de los oligarcas rusos desde la Perestroika de Gorbachov, los herederos de Yeltsin, al financiamiento de la red de espionaje más sofisticada del Mundo.

Por Marco Esdrás

El Bitcoin pasó el criptoinvierno de 2022, aprovechó sus posteriores “halvings” y en estos días está superando la barrera de los Usd 120.000. Inadvertidamente se estereotipa una correlación entre el desarrollo de la Guerra de Ucrania y el impulso de los bitcoins por parte del Kremlin. 

Se suscitó una saga espeluznante de la Mafia Rusia y los bitcoins, con Argentina como uno de sus agentes catalizadores. Desde el silencio pantomímico de Alberto y el gesto adusto de Putin.

Formulada la invitación por Alberto Fernández con fecha 3 de febrero de 2022 en sede moscovita, seguidamente el 24 de febrero se inicia la guerra entre Rusia y Ucrania (los informes de inteligencia dan cuenta que esta Guerra se planificó desde antes de la Anexión de Crimea). De inmediato, se propició el arribo de rusos a Argentina sin trabajo pero con mucho dinero ajeno y con pasaportes apócrifos (testaferros de oligarcas y magnates rusos, que deambulan por diversos países con el objeto de: lavar dinero, espiar, brindar logística al Kremlin y sortear los embargos de Occidente). Dicho en otras palabras:  Rusia ha optado por activar células durmientes o delegar tareas de espionaje a agentes no oficiales. Estos pueden ser ciudadanos de terceros países o “ilegales”, agentes rusos que se hacen pasar por ciudadanos de otros países y establecen su cobertura durante años.

Más tarde, el presidente Alberto Fernández condenó la guerra de Rusia contra Ucrania durante su visita a Joseph Biden en la Casa Blanca, pero cuando regresó a Buenos Aires se abstuvo de ordenar medidas cautelares que afecten los intereses económicos del Kremlin y que compliquen los movimientos de los principales asesores de Vladimir Putin.

El 2 de junio de 2025 Sberbank, el banco más grande de la Federación Rusa, ha lanzado un bono estructurado que vincula la rentabilidad de los inversores al rendimiento de Bitcoin y al tipo de cambio dólar-rublo. Este nuevo producto financiero representa una de las primeras iniciativas de una importante institución rusa para ofrecer inversiones vinculadas a Bitcoin bajo la reciente actualización de la normativa nacional. Previo a ese hito, Rusia había creado una “stablecoin” ideada para esquivar sanciones cuyo creador es un oligarca moldavo (Ilan Shor), prófugo desde 2019 y asilado por el Kremlin. Este token se llama “A7A5” y ha movido más Usd 10 billones en 4 meses. 

Desde el inicio de la Guerra de Ucrania, los rusos tomaron varias medidas para ocultar sus transacciones de Bitcoin. Compraron algunos Bitcoins en las llamadas plataformas de intercambio entre pares (P2P), donde compradores y vendedores pueden interactuar directamente sin que las plataformas recopilen información de ninguna de las partes. Los rusos también crearon bitcoins mediante el proceso conocido como minería. En la minería, las computadoras compiten para desbloquear nuevos bitcoins resolviendo complejos problemas computacionales. Agencias de inteligencia rusas están “financiando constantemente” agentes con criptomonedas.

Putin ha instado a Rusia a no desaprovechar la oportunidad de regular las criptomonedas, destacando su creciente papel en los pagos globales y su potencial para reducir la dependencia del dólar estadounidense. Funcionarios clave como la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, han reconocido específicamente que este cambio legislativo busca mitigar el impacto de las sanciones y facilitar los pagos internacionales.

La nueva legislación consolida el control del Banco Central de Rusia sobre las criptomonedas, lo que le permite regular y supervisar estrechamente estas transacciones. Si bien el Banco Central de Rusia aún está probando su moneda digital emitida por el banco central (CBDC) conocida como el rublo digital, cuyo lanzamiento está previsto para 2026, esta legislación permite el uso de criptomonedas existentes bajo la supervisión del banco central.

Como ya se ha contado, Rusia ha estado explorando diversos métodos para eludir el sistema financiero dominado por Estados Unidos, incluyendo desarrollos basados en blockchain con la comunidad BRICS y el posible lanzamiento de una moneda estable respaldada por oro con Irán. El Sistema de Mensajería Financiera del Banco Central de Rusia (SPFS), la alternativa rusa al sistema de mensajería financiera SWIFT, es otro componente clave de esta estrategia, aunque su uso sigue siendo limitado.

La decisión de Rusia de integrar las criptomonedas en su sistema financiero podría mejorar su capacidad para eludir el sistema financiero estadounidense y participar en operaciones comerciales no denominadas en dólares. Sin embargo, la evasión de sanciones en cadena a gran escala sigue siendo muy improbable, dado que las reservas totales de divisas de Rusia ascienden a poco menos de medio billón de dólares, con aproximadamente 300 000 millones de dólares en dólares, euros y libras esterlinas aún congeladas. 

Los actores afiliados al gobierno que podrían intentar aprovechar los nuevos desarrollos incluyen recaudadores de fondos que apoyan a militantes prorrusos en Ucrania, facilitadores que ayudan a oligarcas y otras personas políticamente expuestas a participar en la fuga de capitales. 

Como antecedentes normativos de rigor se pueden citar: el 30 de julio de 2024 cuando La Duma aprueba dos leyes: una que legaliza la minería de criptomonedas y la otra que allana el camino para el uso de criptomonedas en pagos internacionales. Y el otro hito sería el 8 de agosto de 2024 cuando el presidente Vladimir Putin promulga leyes sobre pagos y minería de criptomonedas.

Como dato alentador para esta “empresa” o, mejor dicho, este “joint venture internacional”, Trump y Putin son socios en estos menesteres de memecoins y criptoactivos en general. De hecho, Trump creó por primera vez en la Casa Blanca un cargo para manejar las cuestiones de Inteligencia Artificial y de Criptoactivos en manos de David Sacks. Además, pareciera que al presidente de EE. UU no tiene demasiado interés en que finalice la Guerra en Ucrania. 

La Mafia Rusa siempre fue muy meticulosa en su “cash management”. Otrora aprovecho las bondades del paraíso fiscal de Nauru, una isla de la Micronesia, donde lavó Usd 70.000 millones de dólares (el equivalente a 700 veces el PBI del estado insular). Esto desencadenó el denominado “Efecto Vodka” en 1998 que significó el default de la deuda pública, una megadevaluación del rublo, consecuencia principalmente de la fuga de capitales. 
 

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