08 de Mayo de 2025 - 17:28

Segunda fumata negra en el Vaticano: aún no hay consenso en el cónclave de cardenales que debe elegir al nuevo papa sucesor de Francisco

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El cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco tras su fallecimiento comenzó este miércoles en el Vaticano. Son 133 los cardenales con derecho a voto —todos menores de 80 años—  que participan de este rito antiguo y reservado que la Iglesia católica conserva sin cambios desde hace siglos.

Este jueves por la mañana, en el segundo día del cónclave y ante una gran expectativa, los cardenales electores aún no habían alcanzado consenso respecto a quién será el nuevo papa. Fue la segunda fumata negra que emergió de la Capilla Sixtina, después de que la primera jornada concluyera sin resultado.

La fumata negra que se pudo ver ya en dos oportunidades confirmó que ningún candidato alcanzó los dos tercios necesarios para ser elegido pontífice en las primeras tres votaciones.

Minuto a minuto, cómo es el cónclave que elige al nuevo Papa

Desde primera hora de este jueves, los 133 cardenales electores retomaron el proceso. A las 7:45 horas locales (05:45 GMT), salieron de la residencia de Santa Marta, donde permanecen alojados en régimen de aislamiento, para dirigirse a la Capilla Paulina, ubicada a casi un kilómetro de distancia. Allí concelebraron la misa antes de ingresar nuevamente en la Capilla Sixtina hacia las 9:30 (07:30 GMT).

De acuerdo con la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, en los tres primeros días del cónclave están previstas dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.

El miércoles, la jornada comenzó con la misa tradicional “Pro eligendo Pontifice”, celebrada en la basílica de San Pedro y encabezada por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. Durante su homilía, el cardenal instó a sus pares a encarar esta etapa con discernimiento, oración y sentido de responsabilidad, conscientes del momento crucial que vive la Iglesia.

Por la tarde, los cardenales se congregaron en la Capilla Paulina y desde allí iniciaron la solemne procesión hacia la Capilla Sixtina. En un clima de recogimiento, avanzaron en silencio al ritmo de las letanías y del himno Veni Creator Spiritus, invocando la inspiración del Espíritu Santo antes de iniciar las votaciones. Ya en la Capilla Sixtina, todos prestaron juramento de confidencialidad ante los Evangelios, un gesto que refuerza el carácter reservado del proceso.

Acto seguido, monseñor Diego Ravelli, maestro de ceremonias pontificio, pronunció el tradicional “Extra omnes”, ordenando la salida de todos los presentes que no participan de la elección. Con esa frase se da comienzo formal al encierro, un tiempo marcado por el silencio, la oración y la reflexión, durante el cual el Vaticano permanece en vigilia, a la espera de la señal que anunciará al nuevo líder de la Iglesia: el humo blanco que surgirá desde la chimenea de la Capilla Sixtina.

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