El trigo en alerta por las sequías generalizadas en el país
Las zonas más perjudicadas se concentran en el centro y oeste de Entre Ríos y Santa Fe, en el sur de Córdoba y norte de La Pampa, según el reporte de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura.
Las zonas de producción triguera registran un “desecamiento generalizado debido a las escasas o nulas precipitaciones”, según advirtió un informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura.
El informe, que semana tras semana realiza un relevamiento de la situación en las principales regiones productivas, alertó que “las zonas más perjudicadas se concentran en el centro y oeste de Entre Ríos y Santa Fe, en el sur de Córdoba y norte de La Pampa, donde las reservas muestran valores de sequía”.
Este año, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el trigo cubre a nivel país 6,7 millones de hectáreas, una expansión de 1,2 millones de hectáreas versus el ciclo agrícola precedente.
“En Santiago del Estero y Córdoba, lamentablemente, se extienden las condiciones hídricas deficitarias para los trigos tempranos en casi la totalidad del territorio”, señaló el informe de ORA en otro tramo. En cambio, hay una mejor situación en la provincia de Buenos Aires, aunque allí también ya se han encendido señales de alerta. Al respecto, remarcó: “La provincia de Buenos Aires mantiene reservas adecuadas y óptimas en amplias regiones, pero comienza a mostrar desecamientos en toda la extensión oeste”.
En Córdoba, los técnicos y productores dicen que el trigo “viene sobreviviendo” por la escasez de buenos registros de lluvias. “En el sur de Córdoba las precipitaciones no vienen acompañando. El trigo viene sobreviviendo con las lluvias de abril que fueron las que empujaron su decisión de siembra”, explicó Juan Pablo Ioele, asesor de productores en la región.
El técnico indicó que el cultivo se encuentra “saliendo de macollaje e iniciando encañazón”. Es una etapa relevante donde, justamente, la necesidad de buena reserva de humedad se torna crucial.
“Los requerimientos de agua y nutrientes empiezan a ser importantes y no tenemos agua en el perfil para sostener la potencialidad de la buena implantación que habíamos tenido. Muchos macollos se reabsorbieron y el número de espigas ya es un 30-40% de las potenciales que teníamos en macollaje”, advirtió el técnico. Insistió en que los cultivos “ya están resignando potencial”.
La semana pasada, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reportó una mejora en la condición hídrica para el trigo debido a anteriores lluvias en varias regiones, pero lo hizo marcando disparidades. “En cuanto al trigo, la condición hídrica mejoró en 4 puntos porcentuales a escala nacional, con aumentos significativos de la oferta hídrica sobre el centro-este y sur del área agrícola, mientras que, sobre el norte y el oeste, excluidos del aporte de las lluvias, continúan bajo condiciones de humedad cada vez más restrictivas”, dijo.
Luego consignó: “A nivel nacional se observa una demora en la llegada a encañazón de 12,5 puntos porcentuales debido a bajas temperaturas. No obstante, en las zonas alcanzadas por las lluvias se están llevando a cabo las labores de fertilización correspondientes y, en consecuencia, esperan que con el aumento de las temperaturas, el cultivo desarrolle y entre en etapas críticas con alto potencial”.
En este marco, también la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) brindó un panorama heterogéneo para el trigo de acuerdo a cómo impactaron las precipitaciones en las últimas semanas. “Desde Rosario hacia el sur, donde llovió más de 30 mm, mejoró la condición del trigo y el rinde promedio podría superar 40 qq/ha [quintales por hectárea]. Además, se aprovechó para completar la fertilización con nitrógeno. En Bigand (centro sur de Santa Fe) se está apuntando a un rinde entre 40 y 50 qq/ha. El trigo en Pergamino (noreste de Buenos Aires) retomó su crecimiento y se proyecta un rendimiento de 50 qq/ha. En Gral. Pinto (noroeste de Buenos Aires), la lluvia le cambió la cara a los trigos”.
Añadió: “En la región, tras las lluvias reaparecieron los lotes en excelentes condiciones (son el 15%), el 50% está muy bueno, el 30% bueno y disminuyeron los cuadros regulares, que ahora son el 5%. El 80% del trigo está en pleno macollaje y el resto, en encañazón”. (Fuente: La Nación)