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El conflicto por los despidos de empleados estatales que impulsa el gobierno de Javier Milei se intensifica, y el gremio que los agrupa convocó a un paro este viernes, luego de llevar a cabo otras medidas de fuerza, como el ingreso a edificios públicos que intentó ser frenado por las fuerzas de seguridad, durante una jornada cargada de tensión, este miércoles.

"Le vamos a dar pelea y le vamos a sacar la motosierra", afirmó el titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Nacional, Rodolfo Aguiar. Asimismo, expresó que "este fin de semana se recibieron miles y miles de telegramas de despidos, en todos los casos ilegales y arbitrarios". Según indicó, "son más de 11 mil despidos fehacientemente comunicados en todo el país".

Críticas al Gobierno y convocatoria a un paro

El líder sindical remarcó que las ocupaciones pacíficas en ministerios y organismos públicos de la jornada se dieron "a pesar de que el Gobierno decidió llenar de policías todas las dependencias públicas".

En esa línea, Aguiar había afirmado que el Gobierno va “por la cabeza de los 70 mil contratados”. En este sentido, argumentó: “Por eso, a la tarde en un plenario de más de mil delegados vamos a definir la profundizar el plan de acción y vamos a proponer una nueva medida de fuerza general antes de que termine esta semana”. 

Además señaló: “Milei decidió tercerizar el ajuste: ahora la motosierra la tiene Techint, porque el secretario de Trabajo (Julio Cordero) es un gerente de Recursos Humanos de ese grupo empresario. Pero le vamos a dar pelea y le vamos a sacar la motosierra”.

Al justificar el ingreso de los cesanteados a sus lugares de trabajo, Aguiar afirmó que "la comunicación del despido resulta absolutamente ineficiente en términos jurídicos" y destacó que el empleo público cuenta con altos índices de precarización. 

“Esto es responsabilidad absoluta de todas las gestiones que se sucedieron por la Casa Rosada y no le dieron solución a este fraude laboral de 70 mil trabajadores que deberían estar en planta permanente: acá no hay ñoquis y el pueblo empieza a darse cuenta”, dijo Aguiar.

Por último, Aguiar apuntó directamente contra el Presidente: “El ñoqui más caro que tiene el Estado es alguien asumió el 10 de diciembre y se pasa el 80% de su jornada laboral jugando en las redes".    

La protestas de ATE: ingreso a ministerios y choque con las fuerzas de seguridad

Durante la mañana, hubo protestas tanto en la Secretaría de Trabajo como en el Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi).

Los trabajadores estatales ingresaron al edificio del INADI, tras forcejear con las fuerzas de seguridad. Mientras tanto, en la Secretaría de Trabajo de la Nación hubo retención de tareas por empleados cesanteados y una protesta realizada por ATE.

El operativo de seguridad desplegado en las inmediaciones del INADI intentó detener el avance de los trabajadores que de todas maneras lograron ingresar al organismo, traspasando los molinetes. Muchos de los empleados se enteraron de su desvinculación en el mismo momento y otros recibieron, mediante correo electrónico institucional, la comunicación de la cesantía de sus contratos.

Una empleada del Inadi, cuyo testimonio se viralizó, contó que había ingresado a trabajar en el año 2008 y que le faltaban meses para jubilarse. "En mi legajo tengo los agradecimientos de todas las personas que beneficié con mis gestiones. Me quedo sin ingresos hasta que salga mi jubilación", expresó la mujer.

A su vez, en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) decenas de trabajadores hicieron una larga fila para saber si habían sido despedidos o podían ingresar y ocupar sus puestos de trabajo para realizar sus tareas habituales.

Ante el despliegue policial que rodeaba el Polo Científico, los empleados tuvieron que dar su nombre y apellido, uno por uno, para constatar si se encontraban en la lista de personal desvinculado. Por lo sucedido,  ATE denunció a través de su cuenta de la red social X "un CONICET militarizado" y repudió "el amedrentamiento contra los trabajadores".

Según relataron empleados que allí se encontraban, el procedimiento implicaba bajar al subsuelo y, "si estabas despedido, la policía te acompañaba a retirar tus cosas".