El Banco Nación estrenó gerente general en su aniversario 133°
Gastón Álvarez, la gran apuesta del BNA para recuperar su imagen, optimizar sus procesos y su productividad.
Por Marco Esdrás
El Banco de la Nación Argentina continúa con su proceso de reacomodamiento interno, transformación societaria, capitalización e ingreso de capital privado.
Durante los últimos años, la decadencia del Banco Nación venía opacando su distinguida trayectoria desde su fundación, allá por el 26 de octubre de 1891. La sucesión de arbitrarias decisiones en desmedro de la propia institución implicó un deterioro significativo. Siempre acontece lo mismo cuando se anteponen intereses personales ante el fin organizacional.
Dentro de ese contexto, resulta encomiable la designación de Gastón Álvarez. Un profesional de serias y notables convicciones que debe enfrentar el desafío de recapitalizar y mejorar sustancialmente la rentabilidad de la institución.
Uno de los quehaceres que le deparará será la tamaña tarea de definir la estrategia del principal banco comercial del sistema financiero argentino. En una industria donde la competencia es abrumadora y los márgenes se han tornado estrechos, resulta inexorable poner el enfoque para avizorar los puntos de inflexión que está provocando el mercado. Y claro está, tener la virtud de anticiparse a la competencia.
Los Bancos volvieron a trabajar de bancos y se afianza el proceso de “Crowding in”. Las sinergias con el Gobierno Nacional serán preponderantes así como también la lógica presupuestaria llevada a cabo (Planeamiento, ejecución y control ex ante, concomitante y ex post).
El desarrollo de la flamante gestión será en el marco de acompañar la política de compresión de spreads y al proceso de remonetización que está llevando a cabo el Gobierno Nacional. Con una plaza de pesos secándose, el mercado monetario ha cambiado de paradigmas siendo que la dinámica financiera progresivamente se convierte en más exigente. Los modelos de flujos estocásticos que actualmente discurren en las entidades financieras exacerban la necesidad de apuntar con precisión al modelo de negocios. El rigor numérico no se puede posponer más.
El sendero de la productividad exigirá recomponer la política de Recursos Humanos tan dañada por la Administración saliente y elegir a los mejores perfiles para cubrir a cada uno de los puestos. Conformar y consolidar equipos de trabajos con desafíos permanentes.
El compromiso de poner a la banca púbica nacional a la vanguardia en términos de desarrollo tecnológico y de maximización de utilidades. Es crucial mensurar la escala y el posicionamiento estratégico del Banco en cada segmento del mercado.
Hay altas expectativas cifradas en este líder que goza de la adhesión de la Casa Rosada y un grupo de conspicuos profesionales que siempre apoyan al desarrollo y al progreso de la nación argentina.
Con todo, la expectativa cifrada es muy alta y se espera que el Banco Nación se convierta en un verdadero imperio teniendo como hegemón al sistema de precios como asignador óptimo de recursos.
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