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Piqueteros, partidos de izquierda y organizaciones sociales se enfrentaron con las fuerzas de seguridad frente al Congreso de la Nación, mientras dentro del edificio, en el recinto, Diputados debate la Ley Ómnibus en una sesión maratónica. Los manifestantes se agruparon desde temprano allí en rechazo a la norma que podría aprobarse en las próximas horas, y ante la marcha que en un momento interrumpió la circulación de los vehículos, se aplicó el "protocolo antipiquete" que se viene utilzando ya hace un mes, desde que lo anunció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

La policía arrojó gas pimienta y muchas personas se vieron afectadas. También llegaron carros hidrantes y refuerzos de otras fuerzas de seguridad nacionales. Hay varios heridos. 

En un primer momento los manifestantes se encontraban agrupados en la plaza frente al Parlamento, pero dado que eran muchas personas y no entraban, bajaron a la calle. La policía les pidió que se corran de la Avenida Rivadavia para dejar que pasen los autos, pero ante la negativa la situación fue escalando, y llegaron refuerzos de Infantería, Gendarmería y Prefectura Naval. Pasadas las 19 se vivían momentos de tensión mientras se desplegaba el megaoperativo de seguridad coordinado por Bullrich. 

La concentración en el Congreso comenzó en horas del medio día y está anunciada una posterior "vigilia de necesidad y urgencia" en rechazo a la Ley Ómnibus.  Decenas de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad permanecen apostados en las inmediaciones del Congreso para evitar desmadres en la protesta.

Carros hidrantes, numerosos agentes de la Gendarmería y la Policía Federal rodean el perímetro que contempla los accesos al Parlamento en lo que configura un megaoperativo, delimitado por vallas que separan a los manifestantes del Parlamento.