Tweet 0 COMENTARIOS

La Dirección General de Aduanas, como se oficializó hace 10 días a través de un comunicado, puso la lupa sobre el sistema de “couriers”, utilizado para importaciones rápidas -a través de avión-, sin pedir autorización oficial a través del régimen general, por hasta 50 kilos de mercadería. De acuerdo a las distintas resoluciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sobre el tema, el límite pasó de 3.000 dólares por envío hasta 1.000 dólares, modificación realizada el 23 de septiembre del 2022.

A pesar de esta modificación, que volvía menos rentable al sistema, la jefatura de Aduana detectó que el sistema seguía utilizándose de modo intensivo, sobre todo a través del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El organismo detectó alrededor de 100 personas con operatorias sospechosas: monotributistas, no inscriptos en ningún impuesto, miembros de una misma familia, entre otras.   

Más allá de esta información, que se conoció oficialmente y Minuto de Cierre recogió en una nota (https://www.minutodecierre.com/nota/2023-3-7-13-14-0-aduana-puso-a-los-couriers-bajo-la-lupa-internacionales-y-locales-dos-suspendidos-y-el-arquero-que-ataja-todo), la Aduana también puso la lupa sobre las firmas que más utilizan el sistema, llamadas en la jerga “firma destinataria”. Es decir, empresas que supuestamente realizan importaciones que deberían entrar por el régimen general y lo hacen a través de Courier, aparentemente incurriendo en subfacturación (claramente sus envíos superan el valor de 1.000 dólares) y contrabando (declaran algunos artículos pero traen otros).

PC Arts S.A., la tecnológica que comercializa la marca propia Banghó, entre otras, es una de las principales apuntadas, según confirmó Minuto de Cierre con una alta fuente de la Aduana. Esta empresa traería alrededor de 70 envíos por mes mediante el sistema de Courier. Ese dato, así como el uso de distintos correos, despertó las alertas. Por un lado, por la alta frecuencia. Pero también porque, con valor máximo de 1.000 dólares para cada envío de hasta 50 kilos, es prácticamente imposible que el material ingresado al país sea rentable si ese es el valor real.  

PC Arts vende en el país computadoras, notebooks, impresoras y proyectores, entre otros vehículos que difícilmente cuesten -en su forma final o ensambladas- un promedio de 20 dólares por kilo. El dueño y fundador de PC Arts es Pablo Suaya, y la marca propia de computadoras Banghó tiene buena penetración en el mercado.

 

Investigación, maniobra, cajoneo y nuevo impulso

 

La investigación de la Aduana sobre cómo las firmas de tecnología utilizaban el sistema de Courier arrancó en octubre del 2021, aunque las autoridades máximas -Mercedes Marcó del Pont como administradora federal, Silvia Traverso en la dirección de Aduana- no quisieron avanzar demasiado. En los últimos tiempos, bajo el mando de Carlos Castagneto y Guillermo Michel, eso cambió.

De acuerdo al trabajo del área de Investigaciones iniciado en octubre del 2021, se detectó que, si bien cada persona tenía permitido un despacho de 3.000 dólares por vuelo, registraba 5 o más de ellos. Como estos pedidos eran manuales, y los datos no se cruzaban electrónicamente, ningún funcionario de la Aduana se daba cuenta del tema, o no quería darse cuenta. La investigación entonces en curso catalogó la operatoria de maniobra, más grave que una infracción. “Además sospechábamos que, como suele ocurrir, declaraban mercadería barata como cargadores o mouses, cuando en realidad traían otra más cara”, comentó una fuente que conoce bien el tema.

PC Arts S.A. era una de las principales firmas destinatarias partícipes de esta maniobra. Pero también, de acuerdo a la investigación desarrollada en ese momento, aparecen Compu Tools, Smart Solutions, Computación del Litoral y 571, todas sociedades de responsabilidad limitada. La primera aparece a nombre de Rafael y Damián Ariel Salave; Smart Solutions es de José Ignacio Areco y Francisco María Baya Casal; Computación del Litoral registra como socios a Sebastián Eduardo Tamalet y Anahí Guadalupe Virga. Por su parte, 571 S.R.L. cambió mucho de accionistas en 2019: era de Daniel Marcelo Polensvaig, Sergio Darío Elberg y Javier Antonio Da Cruz; pasando luego a manos de Leticia Norma Picallo (en lugar de Elberg) y quedando Da Cruz.