15 de Noviembre de 2023 - 16:29

Por qué echaron a Milei del Banco Central: falta de solvencia técnica, dos informes desfavorables, presencia y comportamiento

Las pasantías de seis meses generalmente se renuevan en el Banco Central, pero un joven Javier Gerardo Milei tuvo dos informes desfavorables (no uno solo) por parte de sus ex jefes. En ellos se habla de poca solvencia técnica y dificultades (o falta de voluntad) para cumplir tareas asignadas.

 

La revelación, a medias, la hizo Sergio Massa el domingo pasado en el debate presidencial. Pero aunque la falta de precisiones haya sembrado que Javier Milei fue rechazado en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) por un examen psicotécnico, las razones de fondo fueron otras. Los comportamientos personales del hoy economista influyeron, pero las razones principales fueron otras: falta de solvencia técnica e imposibilidad de seguir órdenes y cumplir tareas asignadas.

Así lo certificó Minuto de Cierre en diálogo con tres fuentes que accedieron al informe, aunque la difusión del mismo está guardada bajo siete llaves. “La principal crítica fue hacia su falta de solvencia técnica. En la época que Milei fue pasante (diciembre de 1992 hasta junio de 1993), lo usual eran por lo menos una renovación, y luego de ese año, contrato de trabajo a plazo o incorporación a la planta permanente”, apunta un influyente economista que tuvo acceso a los informes. “Las pasantías se renuevan y luego es muy difícil que los profesionales bien valorados no sigan en el BCRA”, coincidió otro conocedor del tema.

Por otra parte, los reportes desfavorables fueron dos, a falta de uno, por una razón desconocida: el joven estudiante de la Universidad de Belgrano (entonces de 22 años) trabajó en dos áreas del Banco Central que él quiere destruir, porque de la primera lo echaron. Para cumplir los seis meses de la pasantía se lo pasó a otro departamento, pero allí tampoco encajó. En consecuencia, al finalizar el contrato de formación, los dos jefes de área debieron realizar un reporte, y en ambos se habló de falta de solvencia técnica, entre otras fallas.

 

 

Una profesionalización en la que “no cuadraba”

 

 

En esa época, la inicial y con mejores resultados de la Convertibilidad, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, impulsó una fuerte profesionalización tanto de su cartera como del BCRA. Aunque este no tuviera la función monetaria, anulada por el nuevo régimen económico, sí estaba a cargo de la acumulación de reservas y la supervisión de entidades del sistema, como ocurre con cualquier banco central.

En el banco que presidía Roque Benjamín Fernández se impuso un modelo de profesionalización inspirado en normas de la conocida consultora McKinsey. “El problema de Milei es que no encuadraba en el estándar mínimo del promedio”, señala un funcionario que conoce bien la entidad. “No seguía las órdenes que le daban, y un banco central es una organización jerárquica”, agrega.

Más allá de esto, un actual directivo de la entidad apunta que otros problemas “se evidencian de modo inmanente en los dos informes”. De acuerdo a muchos compañeros de la pasantía del hoy candidato presidencial, desde el aseo y la presentación personal hasta el modo de tratar a sus pares. “No soportaba que nadie lo contradijera. Si un jefe le daba una orden, en general no la cumplía, hablando de la libertad como un equivalente a hacer sólo según su antojo”, admitió un ex compañero que después hizo una carrera exitosa.

“Ni hablar si el pedido venía de parte de un par”, agrega. “Imaginate el mismo personaje de hoy con 30 personajes menos. Nosotros lo considerábamos un burro, pero además con un trato muy malo”, concluyó. “Era desaforado y ante cada sugerencia, pedido u orden reaccionaba para el demonio”, apuntó otra fuente.

 

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