Tweet 0 COMENTARIOS

El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, ya posee el resultado del peritaje realizado sobre los teléfonos celulares y las tablets de las personas que iban a bordo del avión venezolano-iraní que se encuentra demorado en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza desde el 6 de junio. Según fuentes de la investigación, peritos de la Policía Federal y de la Ciudad de Buenos Aires no encontraron en los dispositivos electrónicos ninguna evidencia que los vincule al terrorismo islámico o a cualquier tipo de espionaje ilegal. Por lo tanto, el juez Villena no consiguió ningún dato determinante para sostener una acusación penal contra los 5 iraníes y los 14 venezolanos, que permanecen alojados en un hotel de Canning.

Además de los 18 teléfonos celulares, las 7 computadoras portátiles y las 5 tablets que ya fueron revisados, los peritos analizan el contenido de las 2 cajas negras del avión, que fueron secuestradas el viernes por la noche en una segunda inspección al Boing 747 Dreamliner. Otro aspecto que es materia de investigación se resume en las rutas realizadas por el avión durante el último mes. Vuelos a Aruba, Ciudad del Este, Teherán, Moscú y Belgrado. Los investigadores buscan determinar por qué y con qué fin la nave de Emtrasur estuvo en esos destinos y si lo hizo con la misma tripulación.

Desde su partida de Paraguay, durante el vuelo hacia Argentina, el avión señalado transportaba piezas para la fabricación de asientos y panel de instrumentos para el modelo Taos que produce la empresa automotriz Volkswagen en su planta de General Pacheco, y que adquiere a través de la autopartista SAS. Ninguna de las dos empresas se responsabilizó por la mercadería.

Mientras la justicia continúa reuniendo evidencias para aclara la situación, Víctor Pérez Gómez, uno de los 19 tripulantes sospechado de tener vínculos con el terrorismo internacional, denunció penalmente al director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski, por haber sido el responsable de un “allanamiento ilegal” a la aeronave el viernes pasado, cuando el Boeing 747 llevaba cuatro días en el aeropuerto Ministro Pistarini, pero el caso todavía no se había judicializado.

Se trata de la primera declaración oficial que se conoce de uno de los protagonistas del escándalo que ya lleva más de una semana. En el escrito presentado por Pérez Gómez, detalla su versión de los hechos desde que el avión entró en la Argentina.