Claro, la telco de Carlos Slim, fue denunciada por competencia desleal y precios predatorios
La denuncia, realizada por una empresa mediante ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), tendría réplica con la de pequeñas firmas perjudicadas. La “Estrategia México” y una competencia imposible: el mismo servicio a 2.524 o 1.199 pesos mensuales.
Claro, la empresa de Carlos Slim que ofrece el cuádruple play (telefonía fija y móvil, Internet y televisión por cable), intenta que su competencia desaparezca ofreciendo precios por debajo de los costos. Esto es lo que ocurre, por lo menos en las ciudades de Resistencia y Santa Fe, de acuerdo a una denuncia presentada por la firma Gigared (de las medianas del mercado) ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Según esta demanda, “Claro lleva adelante como mínimo en las ciudades de Santa Fe y Resistencia una política de precios predatorios, de discriminación infundada y una agresiva campaña de pseudo promociones que, por su vocación de permanencia, son en realidad una política comercialización desleal y perjudicial para la competencia y, al ser engañosas y discriminatorias, perjudican también a los consumidores”. En términos concretos, un plan similar de telefonía básica y 50 megas de Internet es ofrecido a 2.524 pesos mensuales por Gigared, mientras que Claro contraoferta 1.199 pesos. Una diferencia del 52% o, expresado de otra forma, el mismo servicio cuesta menos de la mitad en la más grande de las compañías.
La denuncia de la abogada Ana Inés Coni en nombre de Gigared señala que el porte de multinacional que tiene Claro “le permite acceder a financiarse en los mercados internacionales con tasas de interés sustancialmente menores a las (empresas) argentinas, subsidiar sus inversiones en el país con las ganancias que obtiene en otros países y subsidiar su negocio argentino de Acceso a Internet con las ganancias que obtiene en el mercado de telefonía móvil en el que es la mayor compañía argentina”. Debido a ello, según la denuncia, Claro ofrece cuádruple play con “ofertas abusivas que no pueden ser neutralizadas por ninguna otra empresa, menos por mi mandante”.
El Modelo México: monopolio de Slim
La versión más amable de la historia dice que Carlos Slim es uno de los hombres más ricos del mundo (suele estar entre el puesto 1 a 3 en el ranking anual de Forbes), que propone reducir la jornada laboral para crear más empleo, que su nombre equivale a éxitos empresariales y además es el novio de la reconocidísima actriz italiana Sofía Loren. Todo ello es absolutamente cierto, como también la versión menos difundida. Claro llegó a tener el 90% del mercado de telecomunicaciones en México, muchas de las empresas de Carlos Slim operan en condiciones favorables o monopólicas, y gran parte de su crecimiento económico se debe a las relaciones políticas que mantiene con el todopoderoso Partido Revolucionario Institucional, el PRI, que suele ser más veces gobierno que oposición.
Slim, que además es amigo desde la militancia juvenil del ex líder montonero Juan Manuel Abal Medina (el original; no su hijo, el ex jefe de Gabinete), conforma un fenómeno empresarial que no suele ocurrir en la Argentina, donde los hombres de negocios crecen exponencialmente con algunos gobiernos y casi desaparecen, van presos o hibernan en otros. En México, una economía de gran tamaño, Slim es como el PRI, siempre está. Lo cual le permitió luego intentar su expansión internacional, parte de la cual es la importante presencia en Latinoamérica.
Como en México, Slim no ató su presencia en la Argentina a un gobierno. Tenía relaciones más cercanas con el kirchnerismo, pero se adaptó a todas las épocas posteriores, desde la mayor distancia que imponía Mauricio Macri con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hasta la cercanía que tiene Alberto Fernández con el líder azteca.
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