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El sector ocupado de la población se enfrentó a una crisis económica que recortó el 20% de sus ingresos en dos años, informó el Indec.

Además, el proceso vino acompañado por una mayor desigualdad, que se amplió 2 puntos en relación a 2019 y 4 frente al 2016, al tiempo que también se deterioraron las condiciones del mercado laboral. Los datos corresponden a meses previos a la vigencia del aislamiento social preventivo y obligatorio.

La información se desprende al informe de Evolución de la Distribución del Ingreso correspondiente al primer trimestre, que elabora el ente estadístico.

De acuerdo a las cifras oficiales, el ingreso medio per cápita familiar del decil más alto (quienes ganan mensualmente entre $40.000 y $4.402.500) se ubicó en $64.564, y se llevó el 32,4% de la riqueza producida en el país, en tanto en el decil siguiente (con ingresos de entre $28.500 y $40.000) este indicador arrojó $33.519 y 16,8%, respectivamente. Mientras tanto, el 10% de la población más pobre, con ingresos que van de 0 a $4.571, se llevó apenas el 1,4% de lo producido en el país.

Por lo tanto, el decil más rico gana en promedio 23 veces más que el menores ingresos. Estamos frente a máximos para este indicador de la serie iniciada en 2016, cuando hace un año esa diferencia había arrojado 21 y hace cuatro, era equivalente a 19 veces. Con todo, el 50% de los hogares tenía ingresos de hasta $42.886 y no llegaba a cubrir el costo de la canasta total de $41.994,86 para no caer en la pobreza.

Al mismo tiempo, se observa un empobrecimiento generalizado de los ocupados, más allá del estrato social en el que se encuentren. En el más bajo, la reducción real en los ingresos fue del 6,1% en el último año y del 22,4% desde 2018, estimó la consultora CERX. En ese sentido, calculó que en el estrato medio la reducción fue del 7,6% y 20,9%, en cada caso, en tanto para el alto las bajas fueron del 5% y 18,1%, respectivamente.

Con respecto a los asalariados, CERX distingue que "la pérdida de ingresos reales se sintió algo menos", ya que perdieron 2,1% en el último año y 18,1% en dos. "Entre esos trabajadores tanto los segmentos medios como bajos cayeron casi por igual", precisó en un reporte.

De todas formas, la firma dirigida por Victoria Giarrizo planteó que "los más afectados fueron los asalariados informales, donde la pérdida de ingresos anual fue de 4,2% y 18,4% en dos años". "Los asalariados formales, en cambio, si bien también perdieron ingresos, lo hicieron en menor medida (1,3% en un año y 16,8% en dos). Claramente hay un mayor salto hacia el empleo informal. El ajuste en el mercado laboral desde 2018 no fue por cantidad sino por precios y por tanto, calidad", concluyó.