18 de Diciembre de 2020 - 14:57

La Herejía de Bretton Woods

KARMA FMI, disciplina, ajuste descarnado. La historia se repite otra vez… Un inagotable remake… ¿Para qué?

Por Marco Esdras

El 19 de abril de 1956 Argentina, por iniciativa del presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu, ingresó como estado miembro al Fondo Monetario Internacional, contrayendo así su primer préstamo con dicho organismo internacional.

Entre 1956 y 2018 el país de los gauchos suscribió 22 acuerdos de condicionalidad con el FMI: 19 de derechos de giro (Stand By), 2 de Facilidades Extendidas (Extended Fund Facility) y 1 de servicio de complementación de reservas en 2001.

En todos los casos, los programas se caracterizaron por la reducción del déficit fiscal, la devaluación de la moneda y la supresión de los subsidios; resultando que, a la luz de la evidencia empírica, esas medidas no pueden constituir la parte medular de un programa económico justamente porque esos fenómenos son justamente el resultado de la aplicación de políticas equivocadas. Así como tampoco una regla de crecimiento cero de la base monetaria puede encauzar una economía con problemas de inflación, crecimiento, pobreza, desarrollo y desempleo. Esta tipología de medidas económicas fueron justamente las que emergieron del Consenso de Washington tras la Caída del Muro de Berlín…

. EL ARJÉ DE LOS MALES Y LA HEREJÍA DEL PROFETA FMI

En simultáneo las recetas del FMI siempre preconizaron consentir el flujo irrestricto de capitales especulativos y desinteresarse por el funcionamiento de la economía real. El acento del profeta económico terminó siempre en una herejía materializada por la aplicación de modelos inadecuados.

Así entonces bajo el leitmotiv deAjuste y Austeridad el FMI “colaboró” con los países denominados oportunamente “PIIGS” en 2011 con (Portugal, Grecia, Irlanda, Italia y España). Solamente Irlanda podemos aseverar logró una recuperación transcendental quizás más por mérito propio que por las recomendaciones del Organismo.

Ahora bien regresando al país patagónico, repasamos la cronología del Mal:

En noviembre de 2000 Argentina negocia con el FMI el célebre “Blindaje financiero” con participación conjunta de otros organismos multilaterales de crédito y hasta con el gobierno del Reino de España. Producto de ello, se inició otro infructuoso programa con el organismo con sede en Washington. Tal fue así, que el 5 de diciembre de 2001 Anne Krueger, Subdirectora Gerente del FMI, le suelta la mano a la Argentina luego de haberle concedido al deudor varios “waivers” (indulgencias por incumplimientos de metas de déficit fiscal comprometidos por el país) en el cortísimo plazo de 1 año de haber negociado el programa. En efecto, en aquella fecha se le negó a la Argentina el desembolso pactado por USD 1.260 millones atribuyéndole la inconducta del país trasuntada en que Argentina no habría cumplido al pie de la letra con las pautas del programa vigente, fundamentalmente con el compromiso de mantener a rajatabla el criterio de gastar solamente el dinero que se recauda, también conocido como “déficit cero”. Ese fue el germen del

desmadre del 2001 (amén de los aditamentos políticos vernáculos articulados con ese hecho consumado).

Recién en el año 2004, luego de un silencio atroz, el Directorio del FMI reconoció que habían sido demasiado optimistas en relación con las perspectivas de crecimiento de la nación sudamericana durante la década de 1990 y que también hubo errores a la hora de valorar el régimen de tipo de cambio fijo ($1 = USD 1), así como cuáles eran los niveles sostenibles de deuda. En definitiva reconocieron que Argentina debió haber salido de la Convertibilidad en 1997 puesto que aquel sistema monetario había servido como una medida para erradicar la hiperinflación de 1989 pero no podía perpetuarse en el tiempo.

Era una falacia sostener que Argentina tenía una moneda con el mismo valor que la Primer Economía del Mundo”

En enero de 2006 la Argentina canceló en un solo pago la deuda que tenía con el FMI por un monto aproximado de USD 9.800 millones. Las divisas giradas directamente desde las reservas del BCRA permitieron, además del ahorro de intereses, cerrarle la puerta a la injerencia del Organismo en materia de política monetaria y fiscal. Además de la cuestión eminentemente política, la cancelación de la deuda le permitió al país un ahorro aproximado de USD 850. Mientras tanto las reservas de activos externos de la autoridad monetaria se redujeron desde USD 28.045 a 18.575 millones. En aquel entonces la paridad cambiaria era $ 3 = 1 USD.

Ahora bien también en el mes de enero, pero del año 2010 (4 años más tarde) con el Fondo del Bicentenario Argentina repetía la acción para cancelar USD 6.569 millones. Esta nueva cancelación de deuda contra el FMI se producía tras el canje exitoso de deuda del año 2005.

La pregunta obligada: ¿Por qué en 2006 Redrado, presidente del BCRA, fue permeable a disponer del pago de deuda con reservas mientras que en 2010 se opuso y le valió su cargo? La respuesta unívoca fue el efecto monetario que causaba la última cancelación. Así lo defendió técnicamente el propio funcionario habiéndose amotinado en su despacho de la calle Reconquista.

En 2018 Macri vuelve a golpear la puerta del Organismo. En esta oportunidad quien atiende el pedido es madame Lagarde. Intempestivamente el país sudamericano recurre a un inédito “Stand By”, para al poco tiempo solicitar aún una mayor asistencia financiera. Lo curioso de este acuerdo es que una significativa porción del empréstito fue destinado a financiar la fuga de divisas del sistema financiero argentino (aspecto vedado por la propia Acta Constitutiva del Organismo). Se habló de un acuerdo geopolítico donde prevaleció la voluntad de EEUU.

Con el fracaso del Stand By de la gestión de Cambiemos, el gobierno peronista negocia una prórroga de vencimientos hasta al menos 2024. Mientras tanto, se están llevando a cabo las gestiones de práctica. Esto es la Carta de Intención que el país del tango debe elevar al board del Organismo, labrar el Memorando de entendimiento y la definitoria Resolución de Board en Washington…

Dentro de las pautas esperadas para un eventual acuerdo con el FMI previsto para abril de 2021, la coalición gobernante pretende lograr que todo programa económico con el FMI sea aprobado previo a su instrumentación por mayoría especial del Congreso en ambas Cámaras.

2024 será el Año…. En efecto, allí tendrá lugar una nueva reestructuración de deuda con bonistas y un nuevo programa con el FMI. “El negocio es que no se pague el capital. Reestructurar estas deudas soberanas trae mucho trabajo y profusos dividendos…”

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