29 de Enero de 2020 - 08:51

Gabriel Salas, el ex puntero de Carlos Grosso ligado a la obra pública porteña, que acumula quejas de los contratistas

Su trayectoria política incluye desde el trabajo territorial para el ex intendente porteño del peronismo, que se fue del cargo tras diversos escándalos de corrupción; haber sido funcionario de Juan Pablo Schiavi, con un final político parecido al de Grosso; hasta el vínculo con un socio de Daniel Angelici. Fue titular de la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS), pero antes, con Schiavi fue titular de la Comuna 8, cargo del que se fue envuelto en el escándalo de corrupción por el traslado de los habitantes de la Villa “El Carton” luego del incendio y ahora trabaja y recauda para la ministra de Desarrollo Humano y Habitat, María Migliore y para el nuevo monje negro Felipe Miguel. Las quejas de los contratistas, que por ahora no se constituyen denuncia judicial. El vínculo con “El Comandante Rodríguez”, preso por vender licencias truchas durante la intedencia de Grosso, y ahora puntero del macrismo en Capital. 

Una empresaria acudió a Gabriel Salas, se acercó para disculparse por el atraso en un trabajo de infraestructura eléctrica en una villa de emergencia, por un valor de $ 15 millones. Y se llevó una recomendación que más bien parecía una orden: “transferile eso a esta cooperativa”. Es lo que declaro esta empresaria en una fiscalia porteña....
Las anécdotas se acumulan. Pero las broncas que genera Gabriel Salas nunca se vuelven denuncia judicial, aunque en los territorios le conocen bien las mañas y las traiciones. Mientras tanto, su carrera política -de segundo o tercer nivel, del kirchnerismo al macrismo, pero carrera al fin- continúa. Este hincha de Boca de la Comuna 8 (Lugano, Soldati y Villa Riachuelo), la más pobre de Capital Federal, siempre sale a flote y se mantiene dentro del sistema política. 
Ahora le maneja “el territorio”, como suele denominarse a la relación el rico Estado porteño y los ciudadanos más humildes (lo que incluye obras, tarjetas para comprar alimentos, dinero en negro, etc.), a la ministra de Desarrollo Humano y Habitat, María Migliore. Algunos creen que su influencia se limita a la Comuna 8. Pero otros apuntan que la UGIS, que manejaba la obra pública en todas las villas y barrios de emergencia de Capital Federal, le dio a Salas alcance y llegada en todos los barrios porteños, aunque hoy eso es solo una anécdota.

Sus etapas con Carlos Grosso y Juan Pablo Schiavi.

Su llegada a la política fue de la mano de Carlos Grosso, intendente porteño entre el comienzo del gobierno de Carlos Menem (julio de 1989) y octubre de 1992. Tras una serie de escándalos, que incluyeron la llamada Escuela Shopping, la polémica prórroga del contrato por la basura a Manliba (del Grupo Macri, que había sido su empleador), y la concesión del Campo Municipal de Golf y el Velódromo de Buenos Aires a amigos de Alberto Kohan (entonces secretario general de la Presidencia), Carlos Grosso tuvo que renuncia a la intendencia porteña, que hasta 1996 era ocupada por quien designaba el presidente de la Nación.
Salas trabajaba con Grosso, que aún después de transformarse en un muerto político, lo siguió ubicando en diferentes destinos. De acuerdo a una nota de Perfil, publicada en febrero de 2017 http://(https://www.perfil.com/noticias/politica/como-trabaja-carlos-grosso-el-asesor-en-las-sombras-del-macrismo.phtml) la influencia de Grosso como asesor en las sombras del macrismo porteño era enorme. Como parte ello, según esa nota, “colocó a varios funcionarios de segunda y tercera línea en varios ministerio. El caso más elocuente: Gabriel Salas, quien maneja la UGIS, el organismo dedicado a la emergencia en las villa de la Ciudad”. La influencia de Grosso en el gobierno porteño sigue siendo grande. Abarcaría desde encuentros con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, por lo menos una vez por mes; hasta la supervivencia de funcionarios como Salas.
Pero la habilidad de Salas para ubicarse con distintos líderes políticos no se limita al ex intendente peronista. También trabajo con Schiavi, actual preso por corrupción. Salas desarrollaba sus funciones en la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF), recordada entre otras cosas por comprar trenes a España que en realidad eran chatarra, pagándolos como unidades nuevas. 
Entre los logros de su etapa kirchnerista, Salas se arroga haber organizado el acto que llevó a Néstor Kirchner, entonces presidente, hasta Lugano para apoyar la candidatura de Daniel Filmus a la jefatura de Gobierno, en la elección que finalmente ganó Mauricio Macri. Fue en mayo de 2007, y la prédica sobre “dos proyectos políticos” no alcanzó para que los porteños votaran distinto al resto del país.

Carrera paralela con “El Comandante Rodríguez”, y la amistad con un socio de Angelici

La historia de Miguel Angel “El Comandante” Rodríguez es, en ciertas épocas, paralela a la de Gabriel Salas. Ambos fueron estrellas del universo de Carlos Grosso, cuando parecía una joven y promisoria estrella de la renovación peronista. De la misma forma, tanto Rodríguez como Salas trabajan ahora para el macrismo, especialmente en lo que se llama el territorio. Como familiares o amigos pobres que deben esconderse, realizan los trabajos que las principales figuras vinculadas a Horacio Rodríguez Larreta delegan en personajes de segundo o tercer orden. Y que evidentemente son muy bien reconocidos. Sino como podría explicarse el crecimiento patrimonial exorbitante de la esposa de Salas o sus viajes al exterior, el ultimo en diciembre a Europa, que son parte de las desprolijidades de alguien que se cree intocable.  Sin dudas, la política ha sido generosa con Salas y su familia, que desde hace un tiempo olvidaron su vida en Lugano 1 y 2.
“El Comandante” Rodríguez se hizo famoso en 1991, cuando ocupaba el cargo de Director de Tránsito porteño. Pero no lo hizo célebre esa formalidad, sino el hecho de haber ido preso por aprovechar el cargo para vender licencias de taxis truchas.
En 2009, el legislador del ARI Facundo Di Filippo lo acusó de “impartir miedo” y de coordinar “ la relación de la UGIS con las cooperativas, con trabajos que muchas veces no se hacen, o se hacen a medias y se cobran íntegros”. La nota completa sobre “El Comandante” fue publicada por Página 12: https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-130073-2009-08-16.html
Salas habría “hecho escuela” con Rodríguez en esa época, lo que años después lo llevó a manejar la UGIS. Pero también lo acompañó en el desembarco de PDVSA en la Argentina, que prometió una red de 200 estaciones de servicio pero apenas llegó a dos. 
Salas, que formalmente es empleado de planta permanente en la Legislatura porteña (el viejo Concejo Deliberante), también es amigo de Gustavo Hernández Siri, un abogado que aparece como socio de Daniel “El Tano” Angelici en la empresa off shore Corbalan Service Inc. Siri, junto al Juan Sebastián “El Enano” Destéfano, fue acusado de “apretar” al juez Luis Carzoglio para encarcelar a Hugo y Pablo Moyano, sin importar si había o no pruebas para ello. Y seguramente seguirá ese camino para evitar mas denuncias a Gabriel Salas.
En definitiva, en el currículum de Salas podría anotarse: peronista de Carlos Grosso, kirchnerista de Juan Pablo Schiavi, amigo de “El Comandate” Rodríguez y lo más oscuro del angelicismo, macrista de la obra pública en villas de emergencia, entre tantas otras cosas.

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