20 de Septiembre de 2017 - 10:33

Mafia de los contenedores: el joven millonario e hijo de una puntera política K

Gladys  Fabiana Fernández, una kirchnerista tan entusiasta que hasta escribió un libro sobre Néstor, fue detenida en la causa "Mafia de los Contenedores". Pero su facturación y bienes serían manejados por el hijo, Matías De Vita, quien habría de testaferro de su madre.

La causa "Mafia de los Contenedores", que lleva adelante el juez penal económico Marcelo Aguinsky, sigue arrojando nuevos y sorprendentes partícipes. El jueves de la semana pasada aparecieron dos más, que se pusieron en evidencias tras intentar extraer un contenedor del depósito Exolgan con documentación falsa.

Los detenidos por este hecho, Víctor Palomino y Rodolfo Costas, rápidamente se ofrecieron como testigos protegidos, algo que la fiscal Gabriela Ruiz Morales ve con buenos ojos. Además, Palomino y Costas ya produjeron avances para la causa judicial: apuntaron a agentes de inteligencia y funcionarios de Aduana, como también hicieron detener -cruce de celulares mediante- a Gladys Fabiana Fernández, una fervorosa militante kirchnerista que se presentaba como empleada de Presidencia de la Nación hasta fines del 2015.

Como se ve, en la "Mafia de los Contenedores" no hay grieta. La causa se originó tras escuchas al actual titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, está preso su más directo colaborador, Carlos "Cuqui" Barreiro Laborda; pero también hay personajes que sobreviven a los gobiernos, como el exótico "Míster Korea", y entusiastas kirchneristas como Gladys Fernández, que hasta escribió un libro sobre Néstor Kirchner titulado "El Génesis".

Sin embargo, el eslabón que se le escapó a esta cadena judicial (probablemente sólo por ahora) es el hijo de Fernández: Matías Ezequiel De Vita, un joven de 28 que ya es millonario manejando empresas que en realidad son de su madre.

De Vita, con debilidad por autos de alta gama al igual que su madre, es socio de la empresa Lookcars, fundada en diciembre de 2013 y dedicada a "la explotación de centros nocturnos, bares y discotecas, organización de eventos, venta de artículos alimenticios y bebidas, alcohólicas y sin alcohol". Allí tiene como socio a Kevin Alberto Mendoza.

Su madre, Gladys Fernández, se exhibe con camionetas Hummer y vive en una lujosa mansión del country Saint Thomas, en Hurligham. A pesar del alto estilo de vida que exhibe, casi no tendría actividad ni bienes declarados en la AFIP.

Por eso, las miradas judiciales apuntan a su hijo. Matías De Vita suele presentarse como CEO del "grupo aduanero MDEVITA", y sus viajes a Uruguay y Brasil son muy frecuentes, lo que siempre sospechas sobre fuga de dinero.

Tras la detención de su madre, De Vita trata de mantener un bajo perfil. Pero un simple análisis fiscal de su Gladys Fernández, comparado con el suyo, pueden ameritar por lo menos un llamado a declaratoria del juez Aguinsky. 

 

 

 

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