07 de Noviembre de 2017 - 10:33

Río Turbio: venden como chatarra material que vale 100 veces más, temen derrumbe al “Estilo Tasselli”

Se vendió a 2.000 pesos la tonelada un material que vale 100 veces más, y que no es de la empresa sino del Estado Nacional. Se teme un derrumbe como cuando el concesionario era Sergio Tasselli, por el desmantelamiento de vigas dentro de la mina. Denuncia judicial en puerta contra Zeidán y Lumachi. 

Si Santa Cruz no fuera la provincia continental más austral del país, además mal administrada por el kirchnerismo desde hace décadas, y Río Turbio un pueblo perdido en un lugar de la estepa patagónica que casi ningún argentino conoce, la administración de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) sería uno de los grandes escándalos nacionales.

Se trata de una empresa que recibirá este año más de $ 4.700 millones del Tesoro Nacional, para producir menos carbón que el año pasado, y tener las dos turbinas eléctricas de 120 megawatts paradas. Un dato que no le debería pasar desapercibido al ministro de Enegía, Juan José Aranguren, que hace poco visitó Río Turbio y los conminó a buscar que la mina y las centrales térmicas sean rentables. 

En los últimos dos meses, el número 1 y 2 de YCRT –interventor Omar Zeidán y coordinador Sergio Lumachi- no se privaron de nada: “taparon” un accidente en la mina que produjo dos trabajadores heridos, se sacaron una selfie tomando whisky el día de las PASO, le compraron ropa a una empresa propia (C y V SRL, de Lumachi), contrataron directamente a una firma que pertenece a un hombre de Sergio Berni, pagaron sobreprecios aduaneros, entre un largo etcétera.

Además de todo ello, en un hecho que le "taparon" a Aranguren, vendieron como chatarra -a 2.000 pesos la tonelada-  un material que puede valer hasta 12.000 dólares, es decir, 108 veces el valor original. Con dos agravantes: el más peligroso en términos humanos, desmantelan la mina como lo hizo Sergio Tasselli, provocando el 2004 la muerte de 14 mineros.

Mientras que, en términos administrativos, venden material que pertenecen al ex ONABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) como si fuera propio. La situación es tan grave, que un abogado de marcadas simpatías con el macrismo analiza realizar una denuncia contra Zeidán y Lumachi.

Por un lado, se vendieron los marchantes, acero de primera calidad que hace a la estructura de la mina, y que como tal vale mucho más que 2.000 pesos la tonelada. Pero, además, se venden transformadores de energía que pueden ser reacondicionados para ser utilizados nuevamente. Algo así como vender un auto usado, que haciéndole el motor, chapa y pintura puede funcionar bien, como si fuera chatarra.

Por temor a las represalias de Zeidán (hombre de Eduardo Costa) y Lumachi (el diputado y futuro senador le habría quitado su apoyo), los trabajadores de Río Turbio solo hablan off the record. Pero uno de ellos apunta que “ya empezaron a hacer lo mismo de Tasselli, se ceban vendiendo como chatarra aquello que no lo es, mientras van desmantelando la mina. Ya sabemos cómo termina la historia, la codicia le gana a la prudencia, sacan dos parantes de más y terminamos en derrumbe”.

Por supuesto, esto es una proyección que ojalá no ocurra. Pero nadie espera mesura y sensatez de directivos que venden aquello que es del Estado Nacional (exponiéndose a un juicio), pagan sobreprecios, y mientras tanto además se sacan fotos tomando whisky y las publican en Facebook.

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