La Fuerza Aérea no disimuló el malestar por perder la estación de El Palomar
La decisión adoptada, el martes 26, de incorporar la Base Aérea de El Palomar al Sistema Nacional de Aeropuertos (SNA), con el fin de quedar habilitada para su uso como terminal aerocomercial, habìa motivado una protesta formal del brigadier, Enrique Víctor Amrein,máxima autoridad de la Fuerza Aérea a su superior el ministro de Defensa, Oscar Aguad. En un escrito fechado en el mes de noviembre la Fuerza concluye que la base cumple funciones militares que se verían afectadas por la decisión del ministro Guillermo Dietrich.
Por Antonio D'Eramo
La nota fechada en Buenos Aires el 3 de noviembre pasado y firmada por el Brigadier General Enrique Víctor Amrein alertaba al ministro de Defensa Oscar Aguad acerca de tres puntos principales. El primero señalar y marcar el territorio de las incumbencias de los aviadores militares al sostener que, mientras que la ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos) que tiene como misión promover el desarrollo aeroportuario de la Argentina, comete un error al llamar "El Palomar" como un aeropuerto. Dice Amrein, en realidad se trata de un aeródromo público que se encuentra dentro de la 1ª Brigada Aérea, o sea, se trata de una unidad militar dependiente de la Fuerza Aérea Argentina.
Otro de los puntos señalados en el escrito señala que la utilización del espacio de El Palomar afectará "seriamente las capacidades logísticas de la Fuerza". Y, en otro punto, se opone a la caracterización de espacios "ociosos" relevados por la oficina del Vicepresidente de la ORSNA, Pablo Arangone. Estos espacios ociosos son los hangares donde, según el jefe de la Fuerza Aérea, en uno de ellos, en el hangar número 7, se mantiene en operación, en la actualidad, la aeronave C-130 "Hércules". Este avión es utilizado por una gran cantidad de Fuerzas militares de otros países y es vital, por ejemplo, para alcanzar las 13 bases Argentinas en la Antártida. Precisamente, el Estado nacional tendrá un ahorro significativo de recursos este año, con la campaña antártica de verano, porque se ha puesto a navegar al rompehielos Almirante Irizar que podrá alcanzar las bases antárticas más alejadas como la Base Marambio y Belgrano II. De esa manera, se prescindirá de contratos con Estados de otros países para tareas logísticas, que también involucra a la Fuerza Aérea, cuyo Brigadier expresó su molestia a su superior político en esta misiva.
En la carta de referencia, se observa que la decisión política de la administración de Mauricio Macri, es irrevocable. La política aerocomercial del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, tiene a la base de El Palomar como una de sus prioridades. Esta base área es vital para que puedan desembarcar en nuestro país las inversiones y las operaciones de las aerolíneas denominadas "low cost" como FlyBondi y Norwegian Air, que. con la publicación del decreto en el Boletín Oficial que referíamos ayer, podrán comenzar a operar en enero de 2018 como estaba previsto.
Pero, decíamos lo anterior, porque en otro párrafo de la carta se lee que frente al hecho consumado, los brigadieres pretenden que estén bien diferenciadas las jurisdicciones dentro del predio en cuestión. Es aconsejable, señala Amrein, que "ambas jurisdicciones, la civil y la militar, se mantengan perfectamente bien diferenciadas y que no convivan en una misma zona o instalaciones edilicias comunes". Una vez más el ámbito civil y el militar guarda la misma relación molecular que el agua y el aceite. Pueden estar juntos pero no mezclados.
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