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El reciclaje de empresarios que fueron sinónimo de kirchnerismo, y que logran hacer negocios con el nuevo Gobierno, muchas veces sorprende por su creatividad. En este caso, el “Rey de los Remolcadores” Jorge Samarín tuvo la genial de idea de armar una empresa nueva para seguir facturándole a Enarsa, en la que no aparece él sino sus hijos.

En esa empresa, Madero Amarres, creada en mayo de 2015, no sólo designó a sus hijos. También, en menos de un año y medio, hizo crecer el capital de la firma de apenas 100.000 pesos a más de $ 150 millones, se supone que gracias a préstamos bancarios. Y, como último paso, hizo cambiar a los hijos de cargo.

Para coronar, la frutilla del postre es que Enarsa le acaba de otorgar a Madero Amarres un contrato por más de u$s 3,3 millones, que sería superior a u$s 10 millones si se considera que la otra empresa ganadora –Inversiones Marítimas Argentinas, de la danesa Maersk- está apuntada como socia de los Samarin. Estos números surgen de los u$s 118.772 que cobrará Madero Amarres por cada remolque de barco que trae gas envasado hacia la planta regasificadora de Bahía Blanca, y los u$s 144.900 que cobrará en esos casos Inversiones Marítimas Argentinas (de la danesa Maersk, se cree que en sociedad con Samarin) para Escobar, con un cálculo de 28 y 49 buques anuales respectivamente. 

Según publicó la propia agencia oficial Télam, el presidente de Enarsa –Hugo Balboa– se enorgulleció porque la petrolera estatal ahorrará 37% en los remolcadores de barcos con GNL. Y con justa razón. Pero omitió un detalle fundamental: el ganador de la nueva licitación es el que antes cobraba con sobreprecio: Jorge Samarin.

“El Rey de los Remolcadores”, como se lo llama en ese mercado, era dueño de Meridian, una empresa desde la cual se anotó un logro importante: fue el primero en denunciar a Omar “El Caballo” Suárez, ex secretario general del gremio marítimo, hoy detenido y procesado, por aprietes y amenazas.

Pero eso no quita que Samarin, a través de Meridian, cobrara precios de remolque muy por encima del costo internacional. Casi una constante en todas las áreas de gestión de Julio de Vido, pero que en este caso tiene un nombre propio de beneficiario: Jorge Samarín.

Con un olfato increíble, en mayo de 2015, cuando pocos preveían un triunfo de Mauricio Macri, Samarin hizo fundar Madero Amarres S.A. Los socios fundadores de esa compañía fueron los mellizos Matías Joel y Lucas Joaquín Samarin, junto a Manuel Palmas y Pablo Saúl Rocha. Según se comenta, por esa misma época el patriarca de la familia tendía lazos con Guillermo Dietrich, candidato al cargo que hoy ocupa: ministro de Transporte de la Nación.

La apuesta de Samarin resultó un pleno ganador. Dietrich no sólo ocupa un cargo importante, sino que hay varios eventos que demuestran su crecimiento político. Desde el manejo del tema Aerolíneas Argentinas, hasta el gran crecimiento de ventas de la blindadora de autos que posee su familia. Es tan grande y extendido el poder de Dietrich, que hasta logró que el diario de un empresario opositor (más precisamente kirchnerista) frenara una publicación sobre los negocios de la blindadora Dietrich con la Provincia de Buenos Aires y municipios del Conurbano, sobre todo los gobernados por Cambiemos.

En cuanto a Samarin, Madero Amarres resultó un buen vehículo para seguir facturándole al Estado, considerando que Meridian es sinónimo de sobreprecios. El 14 de diciembre del año pasado, como si manejara información privilegiada que la daba ganadora de las futuras licitaciones de Enarsa, Madero Amarres aumentó su capital social de 100.000 pesos a más de 120 millones. Se cree que ello fue producto de un préstamo bancario, dada la poca predisposición de la familia Samarin a invertir de su propio dinero. En realidad, muchas fuentes dicen lo mismo con un lenguaje más vulgar y coloquial: “Nunca ponen la de ellos”.

En el mismo día, Matías Samarin renunció como presidente y director titular para ser director suplente. En tanto que su mellizo Lucas renunció como director suplente para pasar a titular. Como presidente de la empresa quedó Martín Helweg. Y quedó otro miembro de la familia entre los directores titulares: Lucas Joaquín Samarin.

El último cambio de Madero Amarres, poco antes que se la conozca como la gran ganadora de la licitación de remolques de Enarsa, fue aumentar su capital otra vez. El 16 de agosto lo incrementó de $ 120 millones a $ 150.264.316. Gracias a la licitación de Enarsa, la recuperación de lo que invirtió será posible.