03 de Julio de 2025 - 07:35

Argentina rompe récord de exportación de peras

Con más de 252.000 toneladas exportadas en el primer semestre de 2025, Argentina alcanzó el mayor volumen de peras al exterior de los últimos diez años.

En medio de una compleja situación macroeconómica nacional y una profunda crisis frutícola regional, las exportaciones de peras de Argentina alcanzaron un hito inesperado en el primer semestre de 2025. Según un reciente informe del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), los embarques de peras al exterior tocaron las 252.900 toneladas, lo que representa un crecimiento interanual del 7% y un incremento del 9% en relación con el promedio exportado durante las últimas cinco temporadas (2020-2024).

Este volumen récord se convierte en el más alto de los últimos diez años, destacando a la pera como uno de los productos estrella del complejo frutícola argentino. El dato adquiere aún mayor relevancia si se considera el contexto actual: la actividad atraviesa una crisis estructural en las principales regiones productoras del Valle de Río Negro y Neuquén, con costos de producción en aumento, dificultades logísticas y un atraso cambiario que impacta directamente sobre la rentabilidad del sector.

Al analizar las estadísticas oficiales, el punto más bajo de las exportaciones de peras se dio en el año 2022, con poco más de 198.000 toneladas exportadas. Desde entonces, el crecimiento se mostró sostenido, consolidando una tendencia positiva que en 2025 culmina con este récord de colocaciones internacionales en la década.

Fuentes del sector coinciden en que este repunte se debe a dos factores principales. Por un lado, la creciente demanda internacional de pera, que viene fortaleciéndose en los últimos años. Por otro, la notable mejora en la calidad de la fruta cosechada esta temporada en todos los Valles de Río Negro y Neuquén. Productores y exportadores destacan que se trata de una fruta de excelente presentación y mayor calibre, cualidades fundamentales para competir en los exigentes mercados internacionales.

El informe de SENASA también detalla el destino de las exportaciones durante este primer semestre de 2025. Brasil encabeza la lista con 83.100 toneladas compradas, lo que equivale a un tercio del total exportado. Le sigue Estados Unidos, con poco más de 52.000 toneladas, y luego Rusia, con 47.200 toneladas.

El caso de Rusia resulta especialmente interesante: si bien históricamente ha sido un mercado volátil y enfocado en productos de segunda o tercera categoría, este año volvió a ganar protagonismo, mostrando una demanda sostenida con precios atractivos. En contraste, destinos tradicionales como Italia, que supieron tener mayor participación en otros años, apenas alcanzaron las 14.700 toneladas exportadas en este período.

Esta transformación en la matriz comercial es evidente en los gráficos que acompañan el informe de SENASA y reflejan un fuerte crecimiento de Brasil y Rusia como destinos prioritarios, desplazando a otros mercados europeos.

Empresarios del sector exportador agrupados en la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) anticiparon que esta tendencia positiva podría sostenerse durante todo el año. Si se confirma, 2025 sería el tercer año consecutivo de recuperación para la pera argentina, una noticia alentadora para una actividad que viene de años de ajustes y caídas.

Sin embargo, las proyecciones están sujetas a varios factores. En primer lugar, dependerán del comportamiento de la microeconomía argentina durante el segundo semestre: la estabilidad cambiaria, la evolución de la inflación y los costos internos serán determinantes. Por otro lado, también influirá la demanda externa, especialmente de Brasil, que suele ser clave en la segunda mitad del año. Si bien actualmente el mercado brasileño se muestra activo, los precios se mantienen estables, sin señales de subas significativas.

El caso de las manzanas: repunte con limitaciones

Aunque la estrella de la temporada es la pera, al hablar de volúmenes exportados, la manzana argentina también mostró un desempeño positivo. En el primer semestre de 2025 se exportaron 47.200 toneladas, con un crecimiento interanual del 18%, aunque con una leve baja del 0,4% respecto del promedio de las últimas cinco campañas (2020-2024).

Si bien los números muestran una recuperación en las dos últimas temporadas, el volumen exportado aún se encuentra muy por debajo del pico alcanzado en 2020, cuando se exportaron más de 70.000 toneladas. La situación macroeconómica que afecta a la pera también complica al mercado de la manzana, con un atraso cambiario persistente, que encarece los costos en dólares y reduce la competitividad frente a otros países productores.

Brasil vuelve a ser el principal comprador también en este segmento, con 16.300 toneladas adquiridas (34% del total), seguido por Paraguay (7.200 toneladas) y Rusia (4.700 toneladas).

La mejora en las exportaciones de peras y, en menor medida, de manzanas, se explica en parte por una mayor demanda global, pero también por una menor oferta proveniente del hemisferio norte, especialmente de Europa y Estados Unidos, donde las cosechas se vieron afectadas por diversos factores climáticos. Este escenario abre una ventana de oportunidad para los productos argentinos.

Sin embargo, las dificultades estructurales del país, como la presión impositiva, el costo financiero, los problemas logísticos y la falta de competitividad cambiaria, continúan siendo una pesada carga para los exportadores.

La gran asignatura pendiente, según coinciden empresarios y técnicos del sector, es la apertura de nuevos mercados, particularmente en Asia, donde el consumo de frutas frescas no para de crecer, pero la presencia argentina de peras y manzanas es aún marginal.

En conclusión, el récord alcanzado por la pera argentina es una señal alentadora para la fruticultura del país, aunque no oculta las profundas tensiones que atraviesa el sector. Lograr sostener este crecimiento y ampliarlo hacia nuevas fronteras será clave para consolidar una actividad que todavía tiene mucho por ofrecer.

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