Tras las inundaciones, doce municipios bonaerenses serán declarados en emergencia agropecuaria
El Gobierno bonaerense declarará la emergencia agropecuaria en doce municipios de la provincia de Buenos Aires por las intensas inundaciones. La medida permitirá brindar beneficios fiscales a productores damnificados y fondos adicionales para obras rurales urgentes.
Los distritos que serán alcanzados por la declaración son Guaminí, Bolívar, General Lamadrid, Carlos Casares, Puán, Tornquist, Tapalqué, Nueve de Julio, Saladillo, Roque Pérez, Coronel Suárez y 25 de Mayo. Todos fueron evaluados previamente por la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario.
La resolución será oficializada en las próximas horas en el Boletín Oficial bonaerense, tras confirmarse que estas zonas sufrieron anegamientos severos producto del exceso de lluvias caídas en febrero y marzo, que superaron los 300 milímetros.
El ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, explicó que el objetivo es acompañar al sector productivo: “Entendemos las dificultades que afrontan los productores cuando ocurren eventos climáticos de estas características. Por eso acercamos herramientas financieras e impositivas para que nadie se vea impedido de seguir produciendo”.
Los productores deberán solicitar el certificado de emergencia para acceder a beneficios fiscales, como prórrogas o exenciones tributarias. Además, se anunció una inversión de 2.000 millones de pesos adicionales para mejorar caminos rurales en los distritos afectados.
“Ejecutaremos este desembolso adicional de la provincia, para reforzar y complementar los trabajos que están llevando adelante los municipios afectados”, detalló Rodríguez durante el anuncio.
Desde el Ejecutivo provincial señalaron que, más allá de la asistencia inmediata, urge reactivar las obras del Plan Maestro Integral del Río Salado, especialmente el tramo IV.2, clave para evitar futuras inundaciones.
Entidades rurales coincidieron en ese punto y reclamaron a la gestión de Javier Milei la reactivación de los trabajos de dragado: “La paralización del plan pone en riesgo no solo la producción, sino también la infraestructura de cientos de pueblos rurales”, afirmaron en un comunicado.
Los registros pluviométricos de este inicio de 2025 mostraron que las precipitaciones acumuladas en apenas dos meses representan en algunos casos el 50% del promedio anual, lo que generó un colapso en la absorción de los suelos y en la red vial secundaria.
La provincia de Buenos Aires realiza un seguimiento satelital permanente sobre las zonas rurales. Este monitoreo permite detectar anegamientos, planificar acciones inmediatas y determinar qué productores pueden acceder a los certificados de emergencia o desastre.
La medida también apunta a sostener la actividad económica de una región clave para la agroindustria argentina, que representa un porcentaje importante del PBI provincial y nacional.
Con este paso, el Gobierno bonaerense busca anticiparse al deterioro económico de los afectados y dar señales concretas de acompañamiento institucional en un contexto climático adverso.
