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Daniel Rodríguez, el exintendente de la Quinta de Olivos, declaró este lunes en los tribunales de Comodoro Py en la causa de Fabiola Yáñez contra el expresidente Alberto Fernández por presunta violencia de género. Durante su testimonio, que duró seis horas, Rodríguez brindó detalles sobre la dinámica en la residencia presidencial, señalando las tensiones y discusiones entre la pareja. Aunque aclaró que no presenció agresiones físicas, aportó información clave sobre el deterioro de la relación entre Yáñez y Fernández, especialmente después del escándalo de la fiesta de Olivos, que marcó un antes y un después en su convivencia.

El exfuncionario, que estuvo al tanto de la vida cotidiana en Olivos, sostuvo que aunque nunca vio golpes, sí percibió un ambiente hostil y discusiones frecuentes entre el presidente y la primera dama. Rodríguez destacó que tras el escándalo de la fiesta, Fabiola quedó "literalmente sola", y reveló que una de las amas de llaves de la residencia aseguró haberla visto golpeada, aunque la explicación oficial fue que se había caído en la bañera. Este dato podría llevar a que la fiscalía convoque a declarar a dicha empleada.

Infobae tuvo acceso a la declaración completa de Rodríguez. Tal como ya se había informado, el exintendente señaló que no fue testigo de golpes, pero reconoció que la relación entre Fernández y Yáñez estaba "rota". Además, mencionó que era sabido dentro del entorno de la Quinta de Olivos el presunto vínculo entre el expresidente y Sofía Pacchi, amiga cercana de Fabiola, lo que alimentaba los rumores. Incluso relató que, en los últimos tiempos de su mandato, Fernández se encontraba con Pacchi en ausencia de Yáñez.

En otro tramo de su declaración, Rodríguez señaló que en "dos o tres ocasiones" notó que tanto el presidente como la primera dama salían de la residencia sin informar a Casa Militar, lo que no era habitual y solo era conocido por la custodia de ambos.

El deterioro de la relación tras la fiesta de Olivos

El exintendente también aportó detalles sobre cómo afectó la famosa foto de la fiesta de Olivos a la pareja. "Yo los vi en una instancia, después de esa bendita foto, los encierros de Fabiola, el desmejoramiento", afirmó, haciendo referencia al impacto emocional que el escándalo tuvo sobre Yáñez. Según Rodríguez, Fabiola sufrió un gran deterioro anímico a raíz de la repercusión mediática, y la agresión que ambos recibieron en redes sociales. A partir de ese momento, la primera dama dejó de tener la actividad pública que solía tener, y su presencia en eventos oficiales fue prácticamente nula.

Rodríguez también mencionó que Fabiola quedó aislada en la Quinta de Olivos, y que este cambio en su comportamiento afectó no solo a la pareja, sino a todo el personal que trabajaba en la residencia. "Después de la foto, empezó a haber un malestar entre ellos dos; todos nos sentíamos afectados", confesó.

El traslado de Fabiola al chalet

Una de las revelaciones más llamativas de la declaración de Rodríguez fue el motivo detrás del traslado de Fabiola al chalet dentro del predio de Olivos. Según explicó, esta decisión estaría vinculada a una discusión relacionada con el teléfono de Francisquito, el hijo de la pareja. Al parecer, en el dispositivo se encontró una filmación que generó tensiones entre Yáñez y Fernández. Rodríguez aclaró que no fue testigo directo de estas discusiones, pero que las amas de llaves, Teresa y Cynthia, le comentaban lo que ocurría.

El exintendente relató que Fabiola se fue alejando cada vez más de las actividades cotidianas y sociales. En un momento, su aislamiento era tal que pasaba semanas sin salir de la residencia. "No salía, no tenía trato alguno con casi nadie", recordó Rodríguez, y agregó que el 23 de agosto de 2022, durante su cumpleaños, Fabiola lo visitó en su residencia para saludarlo mientras Fernández estaba de viaje. Para ese entonces, la relación entre la pareja ya estaba en franco deterioro.

Los rumores de violencia

Aunque Rodríguez insistió en que nunca presenció agresiones físicas, mencionó que Teresa, una de las amas de llaves, le comentó que Fabiola se había caído en varias ocasiones y se había lastimado, aunque él no fue testigo directo de estos incidentes. Rodríguez también explicó que, debido al aislamiento de la primera dama, era difícil notar si tenía marcas de golpes, ya que rara vez salía de su habitación o mantenía contacto visual con el personal.

Daniela, una empleada que se encargaba de cuidar a Francisquito, también tuvo acceso directo a la vida de Fabiola, ya que pasaba largos periodos dentro de la residencia. Según Rodríguez, Daniela llegó a quedarse hasta 12 días seguidos cuidando al niño, lo que la convertía en una testigo clave para los hechos.

Tensiones y discusiones

Rodríguez señaló que, aunque no fue testigo de violencia física, sí presenció varias discusiones entre Fernández y Yáñez. Recordó un episodio durante las elecciones, en el que el expresidente apuraba a la primera dama para que se preparara rápido, y discutían a los gritos por llegar tarde. "Uno se dio cuenta de que la pareja estaba muy mal", reflexionó Rodríguez, aunque admitió no saber lo que ocurría cuando ambos estaban solos.

Los cambios tras la foto

Antes de que estallara el escándalo de la fiesta de Olivos en agosto de 2021, Fabiola contaba con un grupo de colaboradores que incluía a dos amas de llaves y personal de limpieza. Rodríguez relató que, tras el escándalo, la primera dama se fue alejando de sus actividades habituales y dejó de pedir cosas en la jefatura. Este cambio afectó tanto a la pareja como al personal de la Quinta. "Después de la foto, la actividad de ella cesó", reiteró el exintendente.

Finalmente, Rodríguez expresó que la difusión de la foto afectó anímicamente a todo el personal de Olivos, pero especialmente a la pareja. Tanto Fabiola como Alberto Fernández cambiaron sus rutinas diarias, y esto se reflejó en la dinámica interna de la residencia. "Nos hizo muy mal la publicidad de la foto", concluyó.

La declaración de Rodríguez arroja luz sobre el complicado vínculo entre Yáñez y Fernández en los últimos años de mandato, así como sobre el ambiente tenso que se vivía en la Quinta de Olivos.