Tweet 0 COMENTARIOS

El juez Ariel Lijo defendió su candidatura para integrar la Corte Suprema de Justicia al exponer este miércoles durante ocho horas en la Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación. "El Poder Judicial debe dar cuenta de que aprendió de las experiencias positivas y negativas", afirmó Lijo, quien ocupa actualmente el Juzgado Federal N° 4 y fue postulado por el presidente Javier Milei para ocupar la vacante dejada por Elena Highton tras su retiro en 2021.

La candidatura de Lijo ha generado apoyos y resistencias entre los diferentes bloques políticos, pero la principal controversia surgió dentro del oficialismo, donde la vicepresidenta del bloque, Victoria Villarruel, expresó su rechazo. La Comisión de Acuerdos, presidida por Guadalupe Tagliaferri (PRO), cuenta con 16 miembros en total: siete del peronismo, cuatro de la Unión Cívica Radical, uno de La Libertad Avanza, una del PRO y tres de bloques federales. Para que la candidatura avance, se necesita el respaldo de al menos nueve integrantes, un número que aún no está garantizado, por lo que se prevé que el debate continúe en próximas sesiones.

Además, el próximo miércoles 28 de agosto, la misma comisión recibirá al otro candidato propuesto por Milei para la Corte Suprema, el abogado Manuel García Mansilla, quien ha sido nominado para reemplazar a Juan Carlos Maqueda, cuyo mandato finalizará cuando cumpla 75 años en diciembre.

Ariel Lijo ante el Senado

En el inicio de su exposición, Ariel Lijo agradeció al presidente Milei por su nominación y resaltó su dedicación al Poder Judicial a lo largo de su carrera. "Le dediqué mi vida al Poder Judicial", afirmó, subrayando que su comparecencia ante la comisión tenía el objetivo de responder a todas las preguntas sobre su idoneidad para el cargo.

Lijo también hizo hincapié en la necesidad de preservar la continuidad de la práctica constitucional como un factor clave para el crecimiento de la república y la resolución de problemas institucionales. Además, abogó por agilizar los procesos de sentencia y reducir la cantidad de casos que llegan a la Corte Suprema, proponiendo mecanismos para simplificar y disminuir la litigiosidad. "Me parece que la Corte debe trabajar esencialmente con el Congreso en la elaboración de propuestas para los problemas que tienen las personas", señaló, sugiriendo también la posibilidad de establecer acuerdos con iglesias y organizaciones de la sociedad civil en zonas de alta conflictividad.

Reacciones a la postulación de Lijo

Durante la audiencia, Lijo respondió a una serie de preguntas planteadas por representantes de la sociedad civil, organizaciones y dirigentes políticos. Uno de los momentos más destacados fue la intervención de la senadora cordobesa Carmen Álvarez Rivero (PRO), quien expresó su rechazo a la postulación del juez, argumentando que su desempeño en casos de corrupción no había sido satisfactorio. "No es menor la baja cantidad de condenas en los casos de corrupción en los que usted ha intervenido", comentó, y también cuestionó el descenso de Argentina en el índice de percepción de corrupción en los últimos años, atribuyéndolo en parte al accionar de Lijo.

La senadora Carolina Losada (UCR) se sumó a las críticas, manifestando que Lijo no era idóneo para el cargo y que su designación representaba un riesgo para el país. Losada también sugirió que el puesto debería ser ocupado por una mujer, un argumento que fue respaldado por otros legisladores. En respuesta, Lijo sostuvo que no compartía la evaluación sobre su idoneidad moral, defendiendo su trayectoria y las investigaciones a las que ha sido sometido. Asimismo, manifestó su apoyo a la presencia de mujeres en la Corte Suprema, pero afirmó que la perspectiva de género es integral y que él también ha sido formado por mujeres.

Por su parte, el senador Eduardo Vischi, líder del bloque radical, cuestionó una serie de fallos de Lijo, mientras que el senador Sergio Uñac (UP) planteó la posibilidad de ampliar la cantidad de miembros de la Corte, una medida que Lijo relativizó en términos de importancia.

Una de las intervenciones más esperadas fue la del senador Francisco Paoltroni, quien rechazó categóricamente la postulación de Lijo y centró su crítica en una causa judicial en la provincia de Formosa, distrito por el cual Paoltroni fue electo. El juez respondió que el senador estaba especulando sobre sus fallos y reafirmó su compromiso con la independencia judicial.

En resumen, la defensa de Ariel Lijo en el Senado fue extensa y estuvo marcada por un debate polarizado. Mientras algunos legisladores lo respaldaron, otros expresaron fuertes objeciones, enfocándose en su desempeño en casos de corrupción y su postura sobre la ampliación de la Corte. A pesar de los cuestionamientos, Lijo defendió su trayectoria y su visión para el futuro del máximo tribunal del país.