Economías regionales en crisis en el Semáforo de CONINAGRO
La mayoría de las economías regionales de la Argentina exhiben signos de crisis y advertencia con indicadores que muestran precios deprimidos y costos crecientes que ponen en jaque a las producciones locales. Así lo expresó el habitual semáforo que mensualmente construye la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro).
De esta manera, de los 19 sectores relevados, 12 tienen luces rojas, 4 luces amarillas y tan sólo 3 verdes. Entre los sectores más afectados por esta coyuntura figura el sector ovino, seguido por la apicultura (miel) y la vitivinicultura (vino y mosto). También, a la producción porcina y a los granos se les prenden luces rojas.
Estos datos surgen del Semáforo de CONINAGRO de julio con datos relevados durante el mes de junio por el área de economía de la entidad cooperativista.
El caso de la industria yerbatera, la crisis en el sector tiene como protagonistas a los productores por la retracción en los valores que reciben a cambio de la venta de la materia prima (la hoja verde antes de ser secada y enviada al molino).
En el primer semestre del año, los despachos de yerba procesada hacia el mercado interno cayeron 14 por ciento interanual y en junio se empezó a registrar también una caída en la producción de hoja verde. El mercado interno consumió 119 toneladas de yerba entre enero y junio versus 135 en promedio en igual período de los últimos años. Las exportaciones aumentaron pero apenas completan 20 toneladas en el semestre, según datos del INYM. Otro dato preocupante fue el gran aumento de las importaciones de yerba mate canchada (sin elaborar) desde Paraguay y Brasil, también como consecuencia de la desregulación del mercado a partir del DNU 70/23.
La carne bovina que pasó de verde a amarillo. Su consumo llegará este año al nivel más bajo en más de 100 años, según alertó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Argentina es uno de los países con mayor consumo histórico de kilos de carne por habitante, pero este ratio viene cayendo. “El promedio de los primeros seis meses del año se ubicó en 44,7 kilos/hab/año y resultó 17 por ciento menor al registrado en igual período de 2023″, sacaron cuentas desde la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
A su vez, el sector avícola se mantiene con este color por segundo mes consecutivo.
El sector lácteo está en rojo. La producción lechera en el primer semestre del año cayó 12,6 por ciento interanual, según un informe reciente del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA). La producción, en lo que va de 2024 cayó nuevamente y llegó “al nivel más bajo de los últimos 17 años”, según el mismo análisis.
Las exportaciones de leche y sus derivados representan el 30 % de la producción. Con un alza del 13 % en términos de litros equivalentes exportados en el primer semestre, no alcanzan a compensar las menores ventas en el mercado interno. “Argentina es uno de los países con mayor consumo de leche en el mundo”, sostiene el IDAA, pero el consumo de lácteos por habitante cayó 17,3 por ciento en el primer semestre y “seguramente el año 2024 cerrará con el menor consumo del que se tenga registro”.
Otra industria que se vio seriamente golpeada por la actual crisis de consumo es la del vino. Desde el Observatorio Vitivinícola Argentino advirtieron que las bebidas alcohólicas, al no ser parte de una demanda esencial, pierden fuerte durante las crisis. En el primer semestre del año, la caída de las ventas de vino en el mercado interno fue de 4,3 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
La producción de vino, en tanto, mirada en perspectiva decreció en los últimos años: hasta un mínimo de 15 millones de hectolitros en pandemia y una marca menor (de 11 millones) en 2023 por la sequía. La vendimia este año se ubicaría en torno al promedio previo a la sequía.