31 de Mayo de 2024 - 16:56

El crítico informe que detalla una AGIP al borde del colapso tecnológico: falta de insumos, equipamiento obsoleto y sin data center secundario

La polémica salida de José Donati de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) se produjo acompañada de informes de gestión críticos. El de infraestructura informática, firmado por el ex director Ignacio Mognoni, alerta sobre una posible que colapso que impediría cobrar impuestos tanto en Rentas como en los CGP, Colegio de Escribanos, Bolsa de Comercio y Banco Ciudad, entre otros lugares. La punta del iceberg de un entramado que produjo un perjuicio fiscal enorme a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, especialmente porque los reclamos a grandes empresas se dejaban vencer.

El conflicto es, por ahora, subterráneo. José Donati, que venía de dirigir con éxito la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña, asumió con la nueva gestión de Jorge Macri como titular de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP), nada menos que el organismo encargado de recaudar los impuestos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), antiguamente conocida como Rentas. Sin embargo, “El Tano” Donati duró menos de seis meses en el cargo y fue reemplazado por Germán Krivocapich.

Como corresponde, los directores generales que se fueron de la AGIP junto con Donati publicaron sus respectivos informes de gestión en el Boletín Oficial de CABA. El de la Dirección General de Planificación y Control, que estaba a cargo de Ignacio Mognoni, da cuenta de un preocupante estado con respecto a la infraestructura. Según el mismo, “se venían registrando problemas que pueden presentar altísimos riesgos para la AGIP en su conjunto”, como la “obsolescencia del equipamiento de redes que puede generar vulnerabilidades de seguridad y limitaciones en términos de rendimiento”.

Ese informe de gestión, publicado en el Boletín Oficial el 20 de mayo, refrendado por Donati dos días después, traza un panorama alarmante. Por ejemplo, la inexistencia de un datacenter secundario, “motivo por el cual si el datacenter dejase de funcionar perderíamos todos los servicios brindados por los mismos”. Ante la caída del Procesador central, que está mal refrigerado (porque no hay mantenimiento de los aires acondicionados), puede producirse “la inactividad absoluta de TODOS los servicios e impuestos”: Colegio de Escribanos, Sellos, Embarcaciones, ABL, Radicación Vehicular, Bolsa de Comercio, Sistema de Recaudación, Acceso de usuarios internos, dependencias CGP, acceso de contribuyentes, recepción de archivos de pagos Banco Ciudad.

 

Perjuicio fiscal millonario, continuidad del larretismo y “me echaron como a un perro

 

Según el informe final de gestión de Mognoni, sólo por mala aplicación en el tope de la cuota 6 del ABL, se perdieron 88.000 millones de pesos. El mismo informe habla también de la baja de contratos que le produjo a la AGIP un ahorro cercano a $ 3.000 millones. También se da cuenta de 22 computadoras portátiles que desaparecieron, equipamiento que alcanzó “el final de su vida útil”, “falta de gas refrigerante”, compresor averiado y “ventiladores de impulsión averiados”, entre tantos otros problemas.

Sin embargo, la mayor polémica estaría en un informe que por ahora no habría visto la luz, y que da cuenta de cómo se beneficiaba a empresas y organizaciones dejando caer los reclamos por impuestos impagos. Hay empresas grandes, pequeñas, medianas, clubes de fútbol, ONG, etc. Este esquema viene de las diferentes gestiones de Horacio Rodríguez Larreta, tanto cuando era jefe de Gabinete de Mauricio Macri, como en sus dos titularidades del Poder Ejecutivo porteño.

El informe sobre todos los beneficiados por semejante olvido está en manos de Donati, que ante su gente de confianza clama: “me echaron como a un perro”. Ese informe llegó también a la redacción de Minuto de Cierre. La sorpresa y el dolor de Donati se producen porque esperaba una ruptura con respecto a las gestiones de Rodríguez Larreta. Sin embargo, cuando fue a fondo lo obligaron a renunciar. La certeza es que eso ocurrió porque las estructuras perennes, que siempre están, siguen manejando la AGIP. La duda es si Jorge Macri y sus funcionarios de mayor confianza lo saben. La respuesta a este interrogante se conocerá muy pronto.  

 

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