FADA: el Estado se lleva el 65% de la renta agrícola
De acuerdo con FADA, el índice general de participación del Estado en la renta agrícola pasó del 59% al 65%.
En el primer trimestre del año, la presión impositiva al campo creció en seis puntos y pasó del 59% al 65%, de acuerdo al índice que elabora de manera trimestral la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Según estimaron desde la entidad, ese incremento se explica a partir de dos factores: suba en los costos y caída en los precios.
En el apartado de costos, se tuvo en cuenta los incrementos registrados en lo que va del año del impuesto Inmobiliario Rural, tasas y guías municipales.
Con respecto a fletes, los costos en pesos aumentaron un 42% con respecto a diciembre, las labores de siembra un 59% y las de cosecha un 132%. Si la comparativa se extiende a marzo del año pasado, las subas fueron de 206%, 170% y 260%, respectivamente.
En el caso de los insumos, se presentan situaciones dispares. En el caso de fitosanitarios hubo subas, aunque el escenario varía de acuerdo al producto, mientras que los fertilizantes aumentaron en relación a su valor del año pasado.
“El dólar importador, que contempla un adicional del dólar oficial del 17,5% de impuesto PAIS, tiene su efecto en inflar los precios de los insumos importados ya que el importador deberá pagar un tipo de cambio mayor al oficial, y en la práctica al productor se lo cotiza a un dólar oficial, por loque esa diferencia está contenida en el precio en dólares de los insumos”, explicó la economista de FADA.
De este modo, del 65% de la renta del productor que queda en manos del Estado, un 94% corresponde a tributos nacionales, 5% a provinciales y el resto municipales.
El índice elaborado por FADA promedió en un 65% la participación del Estado en la renta agrícola en los cuatro principales cultivos.
La más elevada, como se mencionó corresponde al trigo, con un 83,9%, seguido de soja (68,4%); maíz (57,3%) y girasol, con 54,1%.
Y agregó: “En este contexto, con menores precios, costos que se incrementan y actualizaciones de impuestos provinciales y municipales, se genera una presión mayor en la participación del Estado en la renta agrícola“.
Desde la entidad advirtieron que pese a la mejora en los rindes posteriores a la sequía y la apreciación en el tipo de cambio, la fuerte caída en precios y los costos más elevados de producción terminaron inclinando la balanza.
La mayor caída en las cotizaciones fue para el trigo. De este modo y frente a la próxima campaña fina, los números para los productores comienzan a ser más ajustados a partir de los incrementos que se registrarán tanto en insumos como servicios.
La provincia con mayor presión impositiva sobre el agro fue Entre Ríos, con 65,4%, seguida de cerca por Córdoba, con un 64,9%. El resto se repartió entre La Pampa (62,9%); Buenos Aires (61,9%); Santa Fe (61,1%) y San Luis, con 59.9%.
Para calcular estos porcentajes, se tienen en cuenta los rindes, los impuestos provinciales y locales y la proporción de los cultivos en el área sembrada de cada provincia.