Otra vez falló una obra de gas que SACDE construye para Enarsa: se desplazó un caño en la planta compresora de Tratayén
El exceso de presión corrió un caño, arriesgándolo en el futuro a una pérdida de gas. El incidente ocurrió el 25 de septiembre y no habría sido informado. Además, siembra dudas sobre la calidad de los materiales, el trabajo de IECSA y la fiscalización de ENARSA.
Hace tres semanas, cuando se rompió un codo del Gasoducto Norte, las excusas o argumentos fueron desde la probabilidad estadística de una falla en los materiales, hasta que es preferible una rotura con las pruebas hidráulicas que más adelante con el gas. En aquella ocasión no quedó claro cuál era la fábrica proveedora del elemento fallado, aunque sí admitieron en Pampa Energía que era de Brasil.
Pero el tema llamó mucho la atención, como se desarrolló en una nota de este medio (https://www.minutodecierre.com/nota/2024-9-19-14-17-0-por-la-calidad-de-los-canos-y-falta-de-controles-de-enarsa-se-rompio-un-codo-del-gasoducto-norte). Inclusive ameritó un comunicado por parte de Pampa, más allá que comparte la responsabilidad de esa obra con Techint. Por su parte, en una ENARSA atravesada por desplazamientos internos, que finalmente se concretaron, el tema pasó como uno más.
Ahora que la empresa estatal tiene nuevo presidente, Tristán Socas, y un directorio renovado, otra vez aparece un problema de obra realizada por la constructora SACDE, la ex IECSA fundada por la familia Calcaterra-Macri; luego comprada por Pampa, grupo liderado por Marcelo Mindlin, en el comienzo del gobierno del ingeniero Mauricio.
Esta vez el problema fue en la planta compresora de gas ubicada en Tratayén, provincia de Neuquén, que forma parte del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK). El hecho se dio el 25 de septiembre y aparentemente fue “tapado”, ya que SACDE no le habría informado -corresponde hacerlo- a ENARSA, comitente de la obra, como tampoco al Enargas. La transportista que opera esa planta es TGS, del mismo dueño de la constructora.
El problema surgió cuando aumentaron la presión del gas más de lo recomendado, de 60 a 92 metros cúbicos, lo que generó que el caño “zapateara” y se corriera de lugar. En las fotos, que circulan de modo restringido, y Minuto de Cierre publica como único medio, se ve el desplazamiento mediante una especie de línea roja. “Si ocurre de vuelta, directamente ocasionará una pérdida de gas”, confía una fuente de la obra.
El evento sembró las dudas lógicas sobre la calidad de los materiales utilizados, los controles realizados por ENARSA, y la pericia técnica de SACDE para encarar una obra semejante. Como en el caso del codo roto del Gasoducto Norte. Quizás el cambio de cúpula en la firma estatal ajuste los controles, o quizás sigan ocurriendo este tipo de cosas.