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Los números son muy fuertes, pero colocados en palabra escrita -impresa en otra época, en la web ahora- impactan más. La obra social de los estatales sanjuaninos triplicó su presupuesto entre 2021 y 2022: de casi 6.000 a más de 20.000 millones de pesos. Esto no produjo una mejora en el servicio y la atención a sus afiliados; pero sí un crecimiento de la facturación y negocios de algunos de sus proveedores, como el grupo de farmacias ABC y el prestador Nivel Salud.

En este último caso, la factura mensual se incrementó 55% en apenas dos meses, tal como reveló una nota de Minuto de Cierre la semana pasada (https://www.minutodecierre.com/nota/2022-6-23-7-30-0-la-obra-social-de-san-juan-le-actualizo-en-1-000-millones-mas-el-contrato-a-la-prestadora-nivel-salud). Luego de esa nota, la propia ministra de Salud de la provincia, Marcela Alejandra Venerando, la manifestó sus críticas al interventor de la obra social, Miguel Ángel Greco. En la charla, Veneranda se quejó por el acuerdo privado -por llamarlo de modo elegante- que habría con ABC Salud, mientras que Greco lamentó que un próximo aumento que quiere otorgarle a Nivel Salud quedará expuesto a la luz pública. “Greco pateaba sillas y puertas”, comentan.

La noticia política es que Venerando no es la única ministra o ministro que ve con recelo el manejo de las cajas -obra social entre otras- que realiza Uñac; mientras esperan, desean o hasta alientan señales de José Luis Gioja.

“Si lo escarbás un poco, Uñac no pasa la prueba ácida”, apunta un ladero del gobernador anterior, que tampoco descarta una nueva candidatura del actual senador. “El viejo es escondedor...nos tiene a todos en el misterio. Pero quizás se anima”, dice esta fuente de contacto diario con Gioja.

 

“Exceso de ambición” y el rol de las instituciones 

 

 

Según distintas fuentes de la provincia, en el esquema de poder y negocios más cercano a Uñac están el vicegobernador Roberto Gattoni, su amigo Cristian Pallito y el empresario de servicios mineros -entre otros rubros- Wadino Acosta, hijo de un gobernador homónimo del bloquismo.

Su padre fue el último jefe de Estado provincial no peronista, antes que resultaran electos Gioja y luego Uñac. La llegada de Acosta a este último es inversamente proporcional a la desconfianza que podría provocar en Gioja.

De cara al futuro, los críticos de Uñac apuntan que su esquema de poder y negocios es similar al que armó Néstor Kirchner en Santa Cruz, pero sin sucesión familiar en la provincia o proyección nacional. “Acá hay muchos Lázaro Báez o Cristóbal López, pero los medios nacionales no le dan importancia”, apunta uno de los que aún está cerca de Uñac, pero intelectual y emotivamente se va distanciando.

Por otra parte, todos coinciden que sí Gioja vuelve a ser gobernador, deberá desterrar al círculo de Uñac. En este sentido será clave la Fiscalía de Estado de la provincia, cuyo actual titular fue nombrado por Uñac. Sin embargo, como ocurre en los organismos provinciales -teóricamente- de control, casi siempre son oficialistas, pero sólo del poder de turno. El fiscal titular y adjunto, así como el cuerpo de abogados, hoy juran uñaquismo pero bajo una futura gobernación de Gioja podrían volverse críticos de la administración actual.