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Como se demostró en el último partido de Boca por Copa Libertadores, o durante la Copa América del 2019, el Video Assistant Referee, popularmente conocido por su sigla VAR, no es infalible en cuanto a la justicia deportiva. Pero tiene la ventaja de exhibir más claramente los errores arbitrales, llevando la discusión al punto -hasta ahora no concretado- de pedir la repetición de partidos. Se trabajo contrarreloj preparando el sistema para la Superliga argentina, mientras los antecedentes del ganador de la licitación son vistos en la AFA con cierto recelo.

La pandemia del COVID-19 postergó los tiempos, pero finalmente el VAR está a punto de comenzar su utilización en la Primera División del fútbol argentino. Según información que confirman en la propia empresa ganadora del contrato, Reftel S.R.L., el puntapié inicial será en la tercera o cuarta fecha de la Superliga, jugada ya la primera. “Nos falta principalmente la homologación y certificación de estadios, lo que está a cargo de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), pero estamos en los tramos finales”, admitieron desde la firma ganadora del contrato, que venció en la pulseada a Mediapro y a Hawk-Eye, dos firmas europeas pero con antecedentes desfavorables. 

Más allá del comienzo inminente del VAR, subsisten algunas dudas desde lo técnico y lo político. En el primer aspecto, principalmente cómo funcionará el software para el uso del sistema. Por otra parte, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) está homologando los diferentes estadios donde se juega el torneo, previendo que serán necesarias entre 6 y 8 cámaras en cada una de ellos.

En cuanto a lo segundo, el ganador del contrato, Ramiro González Palazzo, es hijo de un fallecido camarista judicial -Mariano González Palazzo- que llegó a la AFA de la mano de Mauricio Macri cuando presidía Boca. En el arranque de la puja licitatoria le dijeron a Ramiro que era parte de la “vieja AFA”, pero los malos antecedentes de sus competidores le permitieron ganar el contrato. “Confiamos que las cosas van a salir bien. Pero si algo falla, el responsable de todo es Reftel S.R.L. Y si bien González Palazzo se ganó el apoyo de Federico Beligoy (director nacional de Arbitraje), el mismo se terminará si (Claudio) “Chiqui” Tapia lo cuestiona”, apuntó una fuente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). 

El VAR comenzará en la fecha 3 o 4 del Torneo Socios, como se llama ahora la Liga argentina. Minuto de Cierre realizó una investigación consultando distintas fuentes, para conocer la actualidad y perspectivas del VAR. Punto por punto, la siguiente es la situación.

-Homologación de estadios: El proceso comenzó “in situ” con los partidos de la primera fecha. Pero también se realizaron pruebas antes en las canchas auxiliares del predio que tiene la AFA en Ezeiza. De acuerdo a esa evaluación anterior al torneo, la FIFA -responsable de la homologación de estadios- recomendó entre 6 y 8 cámaras por estadio. A diferencia de la televisación, no rige el criterio según el cual hay muchas cámaras en las canchas de equipos grandes y muy pocas en las del resto.  

-Tecnología: cámaras y software. Con respecto a las primeras, los estándares son claros. En cuanto al software, Reftel se apoyó en la compañía belga Simply Live, aunque en la empresa argentina admitieron que “algún aspecto tuvimos que modificar. Están todos contentos y creemos que es eficaz, además está homologado por la FIFA”. Sobre este punto, la visión de AFA es coincidente con la de Reftel, aunque algunas versiones decían que parte del software se delegó en una empresa boliviana, de escasos antecedentes.

-Centro de monitoreo único, en Ezeiza: en el pliego de bases y condiciones se estableció uno por cada estadio, pero finalmente se aceptó uno solo para simplificar costos y logística. Según cálculos que circularon en AFA, el costo por partido era de 7.000 dólares con centro de monitoreo en estadios, mientras que baja a 4.000 dólares con la centralización en Ezeiza. A razón de 13 partidos por fecha, un ahorro o ganancia para Reftel de 39.000 dólares por fecha. Si el VAR se aplica en 22 fechas del torneo (quitando las tres primeras), una diferencia de 858.000 dólares. 

Como el contrato global ronda los u$s 3 millones, y dura tres años, el ahorro con centro de monitoreo único se vuelve esencial para la ganancia o sustentabilidad del mismo. Según apuntan en Reftel, “para hacer el centro de monitoreo único en Ezeiza, el costo inicial será más alto, y a la larga los costos serán menores. Es más sencilla la movilización de árbitros y personal para el VAR, como es hacia un solo lugar será más barato”. En cuanto a la calidad del monitoreo, en esa empresa afirman que “no habrá diferencia”. 

Un pago de cuatro, y la mirada sobre el concesionario

Ramiro González Palazzo, dueño de Reftel, llegó a la AFA de la mano de su fallecido padre, un camarista de la “familia judicial” que era amigo de Mauricio Macri y Julio Grondona. Lo hizo con el sistema de comunicación y aerosoles que usan los árbitros. Una concesión que ganó a dedo, sin licitación, por decisión de Julio Grondona, que todavía mantiene y es rentable a pesar que en 2018 le bajaron el pago mensual a la mitad de lo que era. A pesar de su corta edad -37 años-, en la AFA lo corrieron con que era parte de la “vieja guardia” cuando avisó que iba a presentarse a la licitación, pero González Palazzo la ganó con una oferta detallada y profesional, sumado ello a las debilidades de sus competidores. 

En abril, Reftel S.R.L. cobró la primera cuota de 711 dólares, de un total de cuatro, la segunda de las cuales cobraría entre fines de este mes y comienzos de agosto. Si el VAR funciona bien y el futbolero público argentino se entretiene con el tema, todo marchará sobre ruedas. Pero si el escenario es diferente, cerca de Claudio “Chiqui” Tapia reflejarán que González Palazzo es amigo de Daniel “El Tano” Angelici, que arrancó su empresa con un capital de 12.000 pesos, o que en 2006 se adjudicó un romance con Jenna Bush, la hija del entonces presidente estadounidense, George Walter Bush (hijo).

Además de su perfil “grondonista”, “angelicista” y “macrista” (según se escucha en los pasillos de AFA), González Palazzo es amigo de uno de los empresarios periodísticos más críticos de la gestión de Tapia en la AFA, a tal punto que cerca de “Chiqui” llegaron a considerar que había razones personales detrás de ello. Luego lo descartaron, pero la campaña de todas formas no se detuvo. 

El Plan A es que el VAR funcione correctamente y Reftel brinde el servicio durante tres años, como establece la licitación que ganó. El Plan B no está escrito, sino apenas en la cabeza de algunos dirigentes. Que no llegan a contarse con los dedos de una mano, pero son los que deciden.