24 de Septiembre de 2020 - 01:19

La cerealera Bunge es acusada de una evasión impositiva con un piso de u$s 100 millones y un techo aún sin calcular

La cerealera fue denunciada por dos supuestas maniobras: anticipar declaración de exportaciones para pagar menos retenciones, cambiar la posición arancelaria para reducir la tasa impositiva del 30% al 5%. La denuncia fue apoyada, a través de su requerimiento de instrucción, por el fiscal federal Carlos Stornelli. 

La cerealera Bunge es la continuidad del histórico holding Bunge & Born, que llegó a poner al primer ministro de Economía de Carlos Menem, Néstor Rapanelli. Con una dosis de humor, podría decirse que Bunge no sólo hizo milagros en el pasado (nadie esperaba el rumbo que tomó Menem ni un ministro así), sino que también los genera en el presente. La multinacional de origen argentino "exportó" más en cinco meses que en todo el año anterior; declaró como premezcla lo que era harina (pagando así 5% de retenciones en lugar de 30%), que apenas pisó suelo extranjero se volvió nuevamente harina de soja; y hasta logró que el fiscal Carlos Stornelli, identificado con el macrismo (basta recordar la causa que lo tiene involucrado en la Justicia de Dolores), apoye una denuncia Fernando Míguez en nombre de la Fundación por La Paz y el Cambio Climático. 

La denuncia de Míguez describe dos posibles maniobras, que en conjunto constituirían -de acuerdo a la acusación realizada- “defraudación contra la administración pública, lavado de activos y/o evasión agravada”. La primera de estas maniobras consiste en anticipar exportaciones declaradas, cuando en realidad no estaban las toneladas disponibles para ello, previendo una suba de las retenciones luego de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Según la denuncia de Míguez, “un ardid para obtener una ventaja patrimonial minimizando el pago de retenciones", por un valor de u$s 100 millones.

En su denuncia, Míguez solicita que se investigue la presunta participación de los directivos de Bunge Adrián Chueco, Guillermo Marcotegui y Ramón Fernández Asenjo, además del ex ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, quien también fuera presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y activo participante de la Mesa de Enlace.

Los datos que sustentan la hipótesis de Míguez son elocuentes: entre agosto y diciembre del 2019, Bunge declaró más exportaciones que en todo el 2018; 7,1 y 6,9 millones de toneladas -entre soja, maíz, trigo y harinas- respectivamente. En su requerimiento de instrucción, el fiscal Carlos Stornelli tomó estos datos como punta de la investigación, señalando que “entre el 13 y el 31 de agosto de 2019 se habría acelerado la declaración de exportaciones por 1.400.000 toneladas; en septiembre 1.650.000 toneladas, en octubre 1.140.000; en noviembre 1.135.000 y en diciembre de 2019 1.500.000 toneladas, acumulando en los meses posteriores a las PASO declaraciones por 7.125.000 toneladas”.

De modo coloquial se habla de exportaciones "fantasma", pues las toneladas que Bunge declaró para exportación no las tenía disponibles. Una revisión de su contabilidad y de sus libros de stocks podrían confirmar rápidamente esto. 

Declarar harina como premezcla: pagar 5% en lugar del 30%

Si la maniobra anterior tuvo un perjuicio estimado -según el denunciante- de u$s 100 millones para el Estado Nacional; la otra aún no está mensurada. Podría ser menos de esa cifra, como también mucho más si se profundiza la investigación en el tiempo. En esencia, consiste en declarar como premezcla (de diversos productos primarios) lo que en realidad es harina puramente de soja. El truco es que la posición arancelaria de la primera paga 5% de retenciones, mientras que la segunda tributa 30%

Según Míguez, Bunge consolidaba esa operación "aguas arriba" y "aguas abajo". Por un lado, le compraban a firmas que serían controladas suyas, Bigsur S.A. y Tradesur S.A., encargadas de procesar “a fasón” (tercerización para Bunge) la supuesta “premezcla de harina de soja y de trigo al 3%". Después, según recoge el propio fiscal Stornelli en su requerimiento de instrucción, "tales exportaciones no irían finalmente a poder de un tercero sino que habrían sido adquiridas por TRADE CARIBE, BUNGE SINGAPUR, BUNGE CHINA y BUNGE EGIPTO como harina de soja y no como premezcla".

La maniobra sería la siguiente: Bunge se habría comprado a sí misma toneladas como premezcla, luego las exportó pagando 5% de retenciones en lugar del 30%, en los países que recibieron la mercadería la clasificaron como harina de soja (no premezcla), y así la exportaron a terceros destinos. Todo ello con empresas propias, dejando en evidencia que la misma mercadería no puede ser premezcla en Argentina y volverse mágicamente sólo harina de soja al pisar suelo extranjero. 

La investigación recién comienza, de modo auspicioso pues sus planteos fueron escuchados por el fiscal Stornelli y la jueza María Eugenia Capucchetti. Además, el alcance que puede tener aún es difícil de medir. Por un lado, hay que rastrear cuántas toneladas, a lo largo de los años, se declararon como premezcla y en realidad eran harina de soja. Por otra parte, la maniobra de declarar exportaciones no realizadas, entre agosto y diciembre del 2019, serían una práctica no exclusiva de Bunge, sino de todos los socios de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA).

A continuación, la denuncia de Fernando Míguez y el requerimiento de instrucción del fiscal Carlos Stornelli. 

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