Green, la constructora que ganó obras, las cobró, no las terminó, y luego entró en concurso preventivo de acreedores
Como toda empresa nacida en Mendoza, pero de buena facturación con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la señalan como vinculada a Orly Terranova. “Se sabía que Green estaba al borde de la quiebra desde comienzos del 2019”, admite un ex funcionario nacional. La obra en la que dejó cables colgando y partes incompletas.
El nombre Green parece condenado al escándalo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a partir de la firma que quiso vender barbijos a 3.000 pesos por unidad -Green Salud S.A.-, y no pudo terminar la operación por el escándalo público que se produjo. Aunque no pertenecen al dueño de la anterior, Ignacio José María Sáenz Valiente, la constructora Green S.A. (CUIT 30-63872707-9) también se aprovechó de la generosidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con algunos de sus contratistas. A expensas de los contribuyentes que pagan impuestos, claro.
Green S.A., con domicilio en Guaymallén, Mendoza, ganó el tramo B del emblemático Paseo del Bajo, aquella obra en cual -en plena campaña- Mauricio Macri se agachó a tocar el pavimento declamando “lo que estoy tocando no es relato, es real”. El tramo B fue para Green y CEOSA, dos empresa que en el mercado se consideran hermanadas en sus problemas. Aunque Green S.A. está en concurso preventivo desde octubre del año pasado, y CEOSA no, fue una sorpresa que ambas firmas ganaran la licitación de ese tramo por $ 1.600 millones, aunque nadie sabe cuánto se pagó finalmente tras las redeterminaciones. Además que la obra se terminó en su parte subterránea, pero la maqueta de jardines y hermosos espacios públicos por encima de ellos sigue esperando.
“El rumor de que Green estaba al borde de la quiebra está instalado desde comienzos del 2019. Por eso sorprendió que le adjudicaran un tramo junto a CEOSA, que históricamente tuvo atrasos y pedidos de ampliación de presupuesto”, admitió un ex funcionario que adjudicaba obras públicas durante la presidencia de Mauricio Macri.
De alguna forma, Horacio Rodríguez Larreta asumió a CEOSA y Green como una “herencia” del período como intendente de Mauricio Macri. Por eso, rápidamente les hizo llegar el mensaje que no toleraría incumplimientos en la emblemática obra del Paseo del Bajo. En el mundo PRO, le adjudican a Green llegada al gobierno porteño a través de Orly Terranova, el lobista que intentó -de modo desprolijo, y sin éxito- quedarse con C5N y el grupo de medios de Cristóbal López y Fabián De Sousa. “Todo lo que venga de Mendoza huele a Orly”, admitió uno de los más poderosos funcionarios que tuvieron las dos intendencias de Mauricio Macri.
Viaducto San Martín: cobró, la dejó inconclusa, hay nueva licitación
Aunque Green venía arrastrando problemas, su gestión en el Paseo del Bajo fue aceptable. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario con el Viaducto San Martín, dedicado a la línea de ferrocarril homónima. La obra quedó tan incompleta que en dos estaciones de la misma, Villa Crespo y Paternal, los pasajeros no pueden bajar porque el andén da a un precipicio: no hay forma de bajar a la calle.
La obra fue presentada conceptualmente en 2017, y adjudicada alrededor de dos años después a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) formada por Green-Rottio. La obra parecía sencilla: 4,9 kilómetros, 12 pasos a nivel para eliminar, y dos nuevas estaciones en altura, justamente las que no se terminaron, Paternal y Villa Crespo. Sin embargo, la realidad fue distinta.
Los problemas comenzaron a verse en el 2019, cuando hubo que apurar alguna inauguración de campaña. Bajo el mando político de Felipe Miguel, jefe de Gabinete porteño, y de Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), Green y Rottio cobraron anticipo de obra, avanzaron parcialmente, luego pidieron redeterminación (aumento del presupuesto), se la otorgaron, y la obra finalmente no se terminó.
El tema generó tanto enojo entre algunos funcionarios del gobierno porteño, que casi todos apuntaron su mirada sobre Felipe Miguel, de quien luego se supo que su hermano -Rodrigo Miguel- es socio de Sáenz Valiente. Algunos inclusive dieron un paso más allá, indagando sobre el patrimonio real -no el declarado- del jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta.
Los números finos de este proceso no están -por ahora- disponibles, pero el resultado es indiscutible. El 13 de septiembre, ante los incumplimientos retirados, se le rescindió el contrato a la UTE, luego de haberle pagado gran parte de la obra; apenas 17 días después -el 30 de septiembre- Green inició su concurso preventivo; dejó “colgados” (sin pagarle) a proveedores por $ 560 millones; y lo último fue que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) tuvo que convocar a una nueva licitación para terminar lo que Green-Rottio dejaron abandonado (a pesar de haber cobrado).
El concurso preventivo de Green tramita ante el Tercer Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza, y su fecha de apertura fue el 10 de octubre. En cuanto a los proveedores que no cobraron, alrededor de 40 se presentaron juntos para denunciar trabajos impagos (https://www.perfil.com/noticias/politica/gobierno-ciudad-rescindio-contrato-principal-contratista-obras-viaducto-san-martin.phtml). “Les pagamos, no hicieron la obra, y después tuvimos que pagarle a los proveedores, sin que Green tenga ninguna consecuencia”, confesó a Minuto de Cierre un importante funcionario porteño. “AUSA le pagó a Green en tiempo y forma, pero ellos no hicieron lo mismo con nosotros”, señaló un contratista.
Por último, el GCBA convocó a una nueva licitación, específicamente planeada para terminar lo que Green dejó inconcluso. La convocatoria fue a fines de diciembre pasado, se presentaron 12 ofertas (sobran oferentes en tiempos de crisis), y todavía no hay adjudicación ni presupuesto para terminar lo que Green cobró pero dejó inconcluso.
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