16 de Octubre de 2019 - 19:20

Los jefes de AFIP claves en la Era Macri, que golpean las puertas del Instituto Patria y México 337 para reciclarse

Subdirectores (“coroneles” en la jerga) de Alberto Abad y Leandro Cuccioli, funcionarios emblemáticos que persiguieron a figuras del kirchnerismo, y hasta un vocero que no quiere vivir nuevamente de un sueldo periodístico. El heterogéneo, polémico y vasto listado que circula como reguero de pólvora por los pasillos de la AFIP. Los hombres que usan sus contactos y amistades para sobrevivir luego del 10 de diciembre, golpeando las puertas del Instituto Patria y de las oficinas de Alberto Fernández.

El clima de cambio de época exacerba las emociones. Los que están enojados creen que es momento de cobrarse sus venganzas. Quienes gozan de las mieles del poder pretenden seguir en la cima (aunque otros ya se resignaron) . Y los que regirán el destino de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) prestan oídos a todos. 

Con un nivel de coincidencia que sorprende, Minuto de Cierre chequeó con 5 fuentes distintas -todas de la AFIP- el listado de los camaleones que fueron leales hasta la exageración con Alberto Abad y Leandro Cuccioli, y que ahora están dispuestos a prestar sus servicios al “AF” que designe Alberto Fernández si gana las elecciones. 

“El tema generó mucha indignación entre los que fueron corridos injustamente, y también en el personal de carrera del organismo”, explicó uno de los consultados. Otro ex hombre clave de AFIP, que puede volver a serlo, fue más crudo: “Son todos unos traidores”. Aquí están, estos son. 

Sergio Rufail y Eliseo Devoto, los pioneros. Hace un mes, tras un chequeo dificultoso (nadie quería confirmar la versión), pero finalmente productivo, este medio dio cuenta de cómo los actuales subdirectores de Fiscalización (Rufail) y Asuntos Legales (Devoto) habían tomado un amistoso café con Claudio Moroni, amigo personal de Alberto Fernández y candidato a dirigir la AFIP. La nota completa, de amplia repercusión, es la siguiente: http://www.minutodecierre.com/nota/2019-9-15-12-6-0-claudio-moroni-el-albertista-que-se-reunio-con-los-coroneles-de-abad-y-cuccioli-que-hicieron-el-dictamen-contra-cristobal-lopez

En los casos de Rufail y Devoto, fueron claves en la pericia que dio inicio al camino de Cristóbal López y su socio Fabián De Sousa hacia la cárcel, que abandonaron hace días. Devoto como principal responsable, y Rufail en calidad de asesor, escribieron que López-De Sousa debían $ 8.000 millones de impuestos ya cobrados (pero no transferidos) al Fisco. Ese argumento se terminó este año, cuando un dictamen de los peritos de la Corte Suprema de Justicia determinó que ese número era falso.

Ese dictamen, del cual participaron también dos representantes del Ministerio Público Fiscal, dos de la querella (AFIP), y tres por la defensa, determinó que la deuda en realidad era de $ 2.200 millones, de los cuales $ 1.600 millones habían sido pagados. En definitiva, un papelón absoluto, soslayado por la mayor parte del periodismo. A pesar de ello, Rufail y Devoto hacen todo lo posible por reciclarse.

Daniel Abel Tagliatore, el “coronel” de Alberto Remigio Abad. Antes de reasumir como titular de la AFIP, esta vez en la presidencia de Mauricio Macri, Abad hizo saber que Daniel Abel Tagliatore sería el subdirector de Administración Financiera. A pesar que venía de ejercer como subsecretario de Coordinación Administrativa -“cajero” dicen algunos- de la Jefatura de Gabinete desde 2013, cuando el gobierno de Cristina Kirchner buscaba alguien que maneje el dinero de Fútbol Para Todos, entre otras cuestiones más importantes. 

Tagliatore, que tenía mala relación con Echegaray, encontró refugio en la Jefatura de Gabinete que conducía Jorge “Coqui” Capitanich. Se llevo con él a Jorge Rufail. En la Era Macri, los dos pudieron reciclarse como subdirectores de Abad, renunciando Tagliatore su cargo (hoy es sólo asesor en AFIP y Rufail no. De aquella época en Jefatura de Gabinete, a Tagliatore le quedaron algunos contactos, que hoy intentan aprovechar para seguir en el candelero luego del 10 de diciembre. Todos se preguntan si habrá bolilla negra para este funcionario.

Pablo Martín Paturlanne, el número 1 de la DGI en el interior del país. El cargo de este funcionario es subdirector de Operaciones Impositivas del Interior. Es decir, excluyendo Área Metropolitana, y Grandes Contribuyentes Nacionales, el principal responsable de los contribuyentes en el resto de la Argentina. 

Las opiniones sobre Patturlane difieren. Una de las fuentes dice que “no lo veo operando para quedarse”. Otra, sin embargo, señala que “siempre se quiere reciclar, en todos los gobiernos”. En pocos meses, se sabrá cuál es la versión correcta. 

Martín Kanenguiser, el vocero que llegó con Leandro Cuccioli. Tras años de una carrera estancada en el diario La Nación, el ex periodista especializado en economía “pasó del otro lado del mostrador”, como suele decirse cuando un hombre de la prensa pasa a ser vocero.

La cúspide de su carrera periodística se dio en el 2005, cuando además de ser el periodista acreditado de La Nación en el Ministerio de Economía, Kanenguiser fue columnista económico en la mañana de Radio Mitre. Según se comentó en esa época, por los buenos oficios del entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna. A fines de ese año, cuando Lavagna ya no era ministro, le dieron a Kanenguiser la noticia menos deseada: no le iban a renovar el contrato. “No sos radial”, le dijeron con una crueldad innecesaria. 

Tiempo después tuvo revancha con un programa de jazz en FM Palermo. Hoy, cuentan que Kanenguiser tiene alguna llegada al equipo de prensa de Alberto Fernández, y que busca aprovecharla. ¿Le alcanzará frente a un vocero experto y formado enteramente en la profesión, como es Juan Pablo Biondi?

Una picardía de todos los tiempos: de contratado a planta permanente. Además de los nombres anteriores, algunos funcionarios buscan la forma de sobrevivir a la nueva ola. Por ejemplo Facundo Rocha, subdirector general de Recursos Humanos, entendió que la caridad bien entendida comienza por casa. Se pasó de contratado a planta permanente, y se autoasignó en la categoría “Grupo 17” para nombrarse cobrados fiscal. 

 

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