06 de Junio de 2018 - 12:02

Jefe aduanero investigado por Carrió: cocaína con ajo, Hidrovía y contrabando

El funcionario de bajo perfil que no podría ser más polémico, ni tener un cargo más importante. Jorge Arnulfo Jiménez Kockar, el peruano que “se hizo la América” viviendo en la Argentina. Era jefe de la Aduana de Rosario cuando partieron 8 toneladas de cocaína con ajo rumbo a España; maneja la Hidrovía, donde todo pasa y nada se controla; y ubicó gente de él en Catamarca, donde la exportación de minerales y piedras preciosas pasa a Chile sin ningún control. Dice estar “bancado” por Carrió, pero cerca de la diputada señalan que es justamente todo lo contrario.

“Argentina, tierra de oportunidades”. O “Argentina, país generoso”. Dos frases del acervo popular que se aplican perfectamente a Jorge Jiménez Kockar, un peruano que es nada menos que subdirector general de Operaciones Aduaneras del Interior. Un cargo desde el cual se maneja la estratégica Hidrovía, canal de salida de la soja rumbo al mundo; como también aduanas clave para el comercio legal o ilegal de mercadería.

Jiménez Kockar ocupa ese cargo desde noviembre del 2016, cuando el compadre Fadda Juan José Gómez Centurión -entonces jefe de la Aduana- y su mano derecha, Pierre Louis Chapar, lo ubicaron allí. Tras la salida del ex carapintada, y la pérdida de poder de “el francés” (Chapar lo es de nacimiento), el peruano se mostró ágil y rápido de movimientos, “chapeando” un supuesto apoyo dentro del organismo de Elisa “Lilita” Carrió, la diputada más influyente de Cambiemos.

Pero, según averiguó Minuto de Cierre, esto no sólo es mentira, sino que se trata de todo lo contrario. “En nuestra lista de investigados es el número 1. Cuando cerremos una investigación en curso vamos a denunciarlo”, le afirmó a este medio una allegada a Carrió. “Es, precisamente, el primer funcionario que pretendemos que saquen de la Aduana”, agregó, como para no dejar dudas.

De acuerdo a los antecedntes y la actualidad de Jiménez Kockar, la denuncia de Carrió tendría motivos y pruebas más que suficientes. Desde lo histórico, el peruano naturalizado argentino carga con un antecedente gravísimo, que a Gómez Centurión y Chapar pareció no importarle cuando lo ubicaron en el cargo: era jefe de la aduana rosarina, en mayo de 2018, cuando 762 kilos de cocaína, mezclados en una exportación de 22 toneladas de ajo, partieron rumbo a España.

Ante el hecho, descubierto en ese país y en Portugal, la explicación de Jiménez Kockar fue inverosímil: “no controlamos esa carga porque pensamos que era innecesario”. Gracias a ello, una carga que fue desde Mendoza a Rosario sin ningún control (en camión), partió rumbo al Viejo Continente con 565 panes de cocaína mezclados con un cargamento de ajo.

Tras llegar a la ciudad de Rosario, la mercadería de la firma Shipway (junto a la cocaína, claro9 fue embarcada en el buque MSC Chelsea, donde partió el 4 de junio rumbo a Portugal. Allí, tras una largo trabajo de investigación de las fuerzas de ese país y de España, se detectó el cargamento ilegal.

Jiménez Kockar fue rápidamente desplazado del cargo por la directora de Aduana en aquel entonces, Silvina Tirabassi, quien lo envió a la sede de San Lorenzo (Santa Fe). Sin embargo, el hábil peruano se las ingenió para dejar en Rosario a un compadre suyo: Héctor Gustavo Fadda, quien sigue siendo el administrador de esa aduana clave.

. Jefe de vuelta, y la ruta de la minería y las piedras preciosas en Catamarca:

Como pasó con tantos otros funcionarios, la era Gómez Centurión significó un renacer y un ascenso para Jiménez Kockar. En noviembre de 2016, a partir de la Disposición 420, el abogado Jorge Arnulfo Jiménez Kockar (Legajo 27.966-8) fue nombrado a cargo de la Subdirección General de Operaciones del Interior.

Desde allí, según diversas fuentes, “maneja todo lo que pasa en la Hidrovía; y recauda en Córdoba, Mendoza, Iguazú, además de Rosario, donde sigue su compadre Fadda”. 

Desde que llegó al cargo, el influyente Jiménez Kockar extendió sus tentáculos. En Villa Constitución está su esposa como jefa de Sumarios. Allí también ubicó a Javier Ernesto Janiszewski como jefe de Fiscalización y Operativa Aduanera. Entre ese cargo, y el de su esposa -de apellido Salmerón- maneja toda la Aduana de Villa Constitución.

Pero el capítulo más jugoso de toda la “Era Jiménez Kockar” es el control -o la vista gorda- de la exportación de minerales y piedras preciosas hacia Chile, desde Catamarca. Esto tiene lugar desde el “Paso San Francisco”, donde la Aduana consiste en dos empleados que entienden poco y nada, y que además se turnan entre ellos para descansar y dormir. “No es una Aduana, son dos changos haciendo lo que pueden”, le contó a este medio un empresario minero que conoce toda la operatoria.

El Paso San Francisco se complementa con la Aduana de Tinogasta, donde supuestamente se controlan los cargamentos de minerales (cerca de allí está Bajo La Alumbrera) y de piedras preciosas. Para una tarea tan importante, Jiménez Kockar ubicó allí a Mario Alberto Gutiérrez, cuya única experiencia era controlar el tráfico de mercadería textil desde Bolivia hacia la Argentina en La Quiaca.

“Por supuesto, lo ubicó allí a propósito, justamente porque no entiende nada de minerales ni piedras preciosas. Clinck caja para Jiménez Kockar”, señaló a este medio un aduanero que lo viene investigando desde hace dos años.

. El esposo de la gobernadora, y el Cartel de la Rodocrosita

Del manejo -o desmanejo- de Jiménez Kockar en el tándem aduanero Tinogasta-San Francisco, también se vería beneficiado lo que en Catamarca es un secreto vergonzante a voces: “El Cartel de la Rodocrosita”.

Esta piedra rojiza o rosa, conocida como “la Rosa de los Incas”, es muy cotizada para realizar y coleccionar joyas, pues sólo hay yacimientos de la misma en Rumania, Bulgaria, Sudáfrica, China, Estados Unidos, Perú, y justamente la Argentina.

Por su escasez y valor, la exportación está teóricamente prohibida, y sólo se permite su uso en Catamarca para que los pueblos ancestrales de la provincia la utilicen en la realización de joyas. Claro que esa prohibición es sólo teóricamente.

De acuerdo a distintas fuentes de la provincia, el marido de la gobernadora Lucía Corpacci, Ángel Mercado, estaría en el vértice de la organización que tolera -y lucra- con el contrabando de rodocrosita. Con la necesaria colaboración del influyente aduanero Jiménez Kockar.

A fines del año pasado, el ex presidente de la empresa estatal CAYMEN S.E. (Catamarca Minera y Energética), Fernando Musella, lo acusó a Mercado de haberlo amenazado por email. Según Musella, con estas palabras: “Qué haría yo en tu lugar? Quedarme callandito la boca y no poner en riesgo tu vida, la de tus hijos de toda tu familia. Además recordó mi llegada a la Corte, fiscales, a los diarios. Vos perdés”.

En la lógica de los secretos a voces, tan típica de las provincias norteñas con impronta feudal, se habla de la Mina Capillita; de una firma falsificada del ex secretario de Minería, Jorge Mayoral, para extender el contrato de concesión de la misma; y de una “facturación informal” que es millonaria en dólares. 

Todo ello, por supuesto, deberá ser probado en sede judicial o no tendrá ningún valor. Pero algo es seguro: nada sería posible sin los “buenos oficios” del aduanero Jiménez Kockar. 

 

 

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