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La historia argentina tiene estos personajes: un empresario que fue condenado y estuvo preso y que se hizo amigo del presidente de la Nación cuando estuvo al frente de Boca Juniors, era el hombre más poderoso de Aduanas junto al titular del organismo.

Como si eso no fuera suficiente, el empresario en cuestión –Carlos Oldemar Barreiro Laborda, alias Cuki- admitió su dominio en la Aduana ante un magistrado. También contó que le prestó u$s20.000 a Juan José Gómez Centurión, para que se vaya de vacaciones, y se quejó porque, junto a su familia, recibió amenazas.

De forma exclusiva, Minuto de Cierre accedió a la confesión de Barreiro Laborda ante el juez penal económico Marcelo Aguinsky, quien intenta desandar la saga de la llamada “mafia de los contenedores”, que saltó a la luz pública por escuchas en las que se especificaba cuánto costaban las coimas para que esos contenedores salieran de la Aduana.

Más allá del hecho de que “Cuki” Barreiro Laborda admite, casi como un hecho natural, su manejo de la Aduana sin ser funcionario de la misma, la declaración –realizada a fines de la semana pasada- compromente a Gómez Centurión, y tiene muchos tramos interesantes:

- Barreiro Laborda afirmó haber recibido "amenazas por distintos medios: números privados, llamados a mi familia, hijos, pareja” y, a pesar de eso, declaró “a sabiendas de los riesgos de vida que pudiera correr en consecuencia”.

- Con un lenguaje claro y directo, admite: “todas las diligencias privadas realizadas por mí y por Néstor Frega eran consultadas previamente con Juan José Gómez Centurión, por lo cual enfatizo: nada fue realizado sin su expresa aprobación”.

- También dice que él hizo jefe de Aduanas de Buenos Aires a Edgardo Paolucci. “Quiero aclarar que Paolucci fue nombrado director de la Aduana de Buenos Aires por mi recomendación a Gómez Centurión”, reveló.

- Barreiro Laborda dice que se comunicaba con el titular de la Aduana a través de un celular que le pagaba y que lo tenía agendado con seudónimo. “Hablaba conmigo tanto desde Azopardo (edificio central de la Aduanas) como desde su casa en La Horqueta, a través de un celular marca Nextel, que yo le proporcioné. Está registrado en la lista de contactos agendados bajo el seudónimo de Montero”, declaró ante Aguinsky.  

- Una de las declaraciones más insólitas hace referencia a la relación entre el funcionario y alguien que no tiene cargo. “Me dijo (Gómez Centurión a Barreiro Laborda) que se iba de vacaciones y que necesitaba u$s 20.000. Yo le contesté en chiste, pero un poco en serio, diciendo `¿con toda la plata que te presté necesitás u$s 20.000?´. Me contestó que no tenía la plata a mano y que realmente la necesitaba. Le dije que la tenía y me aclaró que después me la iba a devolver. Yo le pregunté adónde nos teníamos que encontrar y él me dijo que en el estacionamiento del Buenos Aires Design”, reveló Laborda.

Finalmente, ahí se encontraron. En la actualidad, Gómez Centurión no maneja operativamente la Dirección de Aduanas por problemas de salud. Pero, dejó a cargo a Pierre Louis Chapar, un funcionario de su extrema confianza. Mientras pelea por su vida, ve cómo su antigua mano derecha admite todos los manejos que realizaba con él.

Declaración de Oldemar Pérez Laborda by Minuto de Cierre on Scribd